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El Gobierno impondrá el próximo viernes duras restricciones a la venta de preferentes a particulares. A partir de ahora se les exigirá su consentimiento de puño y letra y, en algunos casos, una inversión mínima de 100.000 euros.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha adelantado en una entrevista con la agencia Efe los detalles del real decreto que aprobará el Gobierno y que tendrá un impacto en el funcionamiento de las entidades financieras en el futuro.
El real decreto no sólo establecerá nuevas normas para la venta de productos complejos de naturaleza híbrida, como las participaciones preferentes, sino que además regulará la Sociedad de Gestión de Activos (el llamado "banco malo") y redefinirá el marco de actuación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), al que dará una mayor capacidad de supervisión.
El Gobierno está decidido a que no se repita el escándalo de las preferentes, un producto muy complejo que la banca vendió en las sucursales como si fueran depósitos, a clientes particulares, muchas veces sin conocimientos, y en ocasiones sin su consentimiento.
Hace un año la banca mantenía un saldo de 22.500 millones en estos productos financieros perpetuos, es decir, que no vencen nunca, y cuya retribución está ligada a que la entidad registrara beneficios.
Se calcula que más de un millón de clientes vieron atrapados sus ahorros en las preferentes, según las asociaciones de consumidores, que han llevado el caso ante la Justicia.
"Estos productos en muchas ocasiones son para inversores sofisticados, no son para colocar en las redes bancarias", ha apuntado el ministro, quien está convencido de que con la nueva regulación "evitaremos situaciones como las que hemos vivido en los últimos años.
Más requisitos
A partir del próximo viernes, toda entidad que coloque participaciones preferentes en las sucursales deberá destinar la mitad de la emisión a inversores institucionales, como fondos de inversión, a los que aplicará las mismas condiciones que a los particulares, para evitar discriminaciones.
Además, cuando la entidad emisora no cotice en Bolsa, se exigirá al comprador una inversión mínima de 100.000 euros. "Esto también será un elemento que limitará las posibilidades de comercialización", ha apuntado el ministro.
Los bancos tendrán que crear un registro de productos complejos para que se sepa que "hay algunos productos que, por su naturaleza, no son los más adecuados para el ahorrador normal". Aun así, si un cliente "quiere adquirirlo, se le obligará a poner de su puño y letra que, a pesar de que no es el producto adecuado para él, lo quiere adquirir".
Ahorradores atrapados en las preferentes
Eso sí, aún queda pendiente de resolver el problema de los ahorradores que se han visto atrapados en estos productos, y no han podido recuperar sus ahorros. La mayor parte de las entidades financieras están ofreciendo canjes de preferentes por acciones u otros productos, como depósitos, que permiten recuperar el dinero pasado un tiempo.
No obstante, las entidades que han recibido ayudas públicas, como Bankia, Novagalicia o CatalunyaCaixa, que fueron muy activas en la venta de estos productos, no pueden hacerlo porque la Comisión Europea exige que el coste de su reestructuración sea pagado también por sus acreedores, incluidos los que compraron preferentes.
El ministro ha explicado que en la actualidad el Banco de España está negociando con Bruselas unas condiciones de canje que permitan que el daño que sufran los inversores en preferentes sea el menor posible.
Algunos medios financieros han recogido la posibilidad de que se ofrezca a estos inversores canjear sus títulos con un bono que puedan negociar en el mercado secundario, e incluso obtener una rentabilidad al vencimiento. De Guindos no ha dado detalles al respecto, aunque sí ha aclarado que el producto que recibirán a cambio los inversores tendrá liquidez, es decir, podrá venderse en el mercado secundario, "algo que ahora no ocurre con las preferentes". Y tendrán unas condiciones "que compensen de alguna manera esas desventajas que tenían las preferentes".
El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, ha manifestado esta mañana en Santander que el Estado o las comunidades autónomas, a través de los presupuestos, deben hacerse cargo de las pérdidas ocasionadas por la venta de participaciones preferentes de las entidades bancarias a los ciudadanos. Él aboga por crear una línea de crédito para poner en marcha esa ayuda y apoyar así a los clientes de los bancos que adquirieron estos productos y ahora han perdido su dinero, como informa Marisa Recuero en elmundo.es
Reconozco que cuando he oído sus palabras en la radio no me las he creído y he esperado a verlas reflejadas en teletipos y en las webs para confirmar la información. ¿Cómo es posible que el comisario esté pidiendo que el Estado salga en auxilio de las entidades que han colocado en el mercado -con o sin fraude- un producto financiero a los clientes?
Las participaciones preferentes están dando serios quebraderos de cabeza a los que las suscribieron. Son productos complejos, medio renta fija medio renta variable, que exigian una explicación pormenorizada por parte de los gestores bancarios y, sobre todo, la selección de los clientes a los que se iban a vender. En muchos casos no se dieron ninguna de estas dos condiciones, pero ahora sólo hay dos formas de arreglar ese desaguisado:
1. Si se distribuyeron correctamente y el cliente estaba perfectamente al tanto del producto y de sus riesgos, es el propio cliente que que tiene que asumir la pérdida. Como ocurre en cualquier otro tipo de inversión, sea un plan de pensiones, un fondo o unas acciones.
2. Si el banco o caja engañó al cliente al ocultarle las condiciones y se demuestra, el banco o caja tiene la obligación de aceptar las reclamaciones. Debe resarcir a esos clientes. Y, aquí sí, el papel del Estado será apoyar al máximo a los afectados, denunciar a esos gestores y exigirles responsabilidades administrativas y penales.
Pero el Estado no tiene que asumir las consecuencias del engaño -si lo ha habido- de unos personajes particulares. Y si no, mejor, ¿por qué no se hace cargo Bruselas de la factura?.
@vicentelozano
Link: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/con ... entes.html
futuro mad max escribió:pero si uno compra sin leer la letra pequeña es su responsabilidad
Bou escribió:futuro mad max escribió:pero si uno compra sin leer la letra pequeña es su responsabilidad
Bueno, será responsabilidad del timador ¿no? Recordemos que entre los firmantes había hasta analfabetos que sencillamente se fiaron de la palabra del director de su sucursal, porque aunque hubieran leído la letra pequeña no habrían tenido forma de entenderla.
futuro mad max escribió:Bou escribió:futuro mad max escribió:pero si uno compra sin leer la letra pequeña es su responsabilidad
Bueno, será responsabilidad del timador ¿no? Recordemos que entre los firmantes había hasta analfabetos que sencillamente se fiaron de la palabra del director de su sucursal, porque aunque hubieran leído la letra pequeña no habrían tenido forma de entenderla.
Eso ya es salirse mucho del tema, si se demuestra que le corten las manos al director del banco y que lo pague con su dinero
Bou escribió:futuro mad max escribió:pero si uno compra sin leer la letra pequeña es su responsabilidad
Bueno, será responsabilidad del timador ¿no? Recordemos que entre los firmantes había hasta analfabetos que sencillamente se fiaron de la palabra del director de su sucursal, porque aunque hubieran leído la letra pequeña no habrían tenido forma de entenderla.
sator23 escribió:Bou escribió:futuro mad max escribió:pero si uno compra sin leer la letra pequeña es su responsabilidad
Bueno, será responsabilidad del timador ¿no? Recordemos que entre los firmantes había hasta analfabetos que sencillamente se fiaron de la palabra del director de su sucursal, porque aunque hubieran leído la letra pequeña no habrían tenido forma de entenderla.
Pues que se busquen alguien que se lo traduzca o deleguen en una persona de confianza... o mejor, que no se metan en fregaos y en cosas que no entienden.
Siempre y cuando esté todo detallado y dentro de la legalidad no hay razón ni lugar para las protestas, ya que cada uno es responsable de lo que firma. Si yo soy tonto y vendo un chalet de 5.000 metros cuadrados en Marbella por 100 € será problema mío, no del que me lo compra.
Me toca bastante las narices esto del buenismo social.
sator23 escribió:Bou escribió:futuro mad max escribió:pero si uno compra sin leer la letra pequeña es su responsabilidad
Bueno, será responsabilidad del timador ¿no? Recordemos que entre los firmantes había hasta analfabetos que sencillamente se fiaron de la palabra del director de su sucursal, porque aunque hubieran leído la letra pequeña no habrían tenido forma de entenderla.
Pues que se busquen alguien que se lo traduzca o deleguen en una persona de confianza... o mejor, que no se metan en fregaos y en cosas que no entienden.
Siempre y cuando esté todo detallado y dentro de la legalidad no hay razón ni lugar para las protestas, ya que cada uno es responsable de lo que firma. Si yo soy tonto y vendo un chalet de 5.000 metros cuadrados en Marbella por 100 € será problema mío, no del que me lo compra.
Me toca bastante las narices esto del buenismo social.
zibergazte escribió:Según tú, también hay que dejar que engañen a los jubilados en sus casas con las revisiones extras, poniéndoles ADSL sin tener PC, vendiéndoles enciclopedias, etc,etc..
zibergazte escribió:Pongamos las cosas claras. Esas preferentes se vendieron a particulares a sabiendas de lo que podía pasar. Por supuesto que no obligaron a firmar a nadie, pero seguro que si lo hicieron a sus comerciales.. diciéndoles que las vendieran a los clientes en muchos casos obviando información de manera deliberada. Un juez será quien dicte si han cometido alguna ilegalidad o no, pero desde luego que eticamente se han pasado de la raya..
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/06/07/ ... 93845.html
AngelCaido escribió:http://www.canalsur.es/portal_rtva/web/ ... ?id=217859
sator23 escribió:zibergazte escribió:Según tú, también hay que dejar que engañen a los jubilados en sus casas con las revisiones extras, poniéndoles ADSL sin tener PC, vendiéndoles enciclopedias, etc,etc..
¿Y por qué no? El problema no es del comercial, sino de la persona que no sabe lo que está comprando.
sator23 escribió:Pues que se busquen alguien que se lo traduzca o deleguen en una persona de confianza... o mejor, que no se metan en fregaos y en cosas que no entienden.
Me toca bastante las narices esto del buenismo social.
Sheu_ron escribió:El banco vende preferentes.
El banco gana dinero.
El usuario de a pie pierde dinero.
El Estado pide una linea de crédito (aparece en la noticia).
El banco vuelve a ganar dinero.
El usuario de a pie recupera su dinero.
El usuario de a pie paga, con sus impuestos, esa "línea de crédito".
El usuario de a pie vuelve a perder dinero.
En fin............
Hadesillo escribió:No sé por qué el gobierno tiene que restringirlo si alguien de manera particular tiene interés en invertir en participaciones preferentes (de hecho ahora mismo con lo que ha caído la bolsa quizá no sea mala idea).
Lo que tendría que haber habido era una ley donde se obligara a informar perfectamente a personas sin conocimientos de economía qué eran y sobretodo el riesgo que había. Yo hace años ya avisé a todos mis familiares y conocidos que no invirtieran en ésto cuando me enteré de que los bancos se estaban dedicando a ofrecer participaciones preferentes en lugar de cuentas de ahorro.