manicminer1976 escribió:@pepilloelgrillo Una pregunta, ¿Juegas delante de tus hijos? ¿Les resulta raro tu hobby? ¿Consigues seguir con tu hobby sin que ellos se obsesionen demasiado con jugar? Son dudas que tengo para cuando mi nano crezca un poco.
Pues he pasado por varias etapas.
Con el mayor, aprovechaba para jugar cuando estaba durmiendo, y rara vez cuando estaba despierto (casi siempre para probar algo que había recibido de consolas clásicas). Pero al poco de cumplir los 3 años, comencé a jugar delante de él en verano (el cumple en mayo), y poco después le monte un Vtech en la tele del salón.
Esas Navidades ya había probado a jugar a cosas sencillas conmigo, y los Reyes le trajeron su PS Vita (para poder recuperar yo la mía).
Desde entonces tiene acceso libre a la consola, y salvo que pensemos que no es el momento (porque estemos con amiguitos principalmente), no se la restringimos. También es cierto que le hemos acostumbrado a que juegue a otras cosas, y esto sea un juguete más que compaginar con los muñeco de la "patrulla cansina" (quien tenga niños sabrá que dibujos son), por lo que tampoco ha mostrado esa obsesión por jugar.
Esta es nuestra experiencia, y he de reconocer que a nosotros nos ha funcionado, pero pensamos que el truco es tratarlo con naturalidad y, como he dicho, como si fuera un juguete más.
En el lado contrario veo a mi sobrino. Mi hermana ha sido anti-consola, y nunca le ha dejado jugar, por lo que cuando enganchaba alguna no había forma de hacerle parar. Y ahora mi hermana la usa para que el niño no moleste, por lo que se ha acentuado esa obsesión.
De todas formas es complicado, y cada caso hay que tratarlo con cuidado.
Saludos!
Edit: se me olvidaba mencionar a la peque. Con ella ha sido diferente (por eso de las etapas), ya que al estar el mayor jugando también a ratos delante, yo no he dejado de jugar delante de ella. Pero eso sí, siempre ha sido de la misma forma, prestándoles atención cuando la requieren, y viendo que Papá está jugando a la consola, viendo la tele, leyendo un libro o revista, o jugando con ellos sin que nada predomine normalmente.
Ha sido un poco como la cocina, al ver que sobre todo cocino yo en casa, y que si he podido les he puesto a ayudarme/jugar haciéndolo (no veáis el empastre de harina cuando hacemos pizza), el mayor lo ha visto natural, y aún le pregunta a sus abuelos porque ellos no cocinan más que sus abuelas