En el pliego de cargos presentado por Comisión Europea se acusó a Google de usar la posición dominante de su buscador, cuya cuota de mercado en Europa es del 90%, para superar a sus rivales y perjudicar a los consumidores. La Comisión Europea se centra específicamente en el uso de Google Shopping, del que Google recibiría una ventaja injusta respecto a otros servicios a través de su buscador.
En su respuesta, Kent Walker, abogado general de Google, ha intentado detener estas acusaciones con un vídeo y una entrada en el blog de la compañía. Según Walker, se han ofrecido “pruebas y datos” para mostrar por qué las preocupaciones de la Comisión son “infundadas”, y además aportan datos económicos recopilados a lo largo de más de una década que “confirman que la búsqueda de productos es firmemente competitiva”.
Walker también argumenta que los servicios de compras han experimentado “un enorme incremento de tráfico desde Google, además de crear nuevas empresas e inversiones, ampliando la capacidad de elección de los clientes”. Desde la compañía afirman que han ofrecido más de 20.000 millones de clics gratuitos a lo largo de la última década en países europeos utilizados por la Comisión Europea para su argumentación.
Con la respuesta de Google solo se quema una etapa de la que posiblemente será una larga batalla, que en última instancia podría costar miles de millones de dólares en multas (y abogados) a Google. Además, la Comisión Europea también tiene abierta una investigación antimonopolio por la conducta de Google en referencia al sistema operativo para móviles Android.