La iniciativa ciudadana europea
Stop Killing Games ha superado ampliamente el millón de firmas y seguirá adelante por un camino en el que tarde o temprano se encontrará con Video Games Europe, un
lobby que defiende los intereses de los grandes editores en Europa. Los encuentros se producirán a lo largo de los próximos meses, pero el grupo de presión avanza que no ve viable la propuesta de mantener accesibles los juegos online que dejan de recibir soporte oficial debido en gran parte a los costes que tendría a nivel económico.
En
un comunicado, Video Games Europe pone en valor "la pasión de nuestra comunidad", pero dice que cuando un editor o desarrollador decide interrumpir el servicio online de un juego lo hace tras considerar múltiples factores. También defiende que cerrar los servidores "debe ser una opción" para las compañías cuando una experiencia en línea deja de ser comercialmente viable. El
lobby reconoce que puede ser decepcionante, pero defiende que cuando ocurre los jugadores reciben el aviso pertinente y todo se hace conforme a la ley.
Video Games Europe señala que los servidores privados "no son siempre una alternativa viable". Los servidores oficiales cuentan con protecciones que velan por los datos de los jugadores y luchan contra el contenido ilegal, y el
lobby dice que en servidores privados donde no existen estas garantías los titulares de los derechos seguirían siendo responsables. Además, defiende que muchos juegos se diseñan desde cero pensando solo en la experiencia online, así que una propuesta como la de Stop Killing Games restringiría la elección del desarrollador al hacer que estos videojuegos fueran "extremadamente caros".
Video Games Europe tiene como miembros a todos los grandes editores, incluyendo a Microsoft, Nintendo y Sony, y se define como una "federación europea" que "representa los intereses de sus asociados ante las instituciones de la Unión Europea, organizaciones internacionales, académicas y la sociedad civil en general". Su respuesta a la iniciativa Stop Killing Games no debería ser una sorpresa, pero sí una muestra de lo que se puede lograr con un movimiento como este. En cualquier caso, a partir de aquí se pone en marcha otro juego, uno en el que Video Games Europe tiene más experiencia y recursos.
A día de hoy la iniciativa Stop Destroying Videogames suma más de 1,2 millones de firmas y sus organizadores animan a los interesados a firmar igualmente. Se da por hecho que algunas firmas serán invalidadas por errores o duplicados, así que cuantos más apoyos mejor.
Fuente: EuroGamer