He ahí un hombre que siempre fue coherente con sus ideas y con sus actos, en la medida claro está en que todos nos equivocamos.
A mí de pequeño también me resultaba algo rancio y desfasado, pero con los años lo fui apreciando y su entusiasmo como parlamentario es lamentablemente algo muy difícil de ver incluso entre los miembros más jóvenes de la Cámara.
Descanse en paz y que no se pierda su recuerdo.