Tails of Iron 2. Pues mejor que el 1, que ya era un juego majísimo. Siguen las aventuras souleras de las ratitas en ese universo chungo de violencia y venganza. Ahora con más animalejos, escenarios muy guapos visualmente, mucho encanto y un combate duro pero gratificante.
Es un juego que es corto si vas solo a pasarte las misiones principales. Los escenarios son pequeños y la gracia es hacerse las secundarias, porque incluso abren partes del escenario. Como el primero, es básicamente un juego de pelear. Tiene bastantes más jefes que aquel y algunos muy chulos. De dificultad va un poco desajustado porque pasan muchas horas hasta que puedes subir la barra de vida, con lo cual te pelan de dos toques.
Fabuloso como encaja con la primera parte, me gustó mucho ese tramo. Toda la parte final del juego está muy bien, y apunta a un posible Tails of Iron 3, que ojalá. Pero para eso hay que jugar a este, así que si os moló la primera parte, dadle caña a la de ya.
Por cierto, el juego te deja bajar la dificultad por menú en cualquier momento. Es decir, te llegas a un jefe que te parece imposible. Pues bajas la dificultad, lo liquidas y luego la vuelves a subir. Lo cual está estupendo porque particularmente hay un jefe que a mí casi me hace dejar el juego (el resto los maté en dificultad normal).