Aunque me dejeis solo ... yo sigo al pie del cañon ...
El Espanyol lleva camino de completar la peor segunda vuelta de su historia. De momento, las nueve derrotas por tan sólo tres victorias sumadas en los primeros once partidos de este segundo ciclo ya son el peor balance desde que la Liga contabiliza el triunfo con tres puntos. Es decir, de las últimas doce temporadas. Esos nueve exiguos puntos están incluso lejos de los once que sumó, como peor registro, hace exactamente diez temporadas. Incluso están por debajo de los números de la última vez que se descendió a Segunda División, la campaña 92-93. Aquel ejercicio se lograron tres victorias y tres empates, lo que significaría, con el actual sistema de puntuación, doce puntos.
Para más ‘inri’, el equipo ha pasado a ser el menos goleador de toda la Primera División durante estos once partidos, junto al Valladolid. Once dianas son un pobre balance para un Espanyol que hacía un año que no se quedaba tres partidos sin marcar de forma consecutiva. Entonces fue entre las jornadas cuatro y seis, frente a Mallorca, Osasuna y Villarreal.
El mal momento del equipo, unido al hundimiento del filial, que tiene un pie en Tercera División, ha sembrado el nerviosismo en el club. No para tomar decisiones drásticas, pero sí para poner en duda el proyecto de futuro.
Oferta de 5 millones por Cvitanich
El Espanyol ha decidido hacer un esfuerzo económico por hacerse con los servicios de Darío Cvitanich, el delantero que la dirección deportiva considera idóneo para completar el ataque del equipo la próxima temporada. El club blanquiazul ha hecho llegar a Bandfield una nueva oferta que supera la inicial, cercana a los tres millones de euros por la mitad del pase del jugador. La ‘tentación’ son ahora cinco millones por la totalidad de los derechos federativos de Cvitanich. Eso sí, el pago se efectuaría en cuatro plazos, distribuidos a lo largo de las cuatro próximas temporadas, período mínimo por el que se piensa contratar al delantero argentino. Y es que, como es público y notorio, las arcas blanquiazules no están para muchas alegrías.
En su reciente viaje a Argentina, el director deportivo, Paco Herrera, logró pactar con el jugador un futuro contrato que oscilaría entre cuatro y cinco temporadas, para amortizar su fichaje. Cvitanich aceptó las condiciones que le ofreció el representante blanquiazul y, aunque ha preferido mantenerse al margen de la negociación entre Bandfield y el Espanyol, ya ha descartado la posibilidad de recalar en Boca, el otro club que ha pujado con fuerza por hacerse con sus servicios las últimas semanas.
Cvitanich no tuvo ningún reparo en reconocer el pasado fin de semana, antes de enfrentarse al conjunto xeneize, que “no me veo jugando en este país en otro equipo que no sea Bandfield, más bien sueño con un desafío europeo”. Y no negó que ese sueño pueda ser el Espanyol: “Me halaga que digan que me están buscando, pero trato de mantenerme al margen”.
La entidad blanquiazul ya ha hecho lo que tenía que hacer. Ahora la pelota está en el tejado de Bandfield. El club del Taladro sabe que no va a poder retener a su goleador, pero quiere sacar la máxima tajada. Por eso se está haciendo el remolón. En el seno del Espanyol, sin embargo, saben que hasta la fecha no ha llegado ninguna oferta superior por Cvitanich. Y están convencidos de que nadie va a poner más dinero encima de la mesa, lo que les lleva a pensar que Bandfield acabará vendiendo. Los cinco millones no están lejos de los siete en los que el club argentino ha tasado al jugador. El ‘caballo de batalla’ puede estar en la forma de pago, aunque es una fórmula que abre un gran abanico de posibilidades si hay voluntad de llegar a un acuerdo. El margen de maniobra perico es reducido con el crédito sindicado.
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