Al contrario que otros dispositivos de este tipo, es importante destacar que Eyecan+ no requiere de otros periféricos externos como pueden ser unas gafas especiales o incluso un casco. Básicamente consiste en un receptor en forma de caja que se sitúa bajo el monitor y en el que se encuentran unos receptores inalámbricos que se calibran con la situación de los ojos del usuario.
En esta segunda generación de Eyecan, Samsung promete mayor precisión y sensibilidad. Para su correcta utilización el usuario deberá situarse a una distancia entre 60 cm y 70 cm de la pantalla, incluso permite su uso con la persona sentada o recostada. La calibración necesaria para su correcto uso solamente habrá que realizarla la primera vez que se utilice el aparato, ya que tiene capacidad para recordar las características oculares de cada usuario.
La interfaz de Eyecan+ se ve en forma de menú emergente sobre la pantalla con 18 comandos diferentes para poder trabajar en el ordenador, para su utilización únicamente será necesario el movimiento de los ojos y parpadear. Entre estos comandos podemos encontrar las típicas órdenes de "copiar", "pegar", "seleccionar todo", "scroll" o "zoom". Incluso se pueden configurar órdenes personalizadas como si se pulsaran algunas teclas, imprimir mediante "Ctrl+P" o cerrar programa con "Alt+F4".
"EYECAN + es el resultado de un proyecto voluntario iniciado por nuestros ingenieros y refleja su pasión y compromiso de involucrar a más personas en nuestra comunidad", ha explicado SiJeong Cho, Vicepresidente de Relaciones con la Comunidad de Samsung Electronics.
De momento Samsung no se plantea la comercialización de Eyecan+, sólo se encargará de fabricar un número limitado de unidades que irán destinadas a organizaciones y centros de personas discapacitadas. Por último destacar que tanto la tecnología como el diseño de Eyecan+ son de código abierto, por lo que es totalmente accesible para compañías y desarrolladores interesados en exprimir sus posibilidades.