A los audífonos, en inglés, se les llama "Hearing Aid", es decir "ayuda auditiva".
Su principal función es dividir lo que oyes en frecuencias y amplificarlas según la pérdida de cada individuo, sí. Pero para alguien con capacidad reducida eso no basta. Tienes lo que se llama "rango dinámico" reducido, tienes la capacidad auditiva "tocada", aunque lo amplifiques con un audífono.
Los audífonos están enfocados, sobre todo, a ayudar a que se entienda mejor la palabra hablada. De ahí que tengan cosas como reductores de ruido, bloqueadores de viento o que sean capaces de detectar el origen de un sonido y amplificar sólo los sonidos que vengan de una determinada dirección. Lo bien que hagan estas funciones y su grado de personalización es lo que determina que un audífono sea "premium" o no.
Cataphractus escribió:@luffyelx ¿Cómo se quedan obsoletos unos audifonos? No es un móvil, la idea es que de volumen a las frecuencias que uno no escuha.
Pues cada varios años, los fabricantes sacan mejores funciones, procesadores más potentes que permiten hacer más cosas... No es que se queden obsoletos, es que cada cierto tiempo salen audífonos mejores. Los primeros que tenía yo, dividían el espectro en 4 bandas de frecuencia. Los audífonos de ahora trabajan en 20 bandas.
Cataphractus escribió:Luego también he leído que al ir dentro el sonido lo recogen a través de la propia oreja, que ya está diseñada para conducir el sonido hasta el canal, por lo que es más natural que los que van por detrás o incluso en el canal pero que son más grandes.
El tener un audífono en el canal hace que te cargues la función principal del canal auditivo: amplificar las frecuencias del habla (sí, el canal auditivo tiene esa función). Cuando bloqueas el canal con un audífono, hay que compensar ese efecto de forma digital y aparece lo que se llama "sensación de oclusión". Y esa sensación no mola: es como estar debajo del agua todo el rato.
Los audífonos detrás de la oreja tienen dos micrófonos direccionales que, entre otras cosas, se usan para emular el "efecto pinna" (el efecto de la direccionalidad del pabellón auditivo), y lo hacen muy bien.
No re preocupes por eso, en serio. Los audífonos de detrás de la oreja te darán la sensación de escucha más natural. Siempre dependiendo de tu tipo de pérdida, claro. Pero en el 80% de los casos, lo mejor es un audífono de detrás de la oreja.
Además, son más discretos, si es lo que te preocupa.
Cataphractus escribió:De los que van por fuera he leído algunas cosas que supongo que son un plus pero que no deberían ser su objetivo, como que se pueden conectar por bluetooth para escuchar música, vídeos o responder al móvil sin tocarlo.
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Estoy de acuerdo. Lo primero es la calidad del sonido y que seas capaz de escuchar bien la palabra en ruido. Lo demás es un bono añadido que está bien, pero bueno...
Cataphractus escribió:Luego las ayudas que si antiruido, focalizar una voz, etc... Seguro que son mejor que no tener esas funciones pero si mi problema es que no oigo X sonido ¿con que me hagan escucharlo no debería bastar ya? Si hay ruido aunque sea molesto quiero oirlo como lo oiría si mi oído estuviese perfecto, de lo contrario podría estar en un concierto o escuchando algo en directo y que desafinase una guitarra o cualquier cosa y yo no escucharlo porque el audifono decide que es ruido innecesario.
Los reductores de ruido no funcionan así. Nunca vas a estar en un concierto y dejar de escuchar una guitarra desafinando. Los reductores de ruido están calibrados para priorizar la palabra frente al ruido de fondo. Son una buena ayuda. En cualquier caso, tienes programas que puedes activar automáticamente según tu entorno, o con un botón, que te permiten desactivar esos extras. Un ejemplo sería el programa de música.
En la mayoría de los audífonos de ahora tienes una app que te sirve para ajustar esas cosas.
Lo mismo pasa con lo de focalizar una voz. Ayuda bastante, por ejemplo, al estar en un restaurante, tener la cocina a un lado, y que tu audífono detecte de dónde viene la voz y te reduzca (un poco) el volumen de otras cosas.
Recuerda que tienes tu rango dinámico tocado y que eso no se arregla aunque amplifiques los sonidos por frecuencia: Toda ayuda extra, propiamente calibrada por tu audioprotesista, es bienvenida.
acbarra escribió:Y por último comentar que en la clínica me dejaron caer que incluso si tengo ansiedad o me pongo mucho de mala leche con la gentea mi alrededor y continuos cambios de humor, este cambio puede ayudarme al no estar en constante tensión (sobre todo laboral) sobre si me van a escuchar, si yo entiendo lo que me dicen, tener que mandar repetir una frase, etc...
Esto es muy cierto. al tener una pérdida auditiva, tu cerebro tiene que trabajar extra para suplir con su capacidad de cálculo aquello que no es capaz de escuchar. El resultado es que al final del día:
- O bien acabas agotado de estar adivinando constantemente lo que te dicen
- O bien desconectas cuando te dicen algo y mandas todo y a todos a la porra.