Análisis de MASS EFFECT: Revelation (Capitulo 1)

1, 2, 3
Pero el REVELATIONS, ¿no contiene el libro Mass Effect titulado "Galactic Codex: Essentials" y libro adicional de Mass Effect titulado "A Future Imagined"?

Yo creia que lo habian partido, lo leí en Coputer & videogames.

Saluditos!!!
Microsoft y Bioware han anunciado de manera oficial todos los extras que se incluirán en la edición coleccionista de Mass Effect. Todavía no hay imágenes de cómo será dicha edición coleccionista, pero en su interior incluirá:

* Un segundo DVD con vídeos exclusivos de Mass Effect (Art of Mass Effect, Interactive Storytelling of Mass Effect)
* Un completo Art Book denominado "A Future Imagined
* Y una novela de ficción llamada Galactic Codex: Essentials, que enlazará con el argumento del juego

Por el momento la llegada de esta edición coleccionista no está confirmada en nuestro país, pero esperemos que finalmente llegue junto con el lanzamiento del juego el próximo 23 de noviembre.

Fuente: HardGame2

Mass Effect: REVELATION, es eso revelation, hay en proyecto otro libro más esrito por DREW KARPYSHYN, pero no me acuerdo ni como se llamaba. Tal vez sea ese al que haces referencia.

Y si, todos los que lo tenemos es comprado en el extranjero.
[chiu]

Un Saludo
0Gilthas0 escribió:Lo siento, pero la novela no viene con la coleccionista. No se de donde has sacado eso.

Esperemos que la editen en España, pero lo dudo. Ahora mismo están haciendo otra novela que unirá el 1 con el 2.

Yo ayudaría a traducirla si tuviera el libro xD.


Si sirve de algo decir que yo tampoco "tengo" el libro, pero todo sea por una buena causa [ginyo] .

Venga, a ver si alguien se anima, que yo ya llevo el capítulo 13 traducido hasta la mitad del mismo.
Añado capítulo 13:

>>CAPÍTULO 13

Saren se abrió camino a través de la noche de Elysium, carente de luna, en busca del vehículo que le aguardaba. Tenía la seguridad de que los humanos a los que había interrogado le ocultaban algo. En Sidon estaban ocurriendo más cosas que las que le confesaron.

Como Spectre que era, tenía la potestad legal para extraer información a la fuerza a cualquiera, incluso si eran soldados de La Alianza. Pero a la hora de la verdad, el tener ese derecho y el ser capaz de ejercerlo eran dos cosas muy diferentes.

Elysium era territorio de La Alianza. No tenía la menor idea de si algún vecino de Grissom había podido alertar a las autoridades a raíz del tiroteo con Skarr, pero era bastante improbable ya que la casa estaba suficientemente aislada. De todas formas no se podía arriesgar a que se le relacionara con el suceso. Si las autoridades de La Alianza sorprendieran a un Turian interrogando violentamente a soldados de la misma, ni siquiera el estatus de Spectre le serviría de excusa.

El Krogan era la clave. No tuvo ningún problema en seguirle la pista hasta Elysium; simplemente tenía que seguir su rastro de nuevo. The Verge era la frontera menos controlada del espacio de Citadel, pero aún así era prácticamente imposible escapar a través de ella sin llamar la atención. Las naves más pequeñas eran capaces de aterrizar casi en cualquier zona de un planeta habitable, pero en aquellos en los que hubiese una colonia establecida instantáneamente serían interceptadas sin llegar siquiera a aterrizar. Dispondrían de personal militar suficiente para arrestar a todo el que estuviera a bordo, si es que no decidían directamente volar por los aires a las naves invasoras desde tierra…

Lo cual significaba que Scarr no tenía más remedio que usar los puertos espaciales designados a tal fin. Y aún si consiguiese sortear las distintas medidas de seguridad no sería muy difícil distinguirlo entre el gentío. Como buen Spectre, Saren virtualmente podía ver y oir todo lo que sucedía en cada planeta más alla de las fronteras de Citadel. En cuanto su presa diera el siguiente paso uno de sus numerosos contactos se lo haría saber.

Podía emitir una orden de arresto contra Skarr, pero tenía serias dudas de que este se dejara coger vivo. La posibilidad de que las autoridades lo pudieran matar en un hipotético tiroteo tampoco le servía de gran ayuda para descubrir lo que estaba detrás del ataque a Sidon. No, lo mejor era simplemente encontrarle y seguirle sigilosamente como en Elysium. Al final el Krogan acabaría llevándole directamente hasta la persona que le había hecho el encargo.


Edan Had’dah estaba de nuevo pasando la noche en el repugnante almacén a las afueras de Hatre. Como la vez anterior, estaba sentado en su incomodísima silla esperando la llegada de Skarr. Una vez más estaba acompañado por su guardia personal, los mismos mercenarios (Blue Sun) que estuvieron en la primera reunión con el Krogan. Los que consiguieron sobrevivir…

Pero esta vez Edan sabía que tenía todas las de ganar. Kahlee Sanders seguía viva. Le pagó una gran cantidad de dinero a su mercenario particular para que hiciera un trabajo y falló. Edan juró que esta vez sería él el que llevaría el mando de la situación y el que dictaría los términos del encuentro.

El almacén se encontraba repleto de enormes cajas y contenedores. Una pequeña parte del mismo se mantenía despejado para los negocios de Edan, en un lugar discreto. Desde dicha posición solía ser difícil saber a ciencia cierta cuando entraba alguien por la puerta delantera, pero no hubo ninguna duda cuando llegó el ruidoso Krogan.

“Aseguraos de que le quitáis las armas”, dijo Edan al par de Batarians que fueron a registrarle a su llegada. “Todas las armas”, añadió, recordando el cuchillo que Skarr sacó sorpresivamente la vez anterior.

De la parte delantera provenían los ecos de una ruidosa discusión. Aunque no podía distinguir claramente la conversación, notaba como retumbaban los tonos graves de la voz del Krogan. Tras un instante solo volvió uno de los Batarians.

“El Krogan no está dispuesto a deshacerse de sus armas”, dijo.

“¡¿Qué?!” esgrimió Edan sorprendido.

“No quiere darnos sus armas y además está equipado con una gran armadura”

“No pienso recibirle si esta armado”, sentenció Edan.

“Eso es lo que le he dicho”, respondió su subordinado a la vez que se le escapaba una mirada perdida de desesperación. “Simplemente se ha reído y ha dicho que por lo que a él respecta no habría ningún problema en volver por dónde vino rompiendo el acuerdo entre ambos.”

Edan maldecía en voz baja. Le había pagado al Krogan por adelantado. Generalmente un Batarian jamás hubiera aceptado tal comportamiento, pero la reputación de Skarr hacía que esta vez fuera una excepción.

“Déjale pasar con sus armas”, dijo finalmente. “Escoltadle hasta aquí.”

“¿Seguro?”

“Diles a los demás que tienen libertad total para matarlo si intenta cualquier cosa. Asegúrate de que él también te oye.”

El subordinado sonrío, pensando que seguramente esta sería su oportunidad para vengarse, y se dirigió a la entrada principal. Cuando volvió el Krogan estaba con él y parecía enfadado. Edan realmente nunca había visto hasta entonces un Krogan curtido en mil batallas con su enorme armadura. Era una visión escalofriante, algo así como un tanque viviente dirigiéndose hacia él. Hizo lo que pudo para no dar un paso atrás.

Las armas de Skarr no estaban desenfundadas pero tenía un gran arsenal en su armadura: una pistola en cada cadera; un rifle de asalto plegable de gran calibre y una escopeta de gran potencia colgaban de su espalda. Su armadura tenía varios agujeros a la altura del pecho, cada uno enrojecido con la sangre seca de algún fatal encuentro. Las oscuras marcas recorrían su herido cuerpo, empañando su armadura y sirviendo de mudo testimonio de la batalla que tuvo que luchar en Elysium.

Los Blue Suns lo vigilaban de cerca. Nueve rifles de asalto apuntándole a cada paso que daba. Al Krogan no parecía importarle, solo tenía ojos para el hombre con el que tenía el trato. Se acercó a él con largos y fuertes pasos, con el implacable sonido de sus botas retumbando en el suelo, el único sonido que se escuchaba en todo el almacén. Por un segundo Edan pensó que no iba a deternerse, que seguiría andando haciendo que el suelo sobre el que pisaban los Batarians se revolviera bajo sus pies, haciéndolo chirriar y reduciéndolo a escombros. En vez de eso, se colocó a menos de un metro de distancia, respirando de manera cada vez más acelerada por su enfado, gruñendo ásperamente.

“Has fallado”, dijo Edan. Tenía la intención de picarle con dicha afirmación, pero estando a la sombra del gran asesino este le contesto:

“¡No me habías dicho que tendría que enfrentarme con un Spectre!” dijo gruñendo.

“¿Un Spectre?”, dijo Edan sorprendido. “¿Estás seguro?”

“¡Reconozco un Spectre cuando lo veo!” rugió Skarr. “Especialmente este, ¡jodido Turian!”

Edan hizo un gesto de total disgusto pero no dijo nada. Esto estaba poniéndose feo. Sabía que Skarr estaba hablando de Saren; el Turian era prácticamente el Spectre más infame en The Verge. Era conocido por tres cosas: su rudeza, su lealtad al Consejo (Council), y su habilidad para obtener lo que quiere.

“Tengo la costumbre de no meterme en los temas de los Spectres”, dijo Skarr mientras su voz tomaba el tono de un gruñido. “Tú sabías que esto iba a pasar cuando me contrataste. ¡Me has engañado Batarian!”.

“Mis guardias abrirán fuego sin intentantas hacer cualquier cosa”. Dijo Edan rápidamente, dejando clara su amenaza. “Tal vez consigas matarme, pero nunca saldrás vivo de aquí”.

El Krogan comenzó a mover su cabeza de lado a lado, sopesando las posibilidades que tenía de salir de allí vivo. Tardó poco en darse cuenta de que era una batalla que no podía ganar y lentamente dio un paso atrás, alejándose de Edan.

“Supongo que estamos juntos en esto”, dijo resoplando. “Pero vas a tener que doblar mis honorarios”.

Edan parpadeó soprendido. Esta no era la vía por la que el quería o pretendía llevar las negociaciones.

“No estas en condiciones de exigir”, apuntilló. “No has completado el trabajo. En todo caso, debería exigirte que me devolvieras una parte. O directamente puedo decir a mis hombres que acaben contigo”

Skarr lanzó una gran risotada. “Tienes razón. Sanders aún está viva. Probablemente este hablando con Saren en este instante, contándole todo lo que sabe. ¿Cuánto tiempo pasará hasta que comience a sospechar que tu estas detrás de todo esto?, ¿cuánto tiempo pasará hasta que venga por Camala?”

El Batarian no contestó.

“Antes o después ese Spectre dará contigo”, le alertó Skarr haciendo incapié en su postura. “Cuando te encuentre la única opción que tienes de seguir con vida es estar rodeado de tus guardias”

Edan juntó sus manos, tocando las yemas de sus dedos mientras consideraba la situación. El Krogan tenía razón, necesitaba su ayuda más que nunca, pero no estaba dispuesto a admitir su derrota.

“Muy bien”, reconoció, “doblaré tu sueldo, pero a cambio deberás hacer algo por mí”.

Skarr no dijo nada, esperando a que el Batarian continuara.

“No he estado nunca en Sidon”, explicó Edan. “Sanders no tiene conocimiento alguno de mi identidad. Después de la destrucción de los archivos de la base solo hay un cabo suelto que me relacione con el crimen: el proveedor del Dr. Qian aquí en Camala”.

“Manufacturas Dah’tan”, dijo Skarr tras un momento de indecisión, atando cabos. Edan se sorprendió de nuevo de su agilidad mental. “¿Sabe algo Sanders del proveedor?”

“No estoy seguro”, admitió Edan. “Pero si lo menciona, será el primer lugar al que el Spectre acudirá. No estoy dispuesto a correr ese riesgo”.

“Entonces, ¿qué es lo que necesitas de mí?”

“Te he ordenado que vuelvas a este planeta para que te deshagas de Manufacturas Dah’Tan. Elimina a todo el personal, todas las grabaciones, los datos. Quémalos, no dejes nada. Nada”

“¿He venido hasta aquí para eso?”, dijo mosqueado Skarr. “¿Eres estúpido? Saren va a tener a su gente detrás de mí. Probablemente ya me esté siguiendo. Si atacamos Dah’Tan él estará aquí en menos de una hora. ¡Le estás guiando directamente hacia tu proveedor!”

“Tal vez consiga sonsacar a Sanders información a cerca de Dah’Tan finalmente”, rebatió Edan. Esta vez se negaba a ceder, estaba cansado de quedar mal delante de aquella bestia. “De todas formas podrías ir allí y terminar el trabajo que comenzaste, desapareciendo incluso antes de que Saren llegase”, insistió. “Para cuando dé con la pista de Dah’Tan todas las pruebas estarán destruidas y tu habrás tenido tiempo más que suficiente para huir. No lo quedaría ningún hilo del que tirar, no encontraría nada”. “Simplemente tienes que hacerlo cuanto antes”

“Así es como se cometen los errores”, sostenía el asesino. “No me gusta hacer chapuzas. Di a tus guardias que no es necesario que me acompañen hasta la puerta, ya conozco la salida”.

“¡¡Esto no es negociable!!” gritó Edan perdiendo la compostura. “¡Te he contratado para que mates a alguien!, ¡has fallado!, ¡reclamo algo a cambio del dinero que te estoy pagando!”

Skarr sacudía su cabeza con gestos incrédulo. “Sabías perfectamente que era un error traérme hasta aquí solo para esto. Pensé que eras lo suficientemente inteligente como para no anteponer tu propio orgullo a los negocios”.

“Te equivocaste”, replicó Edan ya más sereno. Su voz era fría cual hielo. No se trataba solo de su orgullo, los Batarians desde siempre habían otorgado un gran valor a las castas sociales. Era un hombre de alto nivel social, si simplemente hubiera perdonado al Krogan su error sería como admitir que eran iguales, cosa que no estaba dispuesto a que sucediera…

El Krogan volvió a echar un vistazo a su alrededor tratando de situar a cada miembro de los Blue Suns que había en el almacén, viendo como seguían apuntándole con sus rifles. “Dah’Tan tiene un gran sistema de seguridad”, dijo finalmente. “¿Cómo se supone que vamos a entrar allí?”.

“Tengo algunos hombres infiltrados”, contestó Edan con una mueca de satisfacción. Finalmente consiguió tener a Skarr entre la espada y la pared. Ahora estaban hablando en los términos que él quería.

“¿Realmente piensas que estos hrakhors son los suficientemente buenos como para llevar a cabo tal misión?” preguntó el asesino tratando infructuosamente de librarse del problema.

“No tuvieron mayores problemas para acabar con los soldados de La Alianza en Sidon”.

“La jodieron en esa misión”, objetó Skarr.

“Por eso es por lo que te mando a ti esta vez”, respondió Edan con tono de superioridad.


Anderson mostró fugazmente su identificación militar posando su pulgar en el escaner de la entrada de autoridades del puerto, custodiado por un guardia de La Alianza. El joven vigilante, que se apresuró a salir a recibirles a su llegada, echó un vistazo a la pantalla del ordenador para confirmar si la identificación era correcta.

“Señor”, replicó el guardia con un gesto brusco, tratando de llamar su atención. El teniente hizo lo imposible por no contener la respiración mientras Kahlee posaba su pulgar en el escaner mostrando a su vez en la otra mano su identificación falsa y el disco óptico con la autorización que había sido falsificada esa misma mañana.

El empleado que les hizo aquel favor estuvo alli a primera hora de la mañana, diez minutos antes de la llamada telefónica de Grissom. Era joven (no tendría ni 20 años suponía Anderson). Su ropa estaba toda raída, totalmente arrugada y tenía un grasiento pelo oscuro. Su cara estaba recubierta de una oscura pelusilla que quería hacer pasar por una barba, y daba la impresión de que no se había duchado desde hacía una semana. El almirante en ningún momento dijo de quién se trataba o como había logrado contactar con él.

“Es un profesional”, le dijo a Anderson. “Trabaja rápido y no te va a defraudar”.

Cuando llegó, el chico se quedó sorprendido al ver las ventanas rotas, el mobiliario destrozado y el humeante agujero en el cesped producido por la detonación de la escopeta que trató de decapitar al Krogan. Pero no hizo preguntas, se limitó a seguir a lo suyo.

“¿Qué necesitan?”, fue todo lo que dijo cuando llegó, posando un indescriptible maletín que portaba consigo sobre la mesa de la cocina.

“Algo para conseguir acceder a la zona restringida de los muelles de carga del puerto espacial”, dijo Grissom. “Ademas de un disfraz y una nueva identificación para Kahlee. Tienen que partir hoy mismo”.

“Tendré que cobrarle un extra por este tipo de trabajo”, le advirtió.

Grissom con gesto de esperar aquella respuesta le dijo: “No hay problema, pagaré lo que sea necesario, como siempre”.

El joven abrió su maletín dejando al descubierto una colección de extrañas herramientas, artilugios y un exótico equipamiento de los cuales Anderson no tenía la menor idea de para qué podían servir. Usando unos cuantos de ellos le costó solo media hora crear una autorización apropiada y guardarla en un disco óptico (OSD, Optical Storage Disk). Le llevó otros veinte minutos codificar un nuevo nombre y rango para la identificación de Kahlee (Corporal Suzanne Weathers).

“Esto no va a funcionar”, advirtió Anderson. “No tienen datos de ninguna Corporal Weathers en su base de datos”.

“Los tendrán durante veinte minutos desde que yo me vaya de aquí”, aseguró el chico con una sonrisa chulesca. “Añadiré a Corporal Weathers a la base de datos. Entonces bloquearé los datos de Kahlee para que nadie pueda acceder a su fichero. Cuando escaneen su pulgar será Weathers la que aparezca en su monitor, no Sanders”.

“¿Tienes acceso a los archivos de La Alianza?” preguntó Anderson con gesto de incredulidad.

“Solo en los puertos. No useis esta identificación cuando salgais de Elysium”

“No pensé que fuera posible infiltrarse en la base de datos de La Alianza”, dijo Anderson, buscando información en ella.

“¿Esta seguro de que puedo confiar en este tipo?” le preguntó el chico a Grissom.

Curioso…, pensó Anderson. Yo estaba pensando exactamente lo mismo de ti.

“Solo por hoy”, replicó Grissom. “La próxima vez que le veas tal vez prefieras darte la vuelta y hacer como que caminas en otra dirección”.

“La Alianza dispone de un sistema de seguridad fiable”, admitió el chico, hablando con una fluida naturalidad mientras trabajaba. “Será una ardua tarea entrar allí, pero no es imposible”.

“¿Y qué pasa con el sistema de renovación del sistema?” preguntó Kahlee. Anderson se quedó mirándola con gesto de curiosidad y ella explicó: “Cada diez horas La Alianza hace un gran barrido de seguridad en su base de datos para interceptar cualquier dato nuevo y ponerlo en cuarentena. Así consiguen identificar cualquier dato falso y el lugar de dónde proviene.”

“He instalado un algoritmo que soluciona eso antes de subir los datos”, explicó el chico, presumiendo más de lo debido. “Algo de mi propia cosecha. Para cuando apliquen el barrido de seguridad tus datos estarán de nuevo como siempre estuvieron, y cualquier rastro que quisieran seguir para dar con el creador de la falsificación de Corporal Weathers habrá desaparecido totalmente. No pueden seguir la pista de algo que no existe”

Kahlee asintió con la cabeza, mientras el chico le sonreía lascivamente, cosa que provocó que Anderson apretará involuntariamente sus puños en un claro gesto de rabia. No era por celos, no exactamente. Ahora mismo Kahlee era responsabilidad suya. Era natural que instintivamente tendiera a querer protegerla, pero tenía que te procurar no pasarse.

Afortunadamente nadie se dio cuenta, todos estaban atentos al chico y a su trabajo. “Puede que también tengan una descripción física de ti”, advirtió a Kahlee. “Será mejor que cambiemos tu apariencia, aunque solo sea por precaución”.

Modificó digitalmente la foto de la identificación de Kahlee, oscureciendo y recortando su pelo, cambiando el color de sus ojos y bronceando su piel. Tenía en su poder unas pastillas para oscurecer los pigmentos de la piel. Después utilizó unas lentes de contacto especiales, tinte de pelo y un par de tijeras para hacer que la apariencia de Kahlee se pareciera lo más posible a su imagen digital. Parecía disfrutar demasiado para desgracia de los nervios Anderson, aplicando el tinte sobre el cabello durante varios minutos prolongando el tiempo antes de pasar a cortarlo.

Para cuando terminó con su pelo, la piel de Kahlee se habia oscurecido casi tanto como la piel de Anderson. El chico se puso de pie justo delante de Kahlee sosteniendo su identificación delante de su cara, comparandola con la imagen digital. “No esta mal”, dijo, sin dejar muy claro si estaba hablando de su trabajo o de la propia Kahlee.

“Tu piel comenzará a aclararse de nuevo mañana”, le comentó a ella, estando de pie mientras sostenía la identificación falsa. “Así que ten cuidado, después no volverás a parecerte a la imagen digital”.

“No creo que haya ningún problema”, dijo encogiéndose de hombros. “Corporal Weathers ni siquiera existirá en la base de datos para entonces, ¿verdad?”.

Él no contesto, pero le volvió a giñar el ojo acariciando sugerentemente sus dedos al entregarle la tarjeta de identificación. Anderson tenía que contenerse las ganas de darle un puñetazo en toda la cara. Ella no es tu mujer, pensó para si mismo. Ayudándole a ella no conseguiras superar ocho años de tener a Cynthia abandonada.

Ya estaban casi listos, sin embargo, el teniente tuvo que admitir que la falsificación del chico era muy buena. Tenía mucha práctica a la hora de reconocer documentos fraudulentos, pero aún sabiendo que estos eran falsos, no hubiera podido distinguirlos de uno real.

Sin embargo, la prueba de fuego sería la siguiente: el escaner de huellas dactilares.

“Ya esta todo listo Corporal Weathers”, dijo el guardia, devolviendo el la documentación a Kahlee después de contrastar los datos con los de su monitor. “Tienen que ir al muelle 32. Al fondo bajando por estas escaleras”.

“Gracias”, dijo Kahlee con una sonrisa. El guardia asintió, saludando a su vez a Anderson, para después volver a sentarse en su lugar para seguir a lo suyo, mientras ellos se alejaban andando.

“Echa un vistazo a ver si aún nos sigue mirando” cuchicheó Anderson cuando estuvieron algo más alejados. Aún caminaban como si se dirigiesen hacia el muelle 32, pero por supuesto este no era su destino real.

Kahlee miró tras de sí disimuladamente por encima de su hombro. Si el guardia estuviese mirando seguramente pensaría que era simplemente porque a la jovencita le parecía muy atractivo, motivo suficiente para poder mirar un par de veces. Pero él estaba completamente concentrado en la pantalla de su oficina, dando ejemplo de una gran eficiencia y dedicación a su trabajo.

“Todo despejao”, dijo Kahlee.

“Aquí es”, dijo Anderson girando decididamente hacia la entrada del muelle 17 tirándo de la chica en esa dirección.

Había un viejo buque de carga en el muelle, un artilugio para cargar los contenedores y un gran número de cajas listas para embarcar. En un primer momento parecía no haber nadie por los alrededores, pero tras un instante un hombre apareció al otro lado de la embarcación.

“¿Algún problema con el guardia?”, preguntó.

Kahlee negó con la cabeza.

“¿Sabe por qué estamos aquí?” preguntó Anderson, sin ni siquiera preguntarle su nombre, ya que sabía que no se lo diría de todas formas.

“Grissom me ha pedido que le haga un favor”.

“¿Cómo es que conoce a mi padre?” le preguntó Kahlee con curiosidad.

Se mantuvo sin dar contestación alguna durante un instante y dijo, “Si hubiera querido que usted lo supiese, seguramente se lo hubiera dicho él mismo”. Mientras se daba la vuelta añadió, “Partiremos en un par de horas. Siganme por aquí”.

La mayor parte del espacio en el interior del barco estaba ocupado por contenedores; practicamente no había sitio ni para poder sentarse, pero hicieron lo posible para ponerse cómodos. Tan pronto como estuvieron instalados el hombre selló la puerta y quedarón completamente a oscuras.

Kahlee estaba sentada justo enfrente suya, pero sin luz a Anderson le resultaba imposible siquiera distinguir su silueta. Sin embargo, si podía sentir la presión de su piernas buscando un sitio entre las suyas. No había sitio ni para poder estirarlas. Estar tan cerca de ella le resultaba desconcertante; no había estado con una mujer desde que se separo de Cynthia.

“No tengo la menor idea de lo que nos depararan las siguientes seis horas”, dijo, tratanto de distraer infructuosamente a sus compañera de viaje con algún tipo de conversación. Aún hablando con cuidado sus palabras sonaban extrañamente estrepitosas en aquella oscuridad.

“Estoy más preocupada de lo que nos deparará el futuro una vez lleguemos a Camala”, respondió Kahlee, con tono quebrado en la penumbra. “Dah’Tan no va a darnos lo que queremos así porque si”.

“Aún estoy pensando en como solucionar eso”, admitió Anderson. “Espero que se me ocurra algún plan durante el viaje”.

“Vamos a tener mucho tiempo para pensar”, contesto Kahlee. “Ni siquiera tenemos sitio suficiente en este antro como para tumbarnos y echar una cabezadita”.

Tras unos minutos, ella volvió a hablar cambiando de tema. “Antes de que mi madre muriera le prometí que jamás volvería a hablar con mi padre”.

A Anderson esa confesión personal le cogió descolocado, pero es rehizo rapidamente. “Creo que lo entendería”.

“Habrá sido un gran shock para ti”, continuó ella. “Ver al soldado más famoso de La Alianza en ese estado”.

“Esto algo sorprendido”, admitió. “Cuando estaba en la Academia siempre decían que tu padre era la personificación de todo por lo que La Alianza había luchado: corage, determinación, sacrificio, honor. Resulta extraño sabiendo que el conoce el tipo de gentuza que pulula por este mundo”.

“¿Estás decepcionado?” preguntó ella. “¿Sabiendo ahora que el gran Jon Grissom anda relacionado con contrabandistas y maleantes?”.

“Considerando nuestra situación, sería hipocrita por mi parte decir que si”, bromeó. A Kahlee no le hizo ninguna gracia.

“Después de tantos años escuchando cosas sobre alguien, acabas asumiendo que conoces muchas cosas de él”, dijo esta vez con un tono más serio. “Es fácil confundir la reputación de una persona con la persona en sí. Solo cuando realmente lo conoces es cuando te das cuenta que no sabías nada de él”.

“Si”, dijo Kahlee con un tono reflexivo. Y entonces se quedaron en silencio durante un tiempo, un largo tiempo.
Dices que no tienes el libro pero lo estas traduciendo... de donde sacas el libro entonces? hay alguna pagina de internet donde este el libro completo o esas partes q traduces...?
angelogc escribió:Dices que no tienes el libro pero lo estas traduciendo... de donde sacas el libro entonces? hay alguna pagina de internet donde este el libro completo o esas partes q traduces...?


Página de internet no, dudo que fuese legal. Por lo demás yo no digo nada y te lo digo todo [rtfm]
Gracias por la currada, me viene de perlas [ginyo]. Porque dudo que nunca llegue a mis manos la novela...
Se agradece el aporte, asi podemos ir empapandonos del universo Mass Effect.

Por eso y por la currada que te has pegao......5 stars


Ya falta poquito señores.



Salu2 ;-)
SouthPole escribió:Microsoft y Bioware han anunciado de manera oficial todos los extras que se incluirán en la edición coleccionista de Mass Effect. Todavía no hay imágenes de cómo será dicha edición coleccionista, pero en su interior incluirá:

* Un segundo DVD con vídeos exclusivos de Mass Effect (Art of Mass Effect, Interactive Storytelling of Mass Effect)
* Un completo Art Book denominado "A Future Imagined
* Y una novela de ficción llamada Galactic Codex: Essentials, que enlazará con el argumento del juego

Por el momento la llegada de esta edición coleccionista no está confirmada en nuestro país, pero esperemos que finalmente llegue junto con el lanzamiento del juego el próximo 23 de noviembre.

Fuente: HardGame2

Un Saludo


La que esta en Game para reservar, es esa, no?

y porque dices que no se sabe si va a llegar a Euroap. si esta en Game para reservar desde hace meses
Se agradecen los agradecimientos XD. La verdad es que con lo hypeado que me ando con el juego, y lo bien escrita que está la novela da gusto traducir. Otra cosa es que una vez que salga el juego igual se me olvide seguir con la novela jejeje. Y con el Assassin's Creed a la vuelta de la esquina... esto es un no parar![666]

>> CAPÍTULO 14

Jella llevaba trabajando en el departamento de personal y en el de contabilidad de Manufacturas Dah’tan durante cuatro años. Era una buena empleada: organizada, meticulosa y concienzuda; todas ellas valiosas cualidades para cualquiera que ocupara un puesto como el suyo. En las evaluaciones periódicas de rendimiento solía obtener notas que oscilaban entre el notable y el sobresaliente. Pero atendiendo únicamente a la descripción oficial del puesto que ocupaba en la empresa, ella era simplemente parte del llamado “personal de apoyo”. No era imprescindible para la empresa. Los diseñadores de hardware se encontraban en el nivel de jerarquía más alto; sus innovaciones eran las que conseguían atraer clientes. Y la gente que trabajaba en la planta de producción eran los que creaban el producto. Lo único que ella tenía que hacer era disponer del stock suficiente en el almacén para abastecer la demanda que recibían.

Para sus superiores ella no era más que un apaño de última hora, y así lo reflejaba su sueldo… Jella trabajaba tan duro como cualquier otro de la empresa, pero cobraba bastante menos que los diseñadores y los trabajadores de la planta de montaje. No era justo. Esa fue la causa por la cual no se sentía culpable al robarle a la empresa.

No llegaba al punto de vender secretos empresariales. Ella nunca hizo nada lo suficientemente grave como para llamar la atención; simplemente se dedicaba a desviar pequeñas cantidades de la rebosante economía de la empresa. Algunas veces alteraba los pedidos que le encargaban, y otras simplemente manipulaba los documentos dónde se anotaba la cantidad de suministros existentes. En alguna que otra ocasión sencillamente se cercioraba de que el inventario quedase en un lugar inseguro y discreto durante la noche, despareciendo este misteriosamente antes de la hora de apertura de la mañana siguiente, llevándoselo consigo algún empleado del almacén metido también en los mismos turbios asuntos.

Jella no tenía ni idea de quién cogía el inventario, como tampoco sabía quienes podían ser los que le hacían los encargos. Así era como le gustaba hacerlo. Una o dos veces al mes recibía una llamada anónima a la oficina, ella cumplía con su parte, y en unos días su parte del dinero estaba ingresado en su cuenta.

Ese día no iba a ser diferente. O al menos eso era lo que quería pensar mientras caminaba a lo largo del vestíbulo, tratando de no llamar la atención y de parecer tranquila. Pero había algo raro en ese encargo. Le pidieron que apagara una de las cámaras de seguridad y que desactivara la alarma de una de las entradas al recinto. Alguien quería entrar a escondidas en el edificio, y querían hacerlo a plena luz del día…

Era un riesgo estúpido. Incluso si finalmente consiguieran entrar, con total seguridad serían detectados una vez dentro; Dah’tan disponía de varios miembros de seguridad patrullando el edificio entero regularmente. Y si les cogían, seguramente dirían que están allí gracias a ella. Pero la oferta era demasiado buena como para rechazarla, le pagaban el triple de lo que le solían dar. Al final, la avaricia prevaleció sobre el sentido común.

Se detuvo cerca de una de las salidas de emergencia, justo debajo de la cámara de seguridad. Echó un vistazo a su alrededor para asegurarse que no había nadie mirando, mientras sacaba un destornillador que había tomado prestado de la caja de herramientas de un trabajador, metiéndolo a la fuerza por la parte trasera de la cámara para sacar la batería.

Se produjeron algunas chispas y le dio un calambrazo. Se le escapó un pequeño grito a la vez que se le caía el destornillador, sintiendo un poderoso hormigueo en sus dedos debido a la descarga. Apresuradamente se agachó para recoger el destornillador mirando a ver si alguien le había visto. El lugar seguía estando vacío.

Miró hacia la cámara y vio como de la parte trasera salía un humillo blanco. La batería se había quemado. Si alguien mirase el monitor de esta cámara en la sala central de seguridad se daría cuenta al instante de que estaba averiada. Pero los guardias rara vez les echaban un ojo a los monitores durante el día. No con los agentes patrullando por la zona y con el edificio repleto de personas. Solo un loco intentaría entrar a escondidas en horas de trabajo.

Aunque llegasen a darse cuenta de que la cámara estaba averiada, tenían unas cien cámaras en las instalaciones. Siempre solía haber alguna que se estropea cada semana. Lo máximo que harían sería mandar a un técnico para que arreglara la cámara antes del cambio de turno. Satisfecha, Jella continuó hasta llegar a la puerta de seguridad.

Introdujo el código de un empleado para desactivar la alarma y abrir la cerradura. No usó su código, por supuesto. Una de las ventajas de trabajar en su departamento era que tenía acceso a las fichas personales de los empleados. Conocía los códigos de entrada de por lo menos la mitad de la gente del edificio.

Cuando la luz del panel de la puerta pasó de rojo a verde, la parte de Jella concluyó. Todo lo que tenía que hacer era volver a su oficina y continuar con su trabajo como si nada hubiera pasado

Pero una vez que retornó a su despacho, el mal presentimiento que tenía a cerca de este encargo comenzó a crecer, haciéndola sentirse algo mareada. Tras unos veinte minutos, She’n’ya, la compañera con la que compartía despacho, comenzó a notar que algo no iba bien.

“¿Estas bien, Jella? Pareces algo agobiada”

Su estomago se revolvió al oír la voz de su compañera. “Nn… No me siento muy bien…”, contestó, deseando que su voz no sonara tan culpable como ella se sentía. “Me parece que me estoy poniendo enferma”, añadió, aprovechando para salir corriendo al baño a vomitar. Diez minutos después, Jella seguía en el baño.




La misión era simple y no tenía perdida, pero a Skarr le seguía sin gustar. Le llevó un día entero preparar todo lo que dijo que le hacía falta para el asalto. Explosivos, un grupo de 30 mercenarios, incluido él mismo, y tres vehículos para el transporte.

Por temas de seguridad empresarial y de confidencialidad con los clientes, Manufacturas Dah’tan estaba ubicada en un terreno privado de quince mil metros cuadrados más allá de las afueras de Hatre. Cada kilómetro que se alejaban de allí desesperaba un poco más a Skarr, además del poco tiempo que tenían para llevar a cabo el trabajo. Estaba seguro de que alguien le había visto en el puerto espacial; alguien que seguramente avisaría a Saren. Probablemente el Spectre estuviese ya de camino hacia Camala, acercándose más a cada segundo que pasaba…

La instalación consistía en una estructura simple que alojaba el almacén, la fábrica y las oficinas. Los alrededores estaban rodeados por una valla de alambre, con varias señales con la indicación “Propiedad Privada” y “Prohibido el paso” en los diferentes dialectos hablados en Camala.

Nada que pudiera disuadir a Skarr y sus mercenarios. Condujeron los vehículos aplastando las vallas en su camino hacia el solitario edificio. Aparcaron a medio kilómetro de la instalación para continuar a pie el resto del trayecto a través del inhóspito terreno desértico. Se acercaron por la parte posterior a la zona de carga y descarga de los almacenes para evitar ser detectados, llegando finalmente al edificio sin ningún incidente.

Skarr respiró aliviado al ver que la entrada de seguridad trasera estaba abierta – la persona infiltrada de Edan a cumplido su parte del trabajo. Pero ellos tenían que actuar con rapidez si querían terminar antes de que apareciera Saren.

La paranoia empresarial era parte de la cultura de los Batarians, así como su marcado sistema de castas, y Dah’tan no era diferente. No se fiaban de nadie que tuviera información confidencial de su empresa. Por ello todos los documentos y archivos debían quedar siempre en la empresa a buen recaudo: destruyendo la instalación se destruirían todas las pruebas que puedan incriminar a Edan.

Cada vehículo tenía capacidad para transportar 10 mercenarios. Skarr dejó a siete hombres fuera con rifles de francotirador para cubrir las salidas y un par situados en cada lado del edificio. Los otros se organizaron en siete grupos de infiltración de tres miembros cada uno.

“Las bombas estallaran en quince minutos”, les recordó Skarr.

Los equipos de infiltración se dispersaron, dirigiéndose a las distintas bifurcaciones de los caminos que llevaban a las diferentes áreas de la instalación. Su objetivo era colocar un número de explosivos estratégicamente, lo suficiente como para reducir el edificio a escombros. A lo largo del camino fueron deshaciéndose de los guardias que estaban patrullando, acribillando a cualquier empleado al que se le ocurriera cruzarse en su camino. Cualquiera que abandonara el edificio sería neutralizado por los mercenarios apostados en el exterior. Y cualquier superviviente que consiguiera esconderse en el interior del edificio moriría a causa de las explosiones o quemados vivos cuando se detonasen las cargas incendiarias.

Con los francotiradores situados en el exterior y los equipos de infiltración haciéndose camino hacia el corazón del complejo, Skarr se separó de los demás para llevar a cabo una tarea muy específica. Edan le había dado el nombre, la descripción y la situación de la oficina de su contacto en Dah’tan. Era poco probable que la joven mujer supiera para quién estaba trabajando, pero el Batarian no quería dejar ningún cabo suelto.

El Krogan se hizo camino a través de los pasillos de las oficinas de administración cerca de la parte delantera del edificio. De algún lugar a lo lejos escucho el sonido de una escopeta y varias voces de Batarians chillando – la masacre había comenzado.

Momentos más tarde las sirenas comenzaron a sonar. Skarr dobló una esquina encontrándose súbitamente con un par de guardias de seguridad que se apresuraban para atender la alarma. Ambos guardias vacilaron durante un instante, siendo sorprendidos por la visión de un Krogan fuertemente armado corriendo estrepitosamente por los pasillos. Skarr vio la oportunidad y no dudo en machacarles la cara con la culata de su rifle, lanzándolos contra la pared. Según rodaban ambos por el suelo doliéndose del impacto el Krogan situó su arma bajo la barbilla de uno de sus adversarios, haciendo añicos cualquier cosa situada más allá del cuello.

El otro guardia estaba tratando de ponerse de pie, aún aturdido por el impacto y sangrando abundantemente por la boca. Disparó su arma, pero su puntería era errática y no consiguió más que hacer un gran número de agujeros en la pared justo encima de dónde estaban los restos de su compañero. Skarr respondió acribillándolo a quemarropa, amputándole piernas y brazos. Una última ráfaga, ya una vez en el suelo, aseguró su muerte.

Dando un brinco, se incorporó, y siguió rumbo a la oficina del contacto de Edan. La puerta estaba cerrada pero pudo echarla abajo con una patada, arrancándola de sus bisagras. Una joven mujer Batarian estaba agazapada en el suelo, medio escondido tras su mesa. Chilló al ver a aquel monstruo recubierto de sangre y vísceras delante suyo.

“Adiós, Jella”, dijo Skarr.

“¡No!¡por favor! Yo no – ”

El resto de la frase fue interrumpido por el sonido de las detonaciones del rifle, ahogada por el aluvión de plomo que acribilló su cuerpo y que lo lanzó al fondo de la oficina.

Skarr ojeó su reloj rápidamente. Quedaban siete minutos hasta la detonación. Una parte de él deseaba seguir buscando victimas a las que reventar por los pasillos, pero sabía que esa no era una buena opción. Tenía mucha facilidad para dejarse llevar por el ansia de sangre de sus ancestros. Enzarzado en la furia de una batalla podía perder fácilmente la noción del tiempo en una carnicería como esta, y no tenía ninguna intención de volar por los aires junto al edificio.

Volvió velozmente a la salida, ignorando los deliciosos alaridos de dolor y terror que escuchaba a su paso por cada estancia.




Jella hizo lo posible para evitar las ráfagas de plomo que asolaban el lugar y los gritos terroríficos de sus compañeros. Estaba escondida en el respiradero del cuarto de baño – un habitáculo estrecho dónde había conseguido hacerse hueco. En su mente podía dibujar lo que estaba ocurriendo ahí fuera. No tenía ninguna intención de abandonar su escondite.

El tiempo pasaba con una agónica lentitud; los sonidos del ataque parecía que duraban horas, cuando en realidad no fueron más que unos minutos. Escuchó voces que provenían del exterior de la puerta del baño y trató de meterse lo máximo posible en el conducto de ventilación.

La puerta se abrió con estruendo y un par de Batarians saltaron dentro, mientras disparan sus armas. Dispararon una ráfaga por todo el baño, destrozando las puertas de los retretes, haciendo añicos los mismos, y partiendo en mil pedazos las tuberías de las paredes.

Afortunadamente el escondite de Jella estaba situado en lo alto – se subió a un retrete y apoyándose en las paredes que separaban cada estancia consiguió quitar la reja del conducto de ventilación, para poder entrar. Después de entrar cuidadosamente volvió a poner la rejilla en su sitio para permanecer más segura, sin levantar sospechas.

Desde su posición tenía una perspectiva perfecta de la masacre, aunque no pudo evitar cerrar los ojos y taparse los oídos por el miedo al sonido de las armas. Solo cuando los disparos cesaron fue capaz de abrir sus ojos de nuevo.

Los hombres echaron un último vistazo al baño, chapoteando ruidosamente a través del charco de agua que se había creado al romperse las cañerías.

“Aquí no hay nadie”, dijo uno de ellos encogiéndose de hombros.

“Muy mal” dijo el otro. “Esperaba poder encontrar alguna mujer para poder llevárnosla y así entreteneros un rato”.

“Olvídalo”, dijo el otro negando con la cabeza. “Ese Krogan no lo permitiría”.

“Edan es el que nos paga, no él”, contestó su compañero. Jella instantáneamente se dio cuenta de a quién se referían; Edan Had’dah era uno de los individuos más ricos, poderosos e infames de Camala.

“A que no te atreves a decírselo a la cara” dijo el primero riéndose, mientras se agachó para poner algo en la pared. Un instante después se incorporó. “Vámonos. Tenemos que estar fuera en dos minutos”.

Los hombres salieron corriendo a través del vestíbulo, se escuchaba el eco de sus pasos en la distancia. Jella se arrastró lentamente saliendo unos centímetros de su escondite, tratando de ver lo que habían puesto en la pared. Era del tamaño de una caja de zapatos, con cables recorriéndolo por todos los lados. Aun sin haber recibido entrenamiento militar y sin tener ningún tipo de experiencia era obvio que se trataba de algún tipo de explosivo.

Se quedó paralizada durante un momento, tratando de escuchar más disparos. Todo estaba en silencio excepto por un repetitivo beep-beep-beep al ritmo del temporizador de la bomba. Jella golpeó la rejilla del conducto de ventilación y saltó al suelo del baño. Corrió fuera del baño, esprintando a lo largo del pasillo en dirección a la misma puerta de seguridad que había dejado abierta antes, sin darse cuenta de lo que estaba a punto de ocurrir.

Pero no podía pensar en eso ahora. Tratando por todos los medios de no ver en la medida de lo posible los cuerpos de sus compañeros esparcidos por los suelos en el vestíbulo, llegó a la puerta y la abrió de un golpe. Dos empleados del almacén yacían justo delante de la puerta, con un tiro entre los ojos cada uno.

Jella vaciló, esperando un destino similar. Pero fuera quien fuera el que mató a esos hombres se había ido, dejando libre la zona antes de la detonación. Tan pronto como su mente traumatizada fue consciente de que aún seguía con vida, la joven mujer corrió lo más rápido que pudo. Consiguió dar una media docena de zancadas antes de que la explosión convirtiera su mundo en una bola de fuego, agonía, y después la oscuridad…





Para cuando Saren llegó a las instalaciones de Manufacturas Dah’tan, el lugar estaba en ruinas. Los equipos de emergencia se habían ocupado de sofocar las llamas, pero el edificio estaba completamente destruido. Los pisos más altos habían cedido y las paredes habían sepultado todo en el interior. Los equipos de rescate estaban ocupados recogiendo los escombros. Viendo la escena era obvio que no estaban buscando supervivientes, sino simplemente recogiendo los restos.

Varios equipos de la prensa estaban filmando las ruinas desde una distancia respetuosa, con cuidado de no interferir con los equipos de emergencia pero a su vez ansiosos de conseguir alguna escena con carga dramática para sus videos.

Saren aparco su vehículo al lado de ellos, salió, y se dirigió hacia las ruinas.

“Hey!” le dijo uno de los Batarians del equipo de rescate viendo que se acercaba demasiado, corriendo a interceptarle. “No puede estar aquí. Esto es un área restringida”.

Saren lo miró enfurecido y le presentó su identificación.

“Perdón, señor”, dijo el Batarian, haciendo un gesto de reverencia con su cabeza. “No sabía que fuera un Spectre”.

“¿Algún superviviente?”, preguntó Saren.

“Solo uno”, contestó. “Una chica joven. Estaba fuera del edificio cuando estalló la bomba. La explosión le ha amputado las piernas, y tiene quemaduras graves en el 90% de su cuerpo. Se la están llevando en dirección al hospital en este instante. Es un milagro que haya sobrevivido, pero no creo que salga de esta…”

“Llamé a su gente y dígales que se vayan”, dijo Saren, con tono cortante.

“¿Qué?, ¡no podemos hacer eso!, ¡aún estamos buscando supervivientes!”

“Ya no queda ningún superviviente. Aquí no tienen más que hacer”.

“¿Y qué pasa con los cuerpos? No podemos dejarlos aquí”.

“Los cuerpos seguirán aquí mañana por la mañana. Vía libre. Es una orden. Y llévense a los malditos periodistas con ustedes”.

El Batarian vaciló, entonces hizo un gesto de consentimiento con la cabeza y fue a reunir a sus compañeros. Cinco minutos después los vehículos de los equipos de rescate y los de los periodistas se comenzaban a marchar, dejando solo a Saren para buscar pistas entre los restos.





“¡Madre mía!”, gritó Kahlee sofocada cuando su vehículo alcanzó la cima de la montaña por dónde conducían teniendo la primera panorámica de lo sucedido en lo que una vez fue la planta de Manufacturas Dan’tah. “¡¡El sitio entero ha volado por los aires!!”

Estaba atardeciendo, pero el sol anaranjado de Camala aún brindaba luz suficiente para ver la destrucción con claridad.

“Parece que alguien ha llegado antes”, apuntilló Anderson frunciendo el ceño.

“¿Dónde están los equipos de rescate?” preguntó Kahlee. “¡Tienen que saber lo que ha pasado aquí ya!”.

“No lo sé”, admitió Anderson, derrapando con el vehículo para hacerlo parar. “Algo no va bien. Espera aquí”.

Saltando fuera del vehículo se acercó a los restos del edificio a pie, pistola en mano, corriendo agachado. Estaba a menos de veinte metros de distancia cuando un disparo rebotó en el suelo justo delante suyo.

Anderson se quedó inmóvil. Estaba completamente expuesto y no tenía cobertura posible alrededor; el tirador pudo haberle matado fácilmente si hubiera querido. El disparo era una señal de advertencia.

“¡Tira las armas y camina al frente!” exigió una voz proveniente de algún lugar encima de las ruinas. Anderson hizo lo que le ordenó, dejando la pistola en el suelo y quedando desarmado.

Un segundo después una figura Turian que le resultaba familiar emergió desde detrás de los escombros que utilizaba como parapeto, posando el cañón de su rifle en el pecho de Anderson.

“¿Qué estás haciendo aquí?”, requirió el Spectre.

“Lo mismo que tú”, dijo Anderson, tratando de sonar más confiado de lo que se sentía. “Tratando de descubrir quién estuvo tras los ataques a Sidon”.

Saren resopló disgustado, pero no bajó su arma. “Me has mentido, humano”. De la forma que pronunció “humano” hizo que pareciera un insulto.

Anderson no dijo nada. El Spectre había encontrado la manera de llegar a la planta de Dah’tan; era lo suficientemente listo como para unir las piezas.

“La Inteligencia Artificial es una violación de la Convención de Citadel”, continuó Saren viendo que no contestaba. “Informaré de estos al Consejo”.

De nuevo, Anderson permaneció en silencio. Tenía la impresión de que Saren aún estaba tratando de sacarle información. Fuera lo que fuera lo que estaba buscando el Turian, Anderson no iba a ser el que accidentalmente se lo dijera.

“¿Quién estuvo tras los ataques a Sidon?” preguntó Saren, con un tono amenazante mientras pasaba a apuntar al pecho de Anderson a través de la mirilla del rifle.

“No lo sé”, admitió Anderson, permaneciendo completamente quieto.

Saren realizó un disparo al suelo justo a sus pies.

Se acobardó, pero no dio un paso atrás. “¡He dicho que no lo sé!” gritó, perdiendo los nervios. Estaba casi seguro que Saren le mataría, pero no iba a suplicar por su vida. ¡No iba a dejar a un jodido Turian intimidarle de esa manera!

“¿Dónde está Sanders?” replicó Saren, cambiando de táctica.

“Segura en algún lugar”, contestó de mala manera Anderson. No iba a permitir bajo ningún concepto que un monstruo como ese se acercara ni un milímetro a Kahlee.

“Te está engañando” le dijo Saren. “Ella sabe mucho más sobre esto de lo que te ha contado. Deberías interrogarla de nuevo”.

“Ya me ocuparé yo de mi investigación, tu ocúpate de la tuya”.

“Entonces debería concentrarme en encontrarla a ella, supongo”, dijo, con un tono cada vez más amenazante. “Si lo hago, mi interrogatorio descubrirá incluso sus más inconfesables secretos”.

Anderson sintió como sus músculos se tensaban, pero se negó a decir nada más sobre Kahlee.

Viendo que el humano no iba a caer en la trampa, el Turian cambió de tema de nuevo. “¿Cómo has llegado hasta aquí?”.

“Ya he respondido a todas tus preguntas”, dijo Anderson rotundamente. “Si vas a matarme, adelante”.

El Turian miró a su alrededor, escaneando el horizonte con una tenue luz. Pareció haber llegado a algún tipo de decisión, y entonces bajó su arma.

“Soy un Spectre, un agente del Consejo”, declaró, con un timbre de nobleza dando fuerza a su voz. “Soy un sirviente de la justicia, juré proteger y defender la galaxia. Matarte no sirve a ese propósito, humano”.

De nuevo, la palabra parecía más bien un insulto.

Saren se dio la vuelta y se alejó caminando, en dirección a una lejana silueta de un vehículo que apenas se adivinaba en la distancia. “Ve y busca entre los escombros si eso te hace sentir mejor”, dijo hablando por encima de su hombro. “No vas a encontrar nada”.

Anderson no hizo ningún movimiento hasta que Saren se subió a su vehículo y se fue. Una vez que el vehículo quedó fuera de su campo visual, se volvió y recogió su pistola del barro. Estaba totalmente negra; no había ningún motivo por el que ponerse a buscar entre los escombros ahora. Y realmente creía que el Turian tenía razón cuando dijo que no había quedado nada interesante entre los escombros.

Andando cuidadosamente a través de la profunda melancolía de la noche, le llevó varios minutos volver hasta su vehículo.

“¿Qué ha pasado?” Kahlee preguntó según entraba dentro. “Me ha parecido verte hablando con alguien”.

“Saren”, le dijo. “Este Spectre Turian”.

“¿Qué estaba haciendo aquí?”, preguntó, asustada por los recuerdos que le traían sus encuentros con él.

“Buscando pruebas”, admitió Anderson.

“¿Qué es lo que te ha dicho?, ¿qué quería?”.

Se debatió brevemente si debía contarle una mentira; algo que contribuiría a que la chica no se alterara. Pero ella también era parte de esto. Merecía que le contara la verdad. O la mayor parte al menos.

“Pienso que estaba considerando seriamente la posibilidad de matarme”.

Kahlee gritó de miedo.

“Tampoco estoy seguro”, añadió rápidamente. “Puede que me equivoque. Los Turians son difíciles de entender”.

“No digas gilipolleces”, le contestó. “No dirías algo así si no estuvieses seguro. Cuéntame que es lo que ha pasado”.

“Estaba buscando información”, dijo Anderson. “Ya se imaginaba que le habíamos engañado con lo de a que os dedicabais en la base de Sidon”.

“Dah’tan’s no es conocido por hacer implantes bióticos precisamente”, reconoció Kahlee.

“No le he contado nada. Cuando se ha dado cuenta de que no le iba a ayudar en su investigación me ha empezado a mirar con muy mala cara. Es entonces cuando pensaba que iba a matarme”.

“Pero no lo hizo”. Sus palabras eran mitad pregunta mitad afirmación.

“Miró a su alrededor, para ver si había alguien cerca. Entonces simplemente se fue andando”.

“¡Quería saber si estabas solo!, exclamó ella, reafirmándose en la conclusión que ya se había formado. “¡No te podía matar habiendo testigos!”.

Anderson asintió con la cabeza. “Legalmente un Spectre tiene el derecho de hacer lo que quiera. Pero el Consejo no consiente las muertes gratuitas. Si me hubiera matado y alguien hubiera informado de ello, hubieran tomado medidas contra él”.

“¿Realmente piensas que el Consejo hubiera tomado medidas si la víctima hubiese sido un humano?”.
“La Humanidad tiene más peso político de lo que esa panda de aliens quieren admitir”, explicó Anderson. “Tenemos suficientes soldados y naves como para hacer que cualquier especie se lo piense un par de veces antes de meterse con nosotros”.

“¿Entonces, que pasa ahora?”.

“Nos dirigiremos de vuelta hacia la ciudad. Necesito mandarle un mensaje a la embajadora Goyle”.

“¿Por qué?” preguntó bruscamente Kahlee. “¿Para qué?”. Su timbre de voz le hizo recordar que ella aún era una fugitiva perseguida por La Alianza.

“Saren sabe que la humanidad ha estado experimentando de manera ilegal con la IA. Va a informar al Consejo. Tengo que prevenirla para que esté preparada para el lío político que se va a montar”

“Por supuesto”, Kahlee replicó, su voz era una mezcla de alivio y vergüenza. “Perdona, pensaba que…”.

“Estoy haciendo todo lo que puedo por ayudarte”, le dijo, tratando de ocultar cuanto le habían dolido realmente sus sospechas. “Pero necesito que confíes en mí”.

Ella se acercó a su altura y puso sus manos sobre las suyas. “No estoy acostumbrada a que la gente se preocupe por mí”, dijo como queriendo pedir perdón. “Mi madre estaba siempre trabajando y mi padre… bueno, ya sabes. Buscarme la vida yo solita acabó siendo una costumbre. Pero se lo arriesgado que es para ti ayudarme. Tu carrera. Tal vez tu vida. Te lo agradezco. Yo confío en ti… David”.

Nadie la había llamado David nunca. Nadie excepto su madre y su mujer. Su ex-mujer, corrigió. Por un instante estuvo a punto de contarle a Kahlee lo que Saren le había dicho sobre que iba a concentrar su investigación en ella, pero en el último segundo prefirió morderse la lengua.

Kahlee lo tenía loco; a estas alturas ya lo había asumido. Pero tenía que tener la mente fría para tener en cuenta la de problemas que tenía la chica en este momento. Era vulnerable; estaba sola y asustada. Contarle lo que le había dicho Saren no haría más que empeorar las cosas. Y aunque posiblemente ello conllevaría que la chica se aferrase aún más a él, Anderson no tenía intención de sacar provecho de una situación como esa.

“Pongámonos en marcha entonces”, dijo, quitándole gentilmente la mano de debajo de las suyas y maniobrando con el vehículo para ponerlo en dirección hacia la ciudad que se adivinaba en la distancia.
Muchas gracias por el esfuerzo que estas realizando. Espero que puedas finalizar la traduccion que estas llevando, seria una lastima quedarse a medias. Por cierto, cuantos son la totalidad de capitulos?
Bueno, he terminado de leer el libro y la verdad que se queda la cosa muy interesante. Que poquito queda ver como empieza la cosa (supuestamente es una triologia, asi que habra mass effect 2 y 3 jur!)

PD. por ciert,o si el argumento y el guion del mass effect son como los de la novela, dejaran a la historia de HALO al nivel argumentario del mario64!
Hola, quería preguntar una cosilla:

¿Dónde podría encontrar en Barcelona este libro? Lo he estado buscando en tiendas estilo Gigamesh, Norma Comics, etc; y no lo he encontrado. ¿Alquien podría darme alguna sugerencia?

No me importa que el libro esté en inglés.
El libro esta directamente conectado a el juego, el personaje del libro es el capitan anderson y relata como Saren tambien lo puteo.
Mithrandir0x escribió:Hola, quería preguntar una cosilla:

¿Dónde podría encontrar en Barcelona este libro? Lo he estado buscando en tiendas estilo Gigamesh, Norma Comics, etc; y no lo he encontrado. ¿Alquien podría darme alguna sugerencia?

No me importa que el libro esté en inglés.


Lo que es tienda física lo tienes chungo tio, bueno la verdad es que no sé que posibilidades hay en barna (como bien dices yo estuve en gigamesh en un viaje que hice para allá y para mi es la mejor tienda de libros asi de importación que conozco asi que si no lo tienen ahi..) pero yo en Madrid te aseguro que no está en ningún lado.

Pillatelo en amazon.

Te he dejado el enlace con directamente al libro, te lo envían desde UK (vamos Inglaterra) y el precio + Gastos de envío, equivale más o menos a lo que vale un libro aquí en España.
ni0gOs está baneado por "Usar clones para saltarse baneo"
En el capitulo 11 se dice que el Krogan muere por el disparo de Saren. Pero en el 13 se vuelve a hablar de el. Que alguien me aclare

Por otra parte, me he leido la novela, espero que no cuente la historia del juego. Es una historia que sirve para entender mejor el juego o cuenta directamente la historia del juego? Es que si es asi pedazo spoilers
ni0gOs escribió:En el capitulo 11 se dice que el Krogan muere por el disparo de Saren. Pero en el 13 se vuelve a hablar de el. Que alguien me aclare

Por otra parte, me he leido la novela, espero que no cuente la historia del juego. Es una historia que sirve para entender mejor el juego o cuenta directamente la historia del juego? Es que si es asi pedazo spoilers


Cuenta lo que paso antes del juego, y es de recomendada lectura para entender ciertas cosas del mismo, yo voy por el capitulo 6 y me esta ayudando a entender un poco mas el juego, ya que de este llevo unas 12 horas algunas cosas son confusas, me refiero al pasado no al juego en si.
Gracias Bebopcoffee por el enlace.

En cuanto a la trama del juego es después de Revelation. Por lo que en principio, el libro sirve para asentar las bases del universo de Mass Effect, si no me equivoco.
por favor que alguien continue traduciendolo! :(

si no es mucha molestia.
IMPRESIONANTE!!!

El trabajo del hilo, estoy alucinando. Oooh


Muchas gracias. Aun no me lo he leido, pero antes de comprarme el juego, lo hare :)



Que ganas!!
ni0gOs escribió:En el capitulo 11 se dice que el Krogan muere por el disparo de Saren. Pero en el 13 se vuelve a hablar de el. Que alguien me aclare

Por otra parte, me he leido la novela, espero que no cuente la historia del juego. Es una historia que sirve para entender mejor el juego o cuenta directamente la historia del juego? Es que si es asi pedazo spoilers


No me había fijado en ese detalle en concreto, tienes razón. Dice textualmente "ahora ya estaba bien muerto", y luego en los capítulos que he traducido yo sigue la historia como si simplemente hubiera sufrido heridas pero sin haber muerto logicamente. Yo solo puedo decir que he traducido el capítulo 13 y 14 de la forma más literal posible. Vamos, que de cosecha propia practicamente nada, si acaso alguna expresión que traducida directamente del inglés suena cutre en castellano, pero por lo demás he intentado ser lo más fiel que podía.

Además no tiene pinta de tratarse de un suceso anterior lo que yo he traducido, sino más bien de sucesos directamente posteriores. A ver si saco algún ratillo para traducir algo más y nos vamos aclarando [ginyo]

Saludotes!

Edit: Acabo de ojear el capítulo 11 de la propia novela en inglés y el Krogan NO muere en ningún momento. Es más, finalmente relata como consigue escapar mientras Saren lo intenta cazar con la escopeta haciendo un boquete en el cesped de la parte exterior de la casa, detalle que aparece en uno de los capítulos que he traducido cuando va el chaval a esa casa a ayudarles a piratear el ID de la chica y tal. Asi que ahí está la solución.

Ni me había dado cuenta de esa incongruencia hasta que la has comentado. A ver si alguien pudiese editar eso en lo traducido por Wasenshi, porque ultimamente no se le ve mucho por aquí. Algún moderador o algo, no se si sería posible...
Ahi buen rollo, ilustranos ejejej
[flipa] [flipa] menudo curro de post.
Muchas gracias traducirlo y esperamos impacientes el siguiente capitulo.
AlterElt está baneado por "troll"
Este texto es previo o posterior al juego?, saludos!
eis no nos dejareis a medias no ?? jajaj esperamos mas [jaja]
AlterElt está baneado por "troll"
AlterElt escribió:Este texto es previo o posterior al juego?, saludos!


hola? xD
boryac escribió:eis no nos dejareis a medias no ?? jajaj esperamos mas [jaja]


es anterior, puedes leerlo sin miedo, no te pierdes nada...es para entrar en el (magnifico) universo de mass effect..de hecho dicen que hay detalles que sin haber leido esto no quedan bien aclarados..;)
Buenas, he estado buscando en los foros oficiales de Mass Effect y en otros lugares alguna foto de los Batarians. Se ve que aun no existe ningun diseño oficial de estos, y me extraña porque juegan un rol bastante importante.

En el juego tampoco aparecen los Batarians, al menos hasta donde yo he jugado.

Alguien sabe algo nuevo acerca de ellos? Es que en la descripcion del libro me pierdo bastante, los adjetivos no son lo mio. Al principio me hacia un lio con los salarians, asaris,... Supongo que los dejaran para la segunda parte del juego.

PD: Estoy por el capitulo 14 del libro. Yo también me confundi con el amago de muerte del Krogan.
No se como os podeis confundir si en el libro dice claramente que huye, y cuando le preguntan a Saren porque no perseguirlo, les contesta sarcasticamente que solo un loco se le ocurriria ir detras de un krogan con poderes psiquicos.

Yo estoy a punto de terminarme el libro, que sin ser gran cosa al menos entretiene y te haces una mejor idea del universo de mass effect.

Solo espero que continuen la saga y no la dejen colgada, que despues de leerme el libro y conocerme toda las malditas razas, me sirva de algo en el futuro! [carcajad]
seryu escribió:No se como os podeis confundir si en el libro dice claramente que huye, y cuando le preguntan a Saren porque no perseguirlo, les contesta sarcasticamente que solo un loco se le ocurriria ir detras de un krogan con poderes psiquicos.

Yo estoy a punto de terminarme el libro, que sin ser gran cosa al menos entretiene y te haces una mejor idea del universo de mass effect.

Solo espero que continuen la saga y no la dejen colgada, que despues de leerme el libro y conocerme toda las malditas razas, me sirva de algo en el futuro! [carcajad]

Es que yo cuando lo leo es antes de irme al sobe, y claro, algun que otro detalle se me escapa xD.

PD: Logro Desbloqueado: Mensaje 1001!!!! [fies]
Seguimos esperando la siguiente entrega.... que esto parece la Fox [sati] [sati] [sati]


Gracias por el curro, que se que tiene un rato largo.

Saludos..

Pd: Espectante [cartman] [cartman]
buen aporte (y parrafada XD)
dew
increile hilo, me va de perlas!!!
Impresionante el curro, solo voy por el capitulo 2, por los resumenes el libro parece bastante bueno, ojala saliera aqui :). Saludos.
godofredo está baneado por "Troll"
Por el amor de una madre, que alguien siga traduciendo el libro pro favolllllllll!!!!!!!!!!!!!!!! xD

O si alguien se lo ha leido entero que hagan un resumen rápido de lo que queda. Da igual que sean un ultraresumen, solo quiero saber como acaba.
Se cuenta la historia de cuando a Anderson le hicieron las prácticas para ser Spectre y Saren se lo jodió?

Se lía Anderson con Kahlee????

Aiiii señol, esto es un sin vivir!!!! [+risas]
¿No hay posibilidades de que salga esta novela en español?.

En su dia no me lei los capitulos que estan aqui traducidos (se agradece el esfuerzo) porque no quiero quedarme a mitad de la historia.

Siento que me estoy perdiendo algo que me encantaria y, por culpa de mis limitaciones con el ingles, no puedo disfrutarlo...
Barny está baneado por "Has sido expulsado para siempre de EOL. No vuelvas."
Gracias por el curro de traducir y animo q esta interesante.
seria lo suyo que se terminase de traducir, gracias por traducir lo que tenemos.

¿Alguien puede decirme donde comprar el libro aunque sea en ingles?
Comprarlo en ingles ni idea, quiza puedes pedirlo en alguna libreria o buscarlo por ebay o alguna tienda online.

Eso si, si no te importa leerlo en pdf (y en ingles, claro) mandame un MP y te lo paso.

Salu2
¿Alguien puede decirme donde comprar el libro aunque sea en ingles

Lo puedes comprar en Amazon.com, en Ebay que yo sepa no está.
Refloto porque seguramente a mucha gente le interesará.

Se va a editar el libro en España.

http://www.scyla.com/libros/780/ciencia ... revelacion

Saldrá en Septiembre.

Como curiosidad, parece que habrá unas 100 páginas menos en la versión española [enfado1]

Saludos.
aWaKeNiNG escribió:
Como curiosidad, parece que habrá unas 100 páginas menos en la versión española [enfado1]

Saludos.

tampoco confundamos las cosas, que lo mismo 4 lineas mas por pagina.

Por lo demás buena noticia, el juego a tenido existo pero esto pocos se lo esperaban
alben escribió:
aWaKeNiNG escribió:
Como curiosidad, parece que habrá unas 100 páginas menos en la versión española [enfado1]

Saludos.

tampoco confundamos las cosas, que lo mismo 4 lineas mas por pagina.

Por lo demás buena noticia, el juego a tenido existo pero esto pocos se lo esperaban


Tambien es verdad [chulito]

Lo dije porque hay algunas traducciones de libros que se comen parrafos enteros del original.
muchas gracias por estos capitulos que habeis puesto. No soy muy de ciencia ficcion pero este libro promete, y aun no he conectado la 360 en mi casa, pero ya estoy mirando donde comprar el juego :D
Pues el libro caerá, y lo guardaremos al lado de la EC. :D Que suerte encontrar este hilo, porque había oido lo del libro y no sabía hasta que punto sería verdad... Buena época para volver a la lectura. Gracias!
elfo-oscuro escribió:muchas gracias por estos capitulos que habeis puesto. No soy muy de ciencia ficcion pero este libro promete, y aun no he conectado la 360 en mi casa, pero ya estoy mirando donde comprar el juego :D


Si miras en el hilo de ofertas yo he puesto que en game.co.uk al cambi con envio sobre 26 euros. En España me parece que han puesto que en el Media Markt de Baracaldo a 20. El inglés viene subtitulado (como el español).
147 respuestas
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