Descanse en paz. Solo conocí su personaje, y marcó a una generación. Me da la impresión de que el mundo de los ochenta y los noventa, el de los niños que éramos entonces, se muere. Porque claro, cuando nosotros teníamos diez ellos tenían treinta. Y ahora que andamos por los 40-50, ellos son personas mayores. Con los estilos de vida que se gastaban no es de extrañar que venga la parca a reclamar lo suyo.
De su vida personal prefiero no comentar. No lo conocí en persona, y hay que tener ojo con los linchamientos mediáticos. Debía ser un tipo difícil, bastante atormentado física y mentalmente, pero yo me quedo con su figura mediática.