A ver si os enteráis de que la cosa está más allá de ser o no políticamente correcto. Es que una persona y mucho más un político cuyos comentarios y afirmaciones son públicos, no puede hablar en los términos que hizo el alcalde éste de una mujer que, haya hecho su trabajo mal o bien o sea como sea, ahora es ministra de España y más cuando estos términos pasan por cuestionar su valía por su condición de mujer de la manera más barriobajera que se me ocurre. ¿Y a algunos les parece gracioso? Vamos, pasa eso en Francia o EEUU y el susodicho en cuestión no aparece más en política en su vida. Lo que hizo la ministra de cultura es lo mínimo que pudo hacer.
Pero eso sí, aquí como hay que reír las gracias a todos los payasos del reino...