Juego terminado. 8 horas y 40 minutos con todos los tesoros. Comento en profundidad mis impresiones para quien le pueda interesar. Sin spoilers. A modo de resumen, decir que, pese a sus carencias, me parece  un juego de acción muy divertido y con un ritmo fantástico pero, a la vez, un Resident Evil que deja mucho que desear. Y me explico. 
La esencia Resident Evil. Partimos de la base de que a mí me cuesta entender que la continuación directa de Resident Evil 7 dé un giro de 180 grados en casi todos los aspectos, siendo éste el juego más vendido de la saga y el segundo de la historia de Capcom. RE7 me parece una suerte de reinicio (o punto y aparte) de la saga brillante y que, con muy pocos elementos y una puesta al día en perspectiva y mecánicas, sabía reflejar la esencia y valores clásicos de los primeros tres juegos. Por ello y por tratarse este de la secuela directa (mismos personajes implicados, trama conectada) no termino de comprar el salto que se da a demasiados niveles y la forma en la que se olvida por completo del terror (o tensión) más puros, salvando una zona determinada, y de cualquier aspectos survival: adiós a la gestión del inventario y todo lo que ello conlleva y adiós a la sensación de ir escaso de recursos. Ambas cosas consiguen que el juego se reduzca a seguir el camino indicado y acribillar a cualquier enemigo que encontremos. En ningún momento sientes que tengas que pensar qué hacer con las balas o cómo gestionar dicha zona de enemigos. Del survival horror pasamos a la acción. Y RE4 hizo lo propio en un juego más arriesgado e innovador, pionero en su época, en un momento donde el survival perdía importacia. Ahora, Village se limita a imitar lo que se ha hecho hasta la extenuación. Por eso, y porque RE4 hizo mucho más y mejor dado su contexto, la comparación o la defensa de ciertas decisiones en base a "busca actualizar lo que fue RE4" no me termina de encajar. Y porque, repito, RE4 llegó seis años después del tres y fue una absoluta ruptura con lo anterior y aquí hablamos de la secuela directa que concluye la historia de Ethan Winters y compañía. Y bueno, lo que hace el juego con la dificultad normal es absurdo: es un absoluto paseo a todos los niveles. Es, de largo, el juego más fácil en esa dificultad de toda la saga. No cometáis el error de pensar que va a mantener la tónica general y jugadlo en difícil si podéis. 
Los puzles y el backtracking. Esta mañana, no sé si en respuesta a mi mensaje de anoche (disculpad que repita algunas cosas, pero igual el análisis habiendo completado el juego le sirve a alguien) alguien ponía el grito en el cielo diciendo que decir que el juego no tiene puzles y backtracking es mentir. Yo no he leído a nadie decir que no los tenga foro. Lo que sí puedo decir, habiéndolo completado, es que la cantidad y calidad de puzles es flojísima; ojo, alabo mucho a Resident Evil 7 y, siendo justos, era bastante mediocre en ese aspecto pero es que aquí son muy pocos y exageradamente sencillos (y RE7 tiene un puzle que es mejor y más memorable que todos los de RE8 juntos). Hay elementos que ni considero puzles y que están a años luz de los juegos clásicos e incluso los remakes (meter una fecha que ves en una imagen en un candado, lo de las bolitas en los rompecabezas o activar dos palancas para abrirte un camino) y otros que puedes resolver sin tener que moverte del sitio. Además, un mismo puzle (bastante arcaico y simplón) se repite tres veces. El juego te exige pensar entre cero y nada. 
De la mano, el backtracking también ha sido tremendamente rebajado. Para empezar, la inmensa mayoría de zonas principales son absolutamente lineales. En una daremos más vueltas de la cuenta por el clásico enemigo a lo Mr. X que da por culo y está para molestar pero, más allá, el juego no tiene nada que ver con los RE clásicos o la primera mitad de RE7 en ese aspecto. Es cierto que en la zona del último jerarca sí hay una fase que te exige volver sobre tus pasos (aunque te lo facilita enormemente mediante ascensores) varias veces y que el hub da una falsa sensación de libertad (aprovechada solo en las zonas que guardan secretos y desbloqueables a las que accedes una vez y vuelves, sin más) pero la inmensa mayoría del juego es muy pasillero. Este es quizá lo que menos me ha molestado pero bueno, ahí está. 
La acción. Aquí es donde el juego más mediocre me parece. El gunplay es muy del montón (se nota una barbaridad que en Capcom han aumentado mucho las hitbox de las balas para compensar lo impreciso que puede ser el control), ese movimiento de bloqueo me parece ridículo y el de empujar a los enemigos no he sabido usarlo, directamente. Han sido varias veces las que, al bloquear, me ha salido el aviso de que con L1 aparto a los enemigos pero manteniendo pulsado, haciendo doble pulsación o levantando y pulsando de nuevo he sido incapaz de utilizar el movimiento. Pero lo que no me cabe en la cabeza es que el juego no aprenda de sus errores y vuelva a meterte, en muchas ocasiones, en zonas y arenas de combate terriblemente estrechas o pequeñas que generan una dificultad artificial basada en la incomodidad y la imprecisión del control. Hay un par de momentos en el juego en los que peleas con enemigos gigantes en habitaciones de 15 metros cuadrados en los que todo es caos y parece que evitar que te golpeen es pura chiripa. Y eso, en un juego en el que te pasas de 8 a 10 horas pegando tiros a todo lo que se mueve me parece de juzgado de guardia. Y sin entrar en spoilers, diré que todos los que torcimos el morro con la recta final de RE7 a lo Call of Duty vais a flipar con ciertos tramos de este. La ida y de olla y la orgía de tiros y explosiones en la que se convierte en un par de momentos puede sacar del juego a más de uno y más de dos. Desde luego, Capcom tiene en cuenta entre poco y nada la opinión generalizada sobre sus juegos.
El guion y la historia. Esto es un despropósito importante. Justo en el momento en el que Capcom parecía haber decidido hacer borrón y cuenta nueva y empezar de cero, con una historia mucho más contenida sobre la que construir poco a poco sin que se le fuera de las manos, vuelven a la locura, los agujeros de guion y lo inverosímil como norma. Y no me refiero a que los vampiros o los licántropos sean difíciles de creer si no a que, dentro de las normas del juego, no dejan de ocurrir cosas que cuesta creer y pueden llegar a sacarte de la experiencia. Lo que hace Ethan con su mano en un momento de las primeras tres horas me parece muy significativo y un ejemplo de que en Capcom parecen tomarse muy poco en serio lo que cuenta este juego. Es cierto que el segundo tercio del juego es muchísimo más sobrio pero entre el choque de las primeras horas y según qué sucesos y la forma en la que el juego intenta explicar y conectar todo en los últimos compases, siendo exageradamente expositivo (¿para qué insinuar cuando puedes explicar en texto hasta la última coma y volver a mostrar imágenes que el jugador ya ha visto cuando se habla de eso?). Pero, por el camino, se deja abiertos agujeros de guión del tamaño de cráteres (hay varios aspectos que el juego te dice explícitamente que no sabe o quiere explicar) y vuelven al tono grandilocuente que, en mi opinión, empezó la deriva de la saga. Eso sí, el final me deja con muchas ganas de saber más sobre lo que depararán futuros DLC o juegos. Y bueno, me cuesta pensar en un personaje peor escrito que Ethan. 
La ambientación. Aquí está lo que puede dividir la balanza. Si el terror gótico y la propuesta del juego en cuanto a ambientación no te convence, es fácil que no tragues el juego. Pero si te encaja, es una gozada. Pueden estar más o menos desaprovechadas pero el juego tiene cinco zonas realmente diferenciadas y muy interesantes, cada una a su manera. Es cierto que la última, por manías personales, me ha cansado y ha supuesto un pequeño bajón, pero en cuanto a worldbuilding y representación, pocas pegas que ponerle. Es cierto que gráficamente vuelve a lo irregular, con exteriores con altibajos (la zona final del tercer jerarca, por ejemplo, es muuuuy floja) pero interiores excepcionales, que dejan con la boca abierta y parecen fotografías. En general, el trabajo artístico y el diseño de zonas y enemigos me parece impecable y, ahí sí, un salto en ambición y calidad con respecto al anterior.
Todo esto consigue que, como decía, este Village me parezca un Resident Evil que deja mucho que desear y que juega en la liga de RE5 y RE6 en tono y esencia. Lo compensa, por suerte, siendo una experiencia muy entretenida, variada y con mucho ritmo. Me dejo ideas y mecánicas a medio cocer (la "caza" es propia de un juego de hace 15 años y la mayoría de bosses podrían estar mejor planteados) pero, grosso modo, creo que esto resumen bien la experiencia: es un juego que, a poco que seas capaz de desconectar el cerebro en según qué puntos vas a disfrutar seguro pero que tiene poco o nada de lo que hizo grande a la saga y a su precuela, RE7.