Por la mañana la he visto dando vueltas por el comedor, le costaba un poco, pero ya hacía algunas semanas que no tenía mucha fuerza en las piernas traseras. El caso es que me he ido a trabajar sin esperarme nada raro. He vuelto al mediodía y no la he visto pero he pensado que estaría en el patio (es una terraza bastante grande). Después de comer he bajado -ya no recuerdo para qué- pero seguía sin verla y le he dicho a mi perro (este es grandote, tiene 8 años) que la buscara. Se ha ido al centro de la terraza y se ha quedado mirando fijamente enfrente de él. Desde donde yo estaba no veía nada ya que tengo una mesa enfrente, así que he salido. Mi sorpresa ha sido cuando me he encontrado a la pobre perrita tirada en el suelo, echada hacia adelante como si le hubieran fallado las patas delanteras de repente, con las traseras tumbadas hacia un lado y la cabeza hacia el otro. La última imagen que tengo de ella es muy chunga... por suerte me da la impresión de que ha sido algo rápido, como si hubiera tenido un ataque al corazón.
Mi madre esta mañana se la ha encontrado durmiendo exactamente en el mismo sitio donde yo la he encontrado al mediodía. Le ha extrañado y la ha metido para dentro, dejándola dormida en su camita. Al final resulta que ha ido justo en el mismo sitio donde mi madre la ha encontrado por la mañana. Como si presintiera lo que iba a pasar o qué sé yo, pero nunca se tumbaba allí. Lo que más me jode es que haya muerto sola, sin ninguno de nosotros a su lado.
En fin, que es una putada, el día que muera el otro perro -espero que dentro de muchos años- no pienso volver a tener un animal. No quiero volver a pasar por esto. Llevaba conmigo desde que yo tenía 7 años, ahora tengo 24. Es casi toda mi vida.
Su nombre era Lassie y vivió 17 largos años. Nunca la olvidaré.
