Según podemos leer esta mañana en Bloomberg, Apple habría abierto en el norte de Taiwán un laboratorio secreto con el que desarrollar, entre otras cosas, sus propias pantallas para las próximas generaciones de sus dispositivos.
El medio explica que ha tenido acceso a la información a través de personas que tienen constancia de la instalación. Hablamos de un edificio que albergaría al menos a 50 ingenieros junto a trabajadores, todos enfocados en la creación de nuevas pantallas con las que no dependería como hasta ahora de terceros.
Al parecer, los de Cupertino, quienes han comprado el edificio, habrían reclutado a trabajadores de Qualcomm Inc, que además era el anterior dueño del edificio. Apple habría comenzado a trabajar en este espacio este año y su objetivo, según las fuentes consultadas por Bloomberg, será el de desarrollar productos más delgados y ligeros basados en energía eficiente.
Los ingenieros también estarían desarrollando versiones más avanzadas de las pantallas de cristal líquido que se utilizan actualmente en los iPhones, Macs o en el iPad. Un trabajo que como comentábamos antes, significaría para la compañía reducir la dependencia de la tecnología desarrollada por proveedores actuales como Samsung, LG Display, Sharp o Japan Display.
