Vaya tela con el pendulito de los cojones.
Todos recordamos cuando hace años, en el 2002 o en el 2004, la gente no miraba con tanto recelo al PSOE, que se engalanaba con un halo de izquierdas en cada uno de sus mítines. La inseguridad ciudadana no era tal problema en muchas ciudades, y no se relacionaba tanto con la inmigración. Tampoco le importaba a nadie la economía, porque los parados de hoy estaban felizmente construyendo duplex a linea de playa. Había otros temas que ocupaban esa relevancia, como la ecología, la política internacional, la falta de inversión en investigación, etc. Era entonces, cuando la palabra 'progre' no la decía nadie, mientras que la palabra 'facha' era el insulto político de moda. No había palabra mejor para desacreditar a cualquier persona que participase en una conversación atacando al PSOE, o quizás defendiendo algunas tesis del PP.
Hoy hemos pasado al otro extremo. La gente recela de la izquierda, que por desgracia es relacionada con el gobierno. Y la palabra 'facha', aquello que se oía en las tertulias para desacreditar a los planteamientos aparentemente de derechas. Se ha convertido en un tabú, precisamente cuando la población más se está radicalizando hacia posturas fascistas. Cualquier solución a los problemas cotidianos, que no quiera distinguir entre nacionalidades, que rehúse de la violencia selectiva ejercida por el estado o que no sea partidaria de un estado de derecho más vengativo, es tildada de 'progre' de la misma manera que antes era empleada la otra palabrita por otros motivos también injustos. Para ejemplos, este foro. Este uso cuasi infantil de insultos políticos es un indicador más, de como las tendencias pasan de un extremo a otro, llevándose por medio a una masa que ni razona, ni quiere razonar sobre nuestro futuro político.
Me preocupa la falta de madurez política que hay en esta sociedad. Para muchos la política es un simple cruce de acusaciones entre personajes que se ven en la tele (y precisamente a esos personajes es a quien beneficia este modo de entenderla). Pero realmente es una ciencia que busca una organización de la sociedad, y que necesita de una instrucción académica. La educación, como pasa con muchos otros problemas, se muestra como la mejor herramienta para darle a cada ciudadano una base política que usaría para razonar por si mismo, y no estar simplemente a disposición de las tendencias en auge. Todo el mundo preferirá una solución a corto plazo, pero a ver si nos damos cuenta de que la magia no existe...