NaN escribió:Eso es bastante injusto.
Cuando puede ir al banco una persona que trabaja de lunes a sabado?
Y al medico? Y al ayuntamiento, y a trafico? y a....?
Que yo sepa nadie va reivindicando que esos lugares abran los fines de semana y no que decir tiene que son razones de bastatnte mas peso que ir de compras.
Somos demasiado injustos con los comerciantes que no son nuestros exclavos que tmb tienen vidas que llevar y familias que cuidar.
Y ampliando la jornada a los domingos NO CONTRATAN MAS PERSONAL, utilizan al que tienen y eso es bastante lamentable. qye te cazmbien un domingo de descanso por un martes o un miercoles, no tiene precio.
Hay que vivirlo para sentirlo.
No estoy criticando la ley, critico el doble rasero.
El pequeño comerciante se supone asfixiado por la gran superficie por culpa de los horarios. Se hace una ley para regular los horarios y luego llegan otros pequeños comerciantes que se pasan la ley por el forro.
Lo que no puede ser es que yo no pueda tener la comodidad de ir al supermercado a comprar cuando a mí me viene bien pero la tienda de mi barrio se pone a vender alcohol clandestinamente a altas horas de la noche, con la persiana bajada y despachando a través de 20 centímetros de apertura, que eso lo he visto yo.
Luego está el tema de que el pequeño comerciante no pueda sobrevivir por culpa de la gran superficie, eso es relativo. En mi barrio hay dos fruterías, a escasa distancia de un Mercadona. Y ahí siguen, llevan años. En cambio otros comercios se van a pique poco después de abrir. Evidentemente si tú te dedicas a vender la misma leche que en el supermercado pero a mayor precio, sólo te comprarán quienes tengan un desavío. El pequeño comerciante no puede competir con los precios, pero sí puede dar valores añadidos, y si ese valor añadido es demandado, el negocio sobrevive.
En mi barrio el ejemplo es la fruta, que se vende más cara en la frutería pero mucha gente va porque la calidad es mejor. Si pusieran una pescadería y una carnicería en condiciones también tendrían clientela, que vengo ahora del Mercadona y huele a pescado podrido antes incluso de que se abra la puerta que está en el otro lado de la pescadería.
Mi frutero quiere poner un puesto de pescado dentro de la tienda pero dice que no encuentra a nadie que lo quiera llevar.