Hay una cosa que se llama conducta ejemplarizante.
Y no voy a entrar en política, propiamente dicha. Es decir, me la sopla el debate sobre si la "culpa" es de ZP de Rajoy o de su vieja la coneja.
Pero la realidad de ese momento particular es:
Ese mismo día, se aprueba un rescate (aunque lo llamen de otra manera) que implica que España va a ver cómo incrementa su deuda en 100.000 millones de €. Dinero que hay que devolver con intereses. Ese mismo día perdemos soberanía, ya que ese dinero vendrá acompañado de "los hombres de negro" de la troika, que van a vigilar con lupa lo que hacemos con cada uno de esos €. Es decir, gente a la que el pueblo NO HA VOTADO, va a tomar decisiones e influir en la gestión económica de nuestro país, imponiendo medidas que van a repercutir en cada uno de nosotros.
En ese momento (el día anterior) la bolsa cerró por los suelos, nuestro diferencial con el bono alemán estaba por las nubes. El índice de paro está al nivel del tercer mundo. Las calles están a punto de estallar. Hay un auténtico drama humano escondido detrás de todos los fríos números. Gente pasando hambre de la de verdad.
Con todo ese escenario, irse a ver un puto partido de fútbol, no me parece PARA NADA una conducta ejemplar. Ni siquiera si se lo pagase de su bolsillo. Pero peor aún si el gasto corre a cuenta de nuestros maltrechos bosillos.
Está claro que el coste de ese viaje no nos saca de pobres, pero como digo, se trata de detalles. De actitudes. De conductas.