Rodie escribió:kikon69 escribió:Yo creo que, en lugar de abrir tanto hilo chorras, sobre lo que dicen los chorropòlíticos, podíais abrir uno sobre anecdotas que os hayan contado vuestros abuelos, de primera mano, sobre la Guerra Civil española, si es que la vivieron; sería mucho más interesante.
Mi abuelo se chupó 3 años de mili y 3 años de guerra en el bando republicano en primera línea en la compañía de ametralladoras. De pequeño siempre me estaba contando sus batallitas y las penurias que fueron todos esos años como tener que comer lagarto porque no llegaban provisiones a que lo hirieron en más de una ocasión.
Lamentablemente yo era muy pequeño y ya no me acuerdo mucho.
Los míos lucharon en el otro bando y me acuerdo de alguna anecdota curiosa, contada por uno de ellos (al otro no lo conocí), como que, por la noche, se pasaban de juerga a territorio enemigo y se arrejuntaban de ambos bandos, que, por la mañana, antes de liarse a tiros, cada día, se cambiaban unos cuantos de bando, en plan alto el fuego que respetaban ambos bandos, y se cambiaban unos cuantos a un lado y otros al otro, dándose abrazos y despedidas antes de, después de terminado el trámite, liarse a tiros una vez ya cada cual en su nuevo bando...pero vamos, en definitiva, creo que acabó hasta los huevs de la guerra, sobretodo porque creo que había bastantes menos diferencias entre los de uno y otro bando y se odiaban bastante menos en realidad de lo que se quiere hacer ver ahora.
Otra cosa, es que, como toda guerra, es un campo libre para que los malos, que siempre los habrá, hagan lo que mejor saben hacer, independientemente del bando a que pertenezcan.
Luego pues, por ideología, te los encontrabas abusando en cualquiera de los bandos y, en consecuencia, como toda guerra civil, el bando se acaba eligiendo más por la ideología de los malos que te tocan, como revulsivo justiciero a ella, que por tenerla en un sentido o en otro.
Pero vamos, básicamente, entre que, por un lado, eramos pequeños o ellos ya mayores cuando nosotros hemos sido más adultos, y, por otro lado, que tampoco recuerdo muchos momentos de contar historias, supongo que para olvidar por su parte esa parte de la vida tan olvidable, pues se va perdiendo la cosa.
No se veo más productivo hablar de experiencias así que repartir panfletos para las hienas que tratan de vivir a nuestra costa.