Tesla obtiene beneficios por segunda vez en su historia y lanza un dardo a Uber

Alejo I
A pesar de la percepción pública, Tesla no es una compañía rentable. Lejos de ello, el fabricante de coches eléctricos opera casi como si fuera una start-up más de Silicon Valley, acumulando pérdidas de forma continuada mientras se expande rápidamente con la esperanza de alcanzar la rentabilidad y convertirse entonces en una monumental máquina de imprimir billetes. Esta meta hoy parece un poco más cercana después de que la compañía haya declarado beneficios por segunda vez en su historia.

De acuerdo con el último informe financiero publicado por Tesla, la compañía registró unos modestos beneficios de 21,9 millones de dólares durante el tercer trimestre de 2016; toda una buena noticia si se considera que durante el mismo periodo del año pasado se generaron unas pérdidas de 230 millones de dólares.

En términos de ventas, Tesla ha conseguido mover más coches que nunca. En total 24.821 automóviles fueron entregados a sus clientes, superando las expectativas de la compañía. Este es un dato particularmente importante, puesto que la compañía necesita mover el mayor número de coches posible para disminuir el impacto económico derivado de la producción del Model 3, un modelo de precio más reducido (aproximadamente 35.000 dólares) y tintes decididamente generalistas con el que Tesla espera llegar a un mayor número de conductores.

La declaración de beneficios tiene además efectos balsámicos sobre unos accionistas cada vez menos cómodos con las pérdidas de Tesla. Sus acciones suben en estos momentos un 4,5% con respecto al cierre.

Por otro lado, Elon Musk ha divulgado algunos detalles sobre cómo piensa orientar la estrategia de Tesla más allá de la venta de coches para competir con servicios como Uber. Durante la habitual conferencia con los accionistas para departir sobre los resultados de la compañía, el máximo responsable de Tesla señaló:

[algunas personas han descrito nuestro plan como] Tesla contra Uber o Lyft o algo por el estilo. No es Tesla contra Uber, es la gente contra Uber.

Unas declaraciones crípticas que no aportan gran detalle sobre cómo piensa enfrentarse a dos de las estrellas de Silicon Valley que nacieron como simples servicios y ahora están involucradas en el desarrollo de vehículos autónomos. Sus palabras suscriben sin embargo al idea básica delineada hace algunos días, cuando señaló que los propietarios de un Tesla con capacidad de conducción autónoma podrán rentabilizarlo (e incluso llegar a pagarlo) dejándolo a disposición de otras personas cuando no esté siendo utilizado.

Las palabras de Musk no dejan de ser sin embargo algo contradictorias. Y es que así como el ejecutivo pretende crear un servicio de coche compartido basado en vehículos particulares que no están siendo utilizados en lugar de desplegando una flota propia, también quiere impedir que dichos consumidores puedan rentabilizar sus automóviles utilizando plataformas rivales como la de Uber.
Fuente: Tesla