JayLeNo escribió:-Sin su existencia, el toro de lidia se extinguiría
Unos conceptos básicos de taxonomía
El "nombre y apellido" de cualquier animal viene definido en zoología por su género y especie [1]. Todos los animales que pertenecen a un mismo género tienen en común una serie de caracteres similares (caracteres genéricos). Así, todos los animales pertenecientes al género Canis, como el perro y el lobo, tienen caracteres comunes suficientemente obvios (es este caso) pero también caracteres diferenciadores [2]. Por ello, el primero pertenece a la especie familiaris (Canis familiaris) y el segundo a la especie lupus (Canis lupus) [3]. Con los bóvidos sucede igual: la vaca y el cebú pertenecen al género Bos, pero la primera es de la especie taurus (Bos taurus) y el segundo de la especie indicus (Bos indicus). Podríamos por tanto decir, en términos generales, que los animales de una misma especie, además de tener los caracteres genéricos propios, se asemejan entre sí tanto como a sus padres, se distinguen de las demás especies del mismo género, y se reproducen entre sí dando descendientes fecundos.
Pero ocurre con mucha frecuencia, que grupos de animales de una misma especie presentan entre sí caracteres que permiten diferenciarlos claramente (por ejemplo, todos los perros son de la misma especie, pero es posible diferenciar con claridad a un caniche de un mastín). En este caso estamos ante un hecho que obliga a categorías inferiores dentro de las especies: son las especies politípicas. Y es en estas subdivisiones donde las normas taxonómicas se muestran más oscuras: las especies se pueden dividir en subespecies y/o en variedades, y estas en subvariedades o biotopos. El uso del sinónimo "raza" por "variedad" es frecuente y correcto. Siguiendo con nuestro ejemplo canino, un galgo sería un Canis familiaris de raza galgo.
Estas normas taxonómicas, un tanto simplificadas para facilitar su comprensión, no tienen otro objeto para nuestros fines que dar una idea de conjunto. Pero es importante señalar que los caracteres que permiten clasificar a un grupo de animales dentro de una misma raza deben cumplir inexorablemente las siguientes reglas:
a) que sean diferenciadores con respecto a las demás razas de la especie (los caracteres que ya se dan en una raza no sirven para describir a otra).
b) que sean estables en el sentido de que se confirmen y perpetúen con la herencia (un carácter que pueda no aparecer en los descendientes, no sirve para describir una raza).
c) que sean susceptibles de descripción científica (un carácter como "proporcionado" no es válido para marcar alguna característica propia de una raza, pues es una apreciación subjetiva).
Mientras que c) es una regla de obviedad racional, a) y b) lo son no sólo por concepto científico, sino también por definición semántica del vocablo "raza": Cada uno de los grupos en que se divide una especie orgánica, formado por individuos que tienen ciertos caracteres comunes que los distinguen de los de los otros grupos de la misma categoría y que se transmiten por herencia (María Moliner).
No cabe duda de que dichas reglas son perfectamente aplicables a nuestro ejemplo canino, pero ¿lo son también a los Bos taurus que se utilizan en la lidia?
(...)
¿Existe la raza de lidia?
La respuesta es sencillamente NO, y podemos dar argumentos al respecto. Recordemos que para poder definir una raza se han de cumplir tres reglas, y que si no se cumple aunque sólo sea una de ellas, no puede hablarse de raza. Pues bien, el denominado ganado de lidia no cumple ninguna de las tres:
a) No existen caracteres morfológicos propios de los toros de la hipotética raza de lidia, ya que estos (los caracteres morfológicos de los toros de lidia) son indefinibles por dispares. Descríbase cualquier ejemplar de cualquier ganadería de las que crían toros para lidia, y se podrá comprobar que tal descripción no es aplicable a otros ejemplares de otras ganaderías que crían ejemplares con el mismo fin [5]. Tampoco existen caracteres diferenciadores definibles entre los toros de la hipotética raza de lidia con respecto a otras razas de la misma especie.
b) Los caracteres diferenciadores psicológicos que se le suponen a la hipotética raza de lidia (principalmente la difícilmente definible "bravura") no parecen perpetuarse de forma regular con la herencia, hasta tal punto que la inmensa mayoría carece ellos, según denuncian los propios taurómacos. De lo contrario, las tientas serían innecesarias, y todos los toros nacidos de padres "bravos" serían igualmente bravos. Tampoco parecen perpetuarse los caracteres morfológicos: observando fotografías de ejemplares de toros bravos de distintas épocas, incluso de las mismas ganaderías, puede observarse que presentan características morfológicas muy diferentes.
c) No conocemos ni una sola descripción científica de los caracteres diferenciadores de la hipotética raza de lidia. Y ello a pesar de haber consultado una muy amplia bibliografía. La razón es sencilla: no puede ser descrito lo que es inexistente. Tan es así, que ni en el propio Reglamento de Espectáculos taurinos se describen, limitándose a prohibir que se lidien reses que no estén inscritas en el Registro de Empresas Ganaderas de Reses de Lidia, y que las mismas tengan las características zootécnicas de la ganadería a la que pertenezcan [6].
Por todo ello, habría que decir que la raza de lidia sólo existe como idea u objetivo a alcanzar por los ganaderos interesados, y ello aceptando que exista un fenotipo ideal, lo cual no es cierto en tanto que el concepto de "toro de lidia", tanto en el aspecto morfológico como en el psicológico, viene cambiando a lo largo de los tiempos de acuerdo con las modas taurómacas de cada momento.
La afirmación de que no existe la raza de lidia, no es evidentemente sólo nuestra. Por ejemplo, el que es posiblemente el más completo y documentado trabajo publicado sobre las razas autóctonas españolas [8], dice al efecto: "El ganado de lidia constituye en España una heterogénea población bovina a la que es bastante dudoso integrar dentro de raza, ya que la única característica que se les puede asignar en común es su capacidad para mostrar un temperamento agresivo, que los aficionados a la fiesta de los toros llaman bravura... Por ello, es dudoso integrar esta diversa población bovina dentro del concepto de raza."
¿Me explicarías, JayLeno, qué es exactamente el toro de lidia?