¿Crisis? Ayer fue imposible encontrar donde comer

Chat gpt también está de acuerdo con vosotros solo poniendo el post de OP . España no vive una bonanza real, sino una ilusión de normalidad. Las calles llenas y los restaurantes abarrotados no reflejan prosperidad, sino una mezcla de factores que sostienen un consumo por encima de la capacidad económica real. Muchos hogares tiran de crédito o de ahorros para mantener el mismo nivel de vida, mientras el turismo y el consumo de fin de semana maquillan la precariedad cotidiana. A esto se suma un elemento clave: el apoyo familiar. Padres y abuelos siguen financiando buena parte del gasto de los jóvenes, que al no pagar vivienda ni gastos fijos, destinan su dinero casi íntegro al ocio. La cultura española de socializar y mantener las apariencias hace el resto: aunque los salarios sean bajos y el ahorro se agote, se sigue saliendo, se come fuera y se aparenta normalidad. En el fondo, hay una precariedad estructural que se disfraza entre terrazas llenas y luces de ciudad.
hal9000 escribió:Ayer domingo fui a Barna a ver un colega, al final acabamos en la Maquinista... daba hasta un poco de miedito, todo vacío y un montón de establecimientos de hostelería cerrados. :o

Estaría bien saber que monton de ssitios de restauración has visto cerrados, porque igual hay uno cerrado y otro que tiene otro horario. Y eso hablando de un CC que en domingo solo abre literalmente restauración y cine.

Haberte pasado el sabado con colas en todos los restaurantes que sobrepasaban el del anterior.
Desde las 12:30 colas largas en todos, y a casi las 16h seguían las colas PARA COMER.

Yo he ido en domingo varias veces antes de ir al cine y me he comido colas igualmente, así que no sé exactamente que te encontraste.


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Al op, no te indignes hombre. Haber ido a comer a casa y asi no contribuyes a que otro te vea y piense lo que has pensado tú [+risas]
Melkorian escribió:Ni durante la crisis del 2008 la gente dejaba de ir a los bares y restaurantes.
No me meto en la economia de cada uno, pero siempre me ha dado la impresion de que por muy mal que este uno la caña en el bar no se la quita nadie [+risas] .

Pero si estamos peor que en la crisis de 2008
Galdergalder escribió:Pero si estamos peor que en la crisis de 2008


en unos factores si y en otros no.

ahora mismo el salario minimo y medio es mas alto y el paro es mas bajo, por ejemplo.
Konstantine106 escribió:
Kenway2017 escribió:Pues yo sólo voy a bares y restaurantes en ocasiones muy contadas, no tengo costumbre de ir porque si, la gente está desatada :D

Tienes un círculo social amplio con el que quedar para tomar un café [cerveza/comida/cena] o tu vida se limita a ir del trabajo a casa y de casa al trabajo?

Tengo un círculo social normalito, quedo algún fin de semana con amigos, pero no todos los fines de semana...
O Dae_soo escribió:
GXY escribió:se puede expresar de las dos formas.

ustedes dicen que no compran vivienda porque se gastan el dinero en otras cosas y yo digo que se gastan el dinero en otras cosas porque no le dan prioridad a gastarlo en vivienda. :o

Sí, pero no es blanco o negro. No es el huevo o la gallina. También puede ser tal cual he dicho, que las dificultades en el acceso a la vivienda y emancipación, les hace más fácil el acomodarse en casa con su sueldo. La dificultad existe, y mucha, y hay quienes ante las dificultades prefieren la comodidad. O dicho de otra forma , con un acceso a la vivienda más asequible y razonable, habría más jóvenes que se esforzarían y priorizarían el acceso a la misma


Por cierto, entiendo que con "ustedes" sin citarme te referías a mí y al otro usuario por ser los mensajes anteriores al tuyo y no al mensaje original del OP, ¿verdad? , ( @diex90 @Konstantine106 )


Mal usado igualmente si
GXY escribió:
Galdergalder escribió:Pero si estamos peor que en la crisis de 2008


en unos factores si y en otros no.

ahora mismo el salario minimo y medio es mas alto y el paro es mas bajo, por ejemplo.


Yo creo que en lo que estamos peor es en el acceso a la compra de una vivienda y en el % del salario que se tiene que dedicar a la misma. Y en lo que estamos pero mucho mucho peor es en acceso al alquiler para poder vivir.
Kenway2017 escribió:
Konstantine106 escribió:
Kenway2017 escribió:Pues yo sólo voy a bares y restaurantes en ocasiones muy contadas, no tengo costumbre de ir porque si, la gente está desatada :D

Tienes un círculo social amplio con el que quedar para tomar un café [cerveza/comida/cena] o tu vida se limita a ir del trabajo a casa y de casa al trabajo?

Tengo un círculo social normalito, quedo algún fin de semana con amigos, pero no todos los fines de semana...

Si solo quedas "algún" fin de semana con los amigos no, no tienes un círculo social amplio, más bien [muy] reducido.

Es decir, tú no vas a locales de restauración por falta de dinero o por prioridades económicas, no vas porque no tienes con quien ir.
GXY escribió:
Galdergalder escribió:Pero si estamos peor que en la crisis de 2008


en unos factores si y en otros no.

ahora mismo el salario minimo y medio es mas alto y el paro es mas bajo, por ejemplo.

Si pero con la inflaccion eran mejores los sueldos de 2008
O Dae_soo escribió:
GXY escribió:
Galdergalder escribió:Pero si estamos peor que en la crisis de 2008


en unos factores si y en otros no.

ahora mismo el salario minimo y medio es mas alto y el paro es mas bajo, por ejemplo.


Yo creo que en lo que estamos peor es en el acceso a la compra de una vivienda y en el % del salario que se tiene que dedicar a la misma. Y en lo que estamos pero mucho mucho peor es en acceso al alquiler para poder vivir.


ya. me lo dices o me lo cuentas? , que hace 4 años pagaba 370 por un piso y ahora pago 500 por una habitacion [burla2]
Galdergalder escribió:
Melkorian escribió:Ni durante la crisis del 2008 la gente dejaba de ir a los bares y restaurantes.
No me meto en la economia de cada uno, pero siempre me ha dado la impresion de que por muy mal que este uno la caña en el bar no se la quita nadie [+risas] .

Pero si estamos peor que en la crisis de 2008

[chulito]
No te lo crees ni tu, en el 2008 no solo no había curro, sino que endurecieron los requisitos para las cualquier tipo de ayuda, nada de IMV, etc. Y lo peor de todo, unas letras de hipoteca imposibles de pagar.

exitfor escribió:
hal9000 escribió:Ayer domingo fui a Barna a ver un colega, al final acabamos en la Maquinista... daba hasta un poco de miedito, todo vacío y un montón de establecimientos de hostelería cerrados. :o

Estaría bien saber que monton de ssitios de restauración has visto cerrados, porque igual hay uno cerrado y otro que tiene otro horario. Y eso hablando de un CC que en domingo solo abre literalmente restauración y cine.

Haberte pasado el sabado con colas en todos los restaurantes que sobrepasaban el del anterior.
Desde las 12:30 colas largas en todos, y a casi las 16h seguían las colas PARA COMER.

Yo he ido en domingo varias veces antes de ir al cine y me he comido colas igualmente, así que no sé exactamente que te encontraste.

El domingo por la tarde, VACIO, toda la restauración, menos alguna isla de chuches, todo cerrado. Arriba estaban casi todos abiertos.
Yo recuerdo en la maquinista petada los domingos y eso que como bien dices las tiendas no abren.
hal9000 escribió:El domingo por la tarde, VACIO, toda la restauración, menos alguna isla de chuches, todo cerrado. Arriba estaban casi todos abiertos.
Yo recuerdo en la maquinista petada los domingos y eso que como bien dices las tiendas no abren.

Creo que no nos estamos entendiendo porque estás diciendo cosas opuesta.

Abajo hay un bar, el viena y el de jamón cortado.
Toda la restauración está literalmente arriba, que como dices está todo abierto.

Entonces no entiendo que antes digas que habia mucha restauración cerrada cuando tú mismo dices que arriba no lo estaba...
Es que es la trampa de siempre de la macroeconomía. El consumo no está subiendo, lo que está subiendo y de una forma brutal son los precios. En 2008 encontrabas en cualquier bar de Barcelona sin tener que irte lejos del centro, birras a 1€. Zona Paral•lel para que el que sea de Barna se ubique. Ahora suerte si la encuentras a menos de 3€. Por tanto, no es que el consumo esté subiendo, es que ahora con lo que te cuesta una cerveza, antes te tomabas 3.

Y así vamos… Maquillando datos, manipulando la información, y creando una sensación de falsa normalidad cuando no paramos de perder poder adquisitivo y ya hay hasta gente que se endeuda para irse de vacaciones. Y no tengo pruebas pero tampoco dudas de que hay más de uno/a que tira de Visa para salir los fines de semana a comer/cenar.

Este mismo sábado teníamos una mesa al lado: dos chicas holandesas (se nota el acento en el inglés que tira para atrás) y la otra no alcancé a identificarla (si, puse la oreja un poco). Bien, la conversación era en qué barrio comprarían el segundo piso para ponerlo a alquiler. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Konstantine106 escribió:
Kenway2017 escribió:
Konstantine106 escribió:Tienes un círculo social amplio con el que quedar para tomar un café [cerveza/comida/cena] o tu vida se limita a ir del trabajo a casa y de casa al trabajo?

Tengo un círculo social normalito, quedo algún fin de semana con amigos, pero no todos los fines de semana...

Si solo quedas "algún" fin de semana con los amigos no, no tienes un círculo social amplio, más bien [muy] reducido.

Es decir, tú no vas a locales de restauración por falta de dinero o por prioridades económicas, no vas porque no tienes con quien ir.

Pues eso, normalito, reducido, no he dicho que sea amplio XD
Es que la economía de España va como un cohete. [Ooooo]
La proxima te acercas y preguntas de donde son… me apuesto que pocos locales.
¿Qué mejor ejemplo de pobreza que gastar en lugar de ahorrar?


GXY escribió:
Galdergalder escribió:Pero si estamos peor que en la crisis de 2008


en unos factores si y en otros no.

ahora mismo el salario minimo y medio es mas alto y el paro es mas bajo, por ejemplo.

Cuando acabó el año quizá era mayor el paro, cuando empezó no.
Que los bares y terrazas estén llenos no es símbolo de prosperidad por si mismo y si puede ser síntoma de crisis.

Si la gente no puede cumplir objetivos mayores como tener casa, familia, hijos, metas laborales, etc y/o no ve mucho futuro al ahorro es normal que decida darse placeres más pequeños que si están a su alcance porque es para lo único que si alcanza.
Gurlukovich escribió:¿Qué mejor ejemplo de pobreza que gastar en lugar de ahorrar?


GXY escribió:
Galdergalder escribió:Pero si estamos peor que en la crisis de 2008


en unos factores si y en otros no.

ahora mismo el salario minimo y medio es mas alto y el paro es mas bajo, por ejemplo.

Cuando acabó el año quizá era mayor el paro, cuando empezó no.


Yo recuerdo que en aquella época de burbuja inmobiliaria se alcanzó la tasa de paro mas baja de este país desde que hay democracia, el 7%. Luego no se porque ahora en los graficos ponen que en aquella época fue del 8%, pero yo recuerdo perfectamente en la tele ver graficos del 7%. A dia de hoy ronda el 10 u 11% creo, y las previsiones futuras es que no baje del 10% los próximos años.
La gente con llegar con 1€ a 30 de cada mes, ya es feliz.
Gnoblis escribió:Que los bares y terrazas estén llenos no es símbolo de prosperidad por si mismo y si puede ser síntoma de crisis.

Si la gente no puede cumplir objetivos mayores como tener casa, familia, hijos, metas laborales, etc y/o no ve mucho futuro al ahorro es normal que decida darse placeres más pequeños que si están a su alcance porque es para lo único que si alcanza.

Si gastan en placeres que están a su alcance , las cosas más importantes las tendrán cada vez más lejos.
A veces también es cuestión de prioridades y lo que les merezca la pena esforzarse en conseguirlas
O Dae_soo escribió:
Gnoblis escribió:Que los bares y terrazas estén llenos no es símbolo de prosperidad por si mismo y si puede ser síntoma de crisis.

Si la gente no puede cumplir objetivos mayores como tener casa, familia, hijos, metas laborales, etc y/o no ve mucho futuro al ahorro es normal que decida darse placeres más pequeños que si están a su alcance porque es para lo único que si alcanza.

Si gastan en placeres que están a su alcance , las cosas más importantes las tendrán cada vez más lejos.
A veces también es cuestión de prioridades y lo que les merezca la pena esforzarse en conseguirlas

El ser humano no brilla por tomar las mejores decisiones a largo plazo.
No es decisión mía, yo si compré mi casa.
Y el fútbol está lleno, y los musicales que valen una pasta, y ... pero eso no es significativo de nada. Bueno sí, de una cosa sí lo es, de que la gente tiene unas prioridades muy raras. En salud o educación les cuesta más gastar.
Ed_Warren escribió:Y el fútbol está lleno, y los musicales que valen una pasta, y ... pero eso no es significativo de nada. Bueno sí, de una cosa sí lo es, de que la gente tiene unas prioridades muy raras. En salud o educación les cuesta más gastar.

Es que gastar en salud y eduación no es un tema de prioridades sino de percepción sobre el funcionamineto de la salud y educación públicas.
dinodini escribió:Yo no digo que no vaya a haber una crisis sino que no la hay ahora mismo. Dentro de x meses puede que esto se hunda, pero a dia de hoy no esta asi la cosa, lo mismo que en el 2006 iba todo como un cohete y un año despues estabamos en plena crisis.

El consumo en España arranca el cuatro trimestre del 2025 registrando un fuerte crecimiento

El consumo en España ha iniciado el cuarto trimestre con fuerza al crecer un 5,2% interanual en la primera semana de octubre, lo que supone un 0,8% más que en septiembre, según los datos del Monitor de Consumo de CaixaBank Researc.

El ritmo de avance es especialmente intenso en el consumo presencial, que se acelera hasta el 3,3%, un 0,8% más que el mes anterior, mientras que el comercio electrónico se consolida de nuevo en el crecimiento a doble dígito del 12%, un 2,2% más que en septiembre. El consumo mediante recibos mantiene una evolución parecida a la de septiembre, con un aumento del 4,6%.

Primero hay que ver que significa que ha subido el consumo, si es que todo ha subido irremediablemente y por tanto en lo que antes gastabas 5 ahora gastas 8...a mi hace 5 años me daba para ahorrar sin proponérmelo, ahora haciendo menos compras y muchos menos caprichos tengo que medir muy bien los gastos para quedarme igual.
Por otra parte, como diga de haber una bajada del empleo drástica, esto se va a la porra en una semana, sin ir más lejos, si lo del covid pasara mañana no se iba a soportar como se hizo, ya que eso junto a la crisis de ucrania nos ha quemado los ahorros y mucha gente vive bien pero al día.
Y por supuesto que vive mejor quién tiene trabajo y vive con los padres, que prueben a tener 2-3 hijos, trabajar a 40km de casa y mantener 1 o 2 viviendas a ver si viven tan bien.
Gnoblis escribió:Si la gente no puede cumplir objetivos mayores como tener casa, familia, hijos, metas laborales, etc y/o no ve mucho futuro al ahorro es normal que decida darse placeres más pequeños que si están a su alcance porque es para lo único que si alcanza.

Si mal no recuerdo, esto es llamado el "índice del lápiz de labios". La teoría viene a ser que, cuando no hay presupuesto para "lo grande", se opta por pequeños lujos. Esto repercute psicológicamente en pensar que tampoco se está tan mal.
Galdergalder escribió:
Melkorian escribió:Ni durante la crisis del 2008 la gente dejaba de ir a los bares y restaurantes.
No me meto en la economia de cada uno, pero siempre me ha dado la impresion de que por muy mal que este uno la caña en el bar no se la quita nadie [+risas] .

Pero si estamos peor que en la crisis de 2008


Poca crisis viviste en 2008 para decir eso.
Manint escribió:
Galdergalder escribió:
Melkorian escribió:Ni durante la crisis del 2008 la gente dejaba de ir a los bares y restaurantes.
No me meto en la economia de cada uno, pero siempre me ha dado la impresion de que por muy mal que este uno la caña en el bar no se la quita nadie [+risas] .

Pero si estamos peor que en la crisis de 2008


Poca crisis viviste en 2008 para decir eso.


Si, yo lo vivi. Paro del 25%. Te paraban por la calle gente pidiendo dinero, pero no los típicos vagabundos o gente que se ve pobre sino parejas jòvenes cogidos de la mano, fue muy duro ver esto. Llamaban gente a la puerta de tu casa continuamente para pedir dinero, algo que por ej. hoy en día no se ve. Abrias los periodicos y solo eran noticia de cierre de empresas, despidos de miles de trabajadores, etc. Se te quitaba la gana de abrir los periodicos que veías en los bares preguntandote que empresa habrá anunciado hoy que cierra. Españoles emigrando a Argentina, Chile, etc.

13 diciembre 2010. Ya llegaron más de 30 mil españoles a Argentina por la crisis europea

Los desahucios eran una locura. Era una cantidad increible. Gente que había comprado vivienda por 200.000 euros, se quedaban en el paro y por tanto tenían que vender la vivienda y ahora no les daban por ella ni la mitad, y al no poder venderlo se lo quedaba el banco por 50 o 70.000 euros, y el hipotecado quedaba con una deuda de por vida con el banco sobre el resto. Había acapanpadas en los bancos de gente desahuciada.

Si en algo del pasado se parece a la situación actual no es la crisis del 2008, sino como viviamos antes de la crisis del 2008, con paro del 7% y la economía creciendo como ahora, al 2 o 3%, con carteles en los establecimientos poniendo: se necesita personal. Pero ese momento tampoco se recuerda como de que se viviera bien, porque la vivienda estaba muy cara, y los sueldos eran mileuristas. en esa época, y no en la crisis, es cuando se creo el termino del mileurista.

https://elpais.com/diario/2005/10/23/do ... 50215.html

La generación de los mil euros

23 OCT 2005 -


A mediados de agosto llegó una carta a este periódico que anunciaba la aparición de una nueva clase social. Se titulaba Soy mileurista y decía, entre otras cosas, lo siguiente: "El mileurista es aquel joven licenciado, con idiomas, posgrados, másters y cursillos (...) que no gana más de 1.000 euros. Gasta más de un tercio de su sueldo en alquiler, porque le gusta la ciudad. No ahorra, no tiene casa, no tiene coche, no tiene hijos, vive al día... A veces es divertido, pero ya cansa (...)". La autora, Carolina Alguacil, de 27 años, reside en el centro de Barcelona y trabaja en una agencia de publicidad. Inventó el término -y decidió escribir la carta- después de pasar unos días en Alemania y comparar, con un sentimiento a medio camino entre la rabia y la envidia, cómo vivían sus amigos berlineses y cómo vivían ella y sus amigos españoles.

Sólo el 40% de los universitarios tiene en España un trabajo acorde con sus estudios. Y la tasa de paro entre los titulados es de las más altas de Europa

Belén Bañeres tiene 37 años y la sensación "de haber ido llegando tarde a todo". Estudió Psicología y lleva saltando de trabajo en trabajo 14 años

"Han tenido tiempo de saber que el porvenir ya no se escribe como en las viejas novelas, que empezaban mal y terminaban bien", dice un sociólogo

Carolina comparte su casa con otras tres chicas de 25, 29 y 29 años. Ninguna gana lo suficiente como para alquilarse un apartamento. Pagan 360 por cabeza y conforman una extraña familia unida cuyos miembros hace un año no se conocían de nada. "Toda la gente con la que voy es así", añade Carolina, "tengo una amiga que trabaja en una editorial de Madrid por 1.000 euros; mi hermano es ingeniero en Andalucía y lo mismo, mi cuñada es licenciada en Medio Ambiente y también. Todos estamos igual, y no es que vivamos mal, porque para algunos somos unos privilegiados, pero no es lo que esperábamos".

Un reciente informe de la Unión Europea, el Eurydice, le da la razón: sólo el 40% de los universitarios tiene en España un trabajo acorde con su nivel de estudios, y la tasa de paro entre los titulados de 25 y 34 años es del 11,5%, una de las más altas de Europa, que se sitúa en un 6,5%.

A pesar de esto, y de lo que piensa Carolina, no es un fenómeno exclusivo de España. El sociólogo francés y profesor de ciencias políticas Louis Chauvel aseguraba en el Nouvel Observateur que los pobres del siglo XIX y principios del XX (los obreros sin cualificación, los agricultores o los ancianos) pertenecen a una sociedad que desaparece. "Y los nuevos pobres de hoy en día son los jóvenes", añadía.

Los nacidos entre 1965 y 1980, esto es, los españoles que, en un extremo de la horquilla, van dejando atrás la juventud, como Carolina y sus compañeras, y en el otro comienzan a apropiarse del poder, disfrutaron de una niñez dorada, de unos padres abnegados y responsables y de un país moderno y optimista que navegaba viento del desarrollismo en popa. Sortearon dos crisis económicas (la del 74 y la del 92), pero nadie dudó por entonces de que esa generación, la más preparada de la historia de España, la más numerosa, la del baby boom, no fuera a vivir mejor que la precedente, que todas las precedentes.

Lógicas expectativas
Y no ha sido así, y en eso radica buena parte del problema, según apunta el sociólogo Enrique Gil Calvo. "Con estos jóvenes se crearon unas lógicas expectativas. La generación anterior, la mía y la de mis hermanos menores (yo nací en el 46), creció con las vacas gordas, pudo cumplir el sueño de matar al padre, esto es, de superarlo en todo: mejor casa que los padres, mejores trabajos... Pero para estos mileuristas, que han tenido, paradójicamente, mejores oportunidades en forma de estudio, el futuro no estaba donde debía de estar", explica.

Carolina dispone de dos horas para comer. Hoy acude a un restaurante de a siete euros el menú que no puede permitirse siempre.Pide un guiso indio con garbanzos y cuenta: "Yo quería trabajar en el cine, como productora o algo así, pero pronto me di cuenta de que no podría. Bueno. Eso pasa. Y no me desanimó. Lo peor es que no sé lo que va a pasar conmigo. Una familia como la de mis padres ya no es el objetivo, pero ¿cuál es el objetivo?".

Ella no experimenta ninguna sensación de fracaso. Pero habla de un desánimo grande al definir la actitud de muchos de sus amigos o conocidos. Porque conforme va cumpliendo años, el mileurista se va cargando de amargura.

Belén Bañeres tiene 37 años, vive en Madrid y la sensación "de ir llegando tarde a todo". Estudió psicología y no hizo oposiciones al PIR (el MIR de los psicólogos) en un primer momento. Cuando quiso hacerlo, no hubo plaza. Lleva saltando de trabajo en trabajo más de 14 años. Jamás ha desempeñado un puesto acorde con los estudios que llevó a cabo. Jamás ha cobrado más de 1.000 euros brutos al mes. Sólo desde hace un año goza de un contrato indefinido como auxiliar administrativo. Desde entonces vive con su pareja (otro treintañero universitario con un sueldo de 1.000 euros) en un piso de alquiler. Ve casi imposible tener una casa propia. Ve muy difícil tener hijos. "Con la de horas que trabajamos los dos no podría cuidar ni de un perro", dice. Y después de haber resumido así su biografía, concluye: "Y también tengo la sensación de que me han robado la vida".

Un amigo de Belén que prefiere no dar su nombre, con un exclusivo máster a cuestas de informática aplicada a ciencias biológicas, trabajó durante casi un año de teleoperador en el 11888. "Y no era el único universitario: eso estaba lleno de gente preparadísima con carreras, idiomas y cursos de esto y de lo otro que, en un momento dado y si hacía falta, contestaba en alemán al que llamaba", cuenta.

Luis Garrido, catedrático de Sociología de la UNED, considera que una de las claves de este desánimo está en la sobreabundancia de universitarios. "Cuando yo, que nací en 1956, estudiaba, sólo el 10% de los jóvenes, la inmensa mayoría chicos, conseguía una licenciatura universitaria. Está claro que ese 10% copó los puestos de élite de esta generación, la del 68, que arrasó. Y que mis coetáneos vimos que estudiando en la Universidad se llegaba lejos y se lo transmitió a sus hijos".

Garrido continúa: "A partir de los ochenta, el porcentaje de estudiantes universitarios se multiplicó, sobrepasando el 30% y sumando a las mujeres, que se incorporaron de forma masiva. Se produjo un vuelco educativo tremendo, incomparable a cualquier otro país europeo. Y no ha habido puestos buenos para todos. Por mucho que queramos, no hay. Y se ha creado un número indeterminado de jóvenes frustrados, con una larga trayectoria estudiantil, que no ha rendido, que no ha ganado lo suficiente...".

Como Belén o como su amigo el ex teleoperador, que no encontraron trabajo al salir de la Universidad. Ellos, y muchos otros, siguieron estudiando en un intento de sobresalir: un máster, un doctorado, más cursillos... y cada vez más años, más necesidades y más exigencias para un puesto de trabajo especializado y bien pagado que no aparece: un circulo vicioso que recuerda a los que trazan los ratones de laboratorio buscando desesperadamente inútiles salidas a laberintos trucados sin salida.

Y los más jóvenes de esta generación tampoco lo tienen más fácil. Daniel Castillejo, sevillano de 29 años, lo ejemplifica: "Soy arquitecto, hablo tres idiomas, y no llego a 1.000 euros de sueldo al mes por trabajar, sin contrato, en un estudio. Jamás he tenido un contrato, ni vacaciones, ni pagas extras, voy en un coche de hace 15 años y este mes he renunciado a comprar diariamente el periódico porque no me puedo permitir gastar 30 euros más. Vivo de alquiler con mi novia y yo no creo que nos hayan estafado: yo creo que nos están tirando a la basura".

De cualquier manera, tanto el sociólogo Garrido como Miguel Requena, otro profesor de sociología de la UNED, coinciden en no dramatizar demasiado: "Las condiciones de vida de los jóvenes de ahora, en su mayoría, son mucho mejores que las de la mayoría de los jóvenes de los años cincuenta o sesenta, y no digamos anteriores".

Carolina, los martes y los jueves, va a clases de iniciación al baile flamenco en la academia Flamenkita. Paga por ellas 50 euros al mes. Una hora da para poco: movimientos de muñeca, unos pasos de fandango... Pero a Carolina le basta porque mientras baila se relaja. Eso sí, como buen mileurista, ha tenido que elegir: "Me apunté a flamenco y me borré de la piscina, porque las dos cosas no podía pagar".

Más que amigas
Ya es de noche cuando vuelve en autobús a su casa. Allí se encuentran ya sus tres compañeras de piso. Se sientan en el sofá del salón. Laura Caro tiene 29 años, es economista, especialista de marketing y ahorra para pagarse un segundo máster; Ainara Barrenechea tiene 24, cursó derecho y trabaja en el departamento de contabilidad de una gran empresa; Belén Simón, de 29 años, hizo historia del arte y se gana la vida en un centro cultural. Se preguntan unas a otras que qué tal el día. Son más que compañeras de piso: son amigas. O, tal vez, la frase es al revés. Son más que amigas: son compañeras de piso. Y con la casa, comparten la su vida.

Laura, la más mayor, es la que más resueltamente critica lo que le rodea: "Yo he ido a un banco a pedir una hipoteca y me han dicho que no porque no entro en el baremo. Llevo 19 años estudiando, voy a seguir estudiando no sé cuántos más y no entro en el baremo...".

Las cuatro cuentan con contrato. Ahora. Porque todas han coleccionado relaciones laborales de todo tipo. Se han aprovechado de la última marea económica: en 1995 trabajaban 12 millones de personas; ahora lo hacen 19. Pero han sido víctimas de la precariedad laboral que se ha venido cebando con los jóvenes de esta generación: en 2004, el 52% de los contratos firmados por jóvenes de 30 años fue temporal. Y esto es algo que viene de lejos: en 1995, esta tasa llegaba al 62%.

A medio camino
Y sobre todo, con sus 1.000 euros al mes, se han quedado colgadas, a medio camino de la emancipación (independientes de sus padres, dependientes de sus compañeros de piso), asistiendo estupefactas, junto con millones de jóvenes, al meteórico aumento del precio de la vivienda: en 1993, un piso de 100 metros en una capital de provincia costaba en España, de media, 91.000 euros. Hoy, ese mismo piso vale 228.000. Los que compraron hace 10 años habrán hecho la inversión de su vida. Los que no pudieron, vivirán condenados a compartir piso toda su existencia o, en el mejor de los casos, a "entrar en el baremo" y firmar una hipoteca a 30, 35 o 40 años que liquidarán a las puertas de la jubilación.

Los sociólogos coinciden en el carácter imprevisible de esta generación, en su marchamo original, en su necesidad de ir rompiendo moldes y en la incertidumbre que les rodeará a lo largo de su vida. Tal vez porque han sido siempre muchos en un tiempo demasiado convulso. En los años sesenta y setenta nacían al año más de 650.000 niños. En 1997, sólo 366.000, según el Instituto Nacional de Estadística.

Así, cuando los ahora mileuristas estudiaron EGB o BUP, cada aula contaba con 45 alumnos como mínimo. Cuando llegaron a la Universidad, se la encontraron repleta, y muchos no pudieron estudiar lo que desearon como primera opción. Después, no ha habido trabajo cualificado para todos, y los expertos vaticinan un colapso en las pensiones a no ser que trabajen mucho más de los 65 años.

Sus padres crecieron deprisa y se cargaron de responsabilidades pronto. A la edad de Carolina, o Laura, sus padres ya habían comprado (o casi) una casa. Carolina sólo cuenta con la cama de su habitación, una mesa de estudio que duerme plegada en un rincón y un aparador rojo de diseño donde coloca sus libros.

Estos mismos padres mantuvieron una tasa de natalidad que rondaba la de tres hijos por mujer fértil. Pero precisamente estos hijos la hundieron, a finales de los noventa, hasta un 1,1, la más baja del mundo. No porque no quieran, sino porque el reloj biológico no contiene años suficientes para alcanzar el estatus que, a su juicio, necesitan para reproducirse.

En el apartamento de Barcelona, las cuatro chicas discuten sobre esto. Y Carolina asegura: "Sí, no sabemos lo que será de nosotros. Esta cosa de vivir al día da libertad, porque no tienes nada fijo y puedes permitirte, en un momento dado, irte lejos, sin consultarlo con nadie, romper con todo. Eso es verdad. Pero yo echo de menos cierta seguridad. Lo del día a día lo llevamos haciendo tanto tiempo que... ya cansa".

"Ya han tenido tiempo de darse cuenta", concluye Gil Calvo, "de que el porvenir ya no se escribe más como en las viejas novelas, en las que el personaje empezaba mal, desde abajo, y terminaba bien, triunfando, arriba. El porvenir ya no va en línea recta. Por eso parece que dan vueltas, que deambulan continuamente, sin encontrar la salida". Como los ratoncitos de los laboratorios.

Son las once de la noche. El piso de Carolina, Laura, Ainara y Belén comienza a poblarse: amigos y amigas de una o de otra que se dejan caer, que se suman a la conversación. Se sacan latas de cerveza que abarrotan la mesa bajera. Se habla mucho, se ríe, se hacen planes para salir. Carolina sonríe: "Así es siempre, viene gente imprevista, mucha gente, como cuando éramos estudiantes, es una vida como de eterno estudiante. Lo malo es que ya no somos estudiantes. Es divertido, pero..."

Pero ya cansa.

Imagen


Ainara Barrenechea, Laura Caro, Carolina Alguacil y Belén Simón comparten piso en Barcelona. Forman parte de la generación de mileuristas.
CONSUELO BAUTISTA


La aventura de irse de casa de los padres
EL 30% DE LOS JÓVENES españoles con edades comprendidas entre los 30 y 35 años vive aún con sus padres; si la estadística se ocupa de los que tienen entre 25 y 29 años, entonces la cifra se eleva hasta el 63%. Y hasta el 95% si se trata de jóvenes entre los 18 y los 25 años. Son datos del Instituto de la Juventud e indican el escasísimo grado de emancipación de la sociedad española, impensable en países del norte de Europa o Estados Unidos.

El catedrático de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, Javier Ruiz Castillo, cita ciertos factores con los que se tiende a solventar el asunto: "Juventud acomodaticia, padres tolerantes; una cultura, la del sur de Europa, que propende a una familia grande... Pero luego he hecho estudios y se llega a la conclusión, que no por evidente se tiene que dejar de citar, de que los jóvenes que viven en ciudades con menos paro o con viviendas más baratas se independizan antes". Este catedrático hizo otro estudio a principios de los noventa, en el que quiso demostrar qué sector de la población vivía mejor. Un trabajador menor de 30 años con un hijo obtenía casi la media: 100. Un trabajador cualificado de cierta edad, soltero, obtenía un 184, el primer puesto. ¡Y un universitario viviendo en casa de sus padres, un 154! "Esto quiere decir que eran, y son, los reyes del mambo, e independizarse implica perder mucho", añade.

El sociólogo Enrique Gil Calvo explica lo mismo a su manera: "Cuando no resulta posible emanciparse adquiriendo una posición social equiparable a la que se disfruta con sus padres, entonces parece más racional aplazar la decisión de emanciparse. Es una pura estrategia familiar de ascensión social,

y eso lo hacen tanto las familias acomodadas como las desfavorecidas, las de izquierda como las de derecha".

Y Juan Carlos Martínez, mileurista de 33 años, a la suya: "Trabajo desde hace nueve años como comercial. Gano alrededor de 1.100 euros brutos al mes. Y he intentado independizarme dos veces: la primera me fui con mi hermana; la segunda, con amigos. Las dos veces fracasé y he vuelto con mis padres. No es que no pueda. Pero con lo que gano, si pago unos 600 euros de alquiler de un piso, 200 de la letra del coche (lo necesito para trabajar) y 200 más para comida, no me queda nada. Y como yo estoy fuera de casa todo el día gasto, mínimo, seis euros al día, entre tabaco y tal; así que se acabó. Cuando vivía independiente (independiente es un decir, porque estaba con mi hermana o con compañeros de piso...) no podía salir, ni viajar, ni comprarme ropa, ni nada...; no vivía, sólo sobrevivía. Y yo quería cierta calidad de vida. La misma que tenía en casa de mis padres. Por eso volví. Por eso espero a que me vayan mejor las cosas para irme otra vez".
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