A mí algunas me hacen bastante gracia por ingeniosas, pero en favor de Sara Carbonero creo que el problema no es ella, es la chorrada de preguntas que le hace Manu Carreño y compañía la mayoría de veces.
Las respuestas de Carbonero son obvias porque la mayoría de preguntas no dan para más, la tía podría enrollarse para decir lo mismo, pero es que al fin y al cabo su posición es la de estar al pie del campo y confirmar o detallar cosas que los comentaristas, desde su puesto, no ven, nada más.
Ho!