La feria E3 de 2005 presentaba un desafío complicado para los responsables de Sony. Con una consola de éxito sin precedentes en los últimos compases de su extendido ciclo de vida y la dificultad de vender el concepto de la primera generación de alta definición, desde la corporación japonesa trataron de conseguir de los estudios con los que colaboraba material que demostrase el importante salto tecnológico de la futura PlayStation 3.
Uno de los equipos a los que llegó esta petición fue Guerrilla, responsable del popular título de PlayStation 2 Killzone (la baza clave de Sony frente al éxito de Halo), que por aquel entonces iniciaba el trabajo en su continuación.
Mostrar el aspecto de un título puntero para la todavía intangible PlayStation 3 habría sido muy útil para Sony, y de hecho, al llegar la presentación el metraje presentado como "Killzone 2 ejecutándose en tiempo real en la consola" copó la atención de los aficionados y profesionales de todo el mundo. También puso en marcha una importante polémica con respecto a su naturaleza, dado el calibre visual del video.
Incluso años después de aquella presentación, los foros y otros espacios de reunión acogieron larguísimas discusiones entre los que opinaban que de ninguna manera el vídeo mostrado podía corresponder al motor del juego sobre un hardware todavía sin explorar y los que creyeron a pies juntillas las palabras de la presentación.
Posteriores declaraciones oficiales lo clasificaron como "vídeo creado bajo las mismas especificaciones del hardware" y finalmente como "una ilustración del objetivo de calidad" (target render). Una aproximación frecuente en la industria pero no por ello menos discutible.
Sin embargo, gracias al vídeo de Noclip hemos sabido que la realidad podría estar incluso más alejada de lo que se vendió durante la conferencia. Según la productora ejecutiva Angie Smets, el vídeo habría sido creado con el propósito de ilustrar una visión sobre el aspecto que tendrían los videojuegos de disparos en la siguiente generación, siendo exclusivamente para su visualización por los miembros del estudio y sin tener en cuenta ninguna especificación de hardware.
Así, el metraje habría sido creado mientras Killzone todavía se planteaba como un título de PlayStation 2, meses antes del E3 y de que el primer kit de desarrollo de PS3 llegase a las oficinas de Guerrilla. Cuando los desarrolladores asistieron via streaming a la presentación de Sony, no pudieron dar crédito a su caracterización como metraje en tiempo real.
Según Smets, en el estudio asumieron que nadie aceptaría esta definición en base a las limitaciones conocidas de la tecnología, para luego sorprenderse cuando la discusión online se puso en marcha y no pocos aficionados lo dieron por válido. En Guerrilla todavía no habían tenido tiempo siquiera de darle uso a su kit de desarrollo y aparentemente las expectativas creadas por el vídeo les obligaron a crecer en personal e implicación para poder alcanzar sus promesas.
Las nuevas declaraciones no encajan demasiado bien con las publicadas meses antes del lanzamiento del juego y ponen en entredicho la comunicación entre Sony y el estudio en aquellos años, pero podrían servir para poner punto y final a este episodio. Tal vez la moraleja podría servir de aviso a fabricantes de hardware y desarrolladores: nunca es demasiado tarde para que una verdad incómoda salga a la luz.