Hasta ahora Samsung habría producido un millón de Galaxy Note 7 y recibido un total de 35 reclamaciones a nivel mundial. Desde la compañía se afirma que la solución podría pasar por un cambio de batería, pero Samsung ha decidido tomar medidas "más convincentes" por la “seguridad de los usuarios” paralizado la distribución y venta del terminal. También sustituirá cualquier unidad ya vendida en las próximas semanas.
Los coreanos aún están investigando el incidente junto a sus proveedores, pero al parecer la batería de algunos teléfonos se calienta cuando se carga y reinicia el móvil automáticamente. En algunos casos la sobrecarga quema la batería y produce severos daños en la carcasa metálica. También se habla de explosiones, pero Samsung no ha reconocido ninguno de estos casos.
En España, donde el Galaxy Note 7 ha batido todos los récords de reservas para un smartphone, ya se han detectado algunas unidades defectuosas entre los distribuidas durante el periodo de preventa. “Una cantidad insignificante que ya se ha retirado”, según las fuentes de El País.
Por ahora se desconoce cuándo Samsung reanudará la distribución y venta del Galaxy Note 7. Mientras tanto en Apple ya lo tienen todo a punto para presentar el 7 de septiembre el nuevo iPhone 7.