A pesar de que los aranceles de Estados Unidos van menguando con el tiempo, estos aún pueden jugar malas pasadas a los consumidores. Por ejemplo, podría subir el precio de PS5. Esta posibilidad existe después de que Sony haya comentado que está considerando aumentar el precio de sus productos para hacer frente al impacto de 100.000 millones de yenes (609 millones de euros) que prevé que tendrán las tarifas anunciadas por Donald Trump. Sobre la mesa hay otras opciones como trasladar la fabricación a Estados Unidos.
Ante sus accionistas y en el marco de la presentación de sus últimos resultados financieros, Sony ha comentado que en Estados Unidos tiene almacenadas existencias para tres meses de PS5, pero que está evaluando si trasladar a los consumidores el coste adicional que suponen los aranceles. Hasta ahora Estados Unidos se ha liberado de los aumentos de precio de PS5. En Europa ya van dos subidas. Primero fueron
50 euros más para los dos modelos de la consola, una subida que también se aplicó en otros territorios como Reino Unido, Japón, China o Canadá, y recientemente la PS5 edición digital
sufrió un nuevo aumento y ahora cuesta 499,99 euros. La PS5 con disco se queda en 549,99 euros.
Si los aranceles los pone Estados Unidos el aumento de precio debería trasladarse a sus consumidores, pero esto no siempre es así. Existe la alternativa de repartir el coste entre territorios o subir el precio de otros dispositivos. Además de incrementar el precio de sus productos y acumular existencias, Sony está tomando otras medidas para mitigar el impacto de los aranceles, incluyendo una diversificación de la cadena de suministro que ya abarca cuatro países. Aún así, la mayor parte de los componentes de PS5 salen de China, que tiene un arancel del 30 % que podría subir si no hay un acuerdo en los próximos 90 días.
Si nos fijamos en la competencia, el pasado mayo Microsoft
subió el precio de Xbox Series en todo el mundo. En Europa el impacto fue de 50 euros en ambos modelos de la consola, mientras que en Estados Unidos Xbox Series S pasó a costar 429,99 dólares (antes 349,99 dólares) y Xbox Series X 599,99 dólares (antes 499,99 dólares). El aumento fue mayor en Estados Unidos, pero este país no se vio afectado por el
incremento del precio de Xbox Series X de 2023, cuando también subió el precio Xbox Game Pass y Xbox Game Pass Ultimate.
En el caso de Switch 2, Nintendo llegó a
retrasar la campaña de reservas tras el anuncio de los aranceles de Donald Trump, pero finalmente decidió
mantener el precio de la consola y subir el de algunos accesorios y periféricos.
Fuente: EuroGamer