El tema este del matrimonio gay, por muy importante que sea para muchas personas, no deja de ser un aspecto muy superficial de la sociedad. Lo utilizan todas las democracias occidentales para crear rivalidad entre los dos grandes partidos de la idiosincrasia clásica. Ahí tenemos el caso de las últimas elecciones de EEUU, donde precisamente este fue el tema estrella para sorpresa de propios y extraños. Es un arma electoral, cuyo uno propósito es dividir y distraer al ciudadano.
El hecho es que si la gente tomara conciencia en todo momento de los problemas que realmente están perjudicando a la sociedad, todos, ganaríamos. Da igual la orientación sexual, religiosa o política. En serio, no les sigáis el juego. Ya está bien de que nos tomen por gilipollas...