Sexualidad y métodos anticonceptivos/Urólogo

¿Qué es la urología?

La urología es la especialidad médica que estudia las vías urinarias y el aparato genital masculino, es decir, riñones, vejiga, uretra, próstata, testículos y pene. Por tanto al urólogo corresponde realizar la practica de esta rama de la medicina.


¿Cuándo un hombre ha de ir al urólogo si NO siente molestias?

  1. Todos los varones deberían someterse a una revisión rutinaria anual a partir de los 50 años
  2. A partir de los 40 si existen antecedentes familiares


¿Cuándo un hombre ha de ir al urólogo si siente molestias o tiene problemas?

  1. . Tener algún familiar con enfermedades de las vías urinarias, por ejemplo, cálculos, cáncer, crecimiento de la próstata o tuberculosis urinaria.
  2. Molestias urinarias causadas por alguna relación sexual antigua o reciente.
  3. Salida de líquido diferente de la orina por el orificio urinario.
  4. Cualquier dificultad para orinar.
  5. Orinar sangre.
  6. Expulsar arenilla o cálculos en orina.
  7. Dificultad para bajar la piel que cubre la cabeza (glande) del pene
  8. Inflamación o cortadas (escoriaciones) o enrojecimiento de la piel del pene.
  9. Cualquier duda o molestia referente a su funcionamiento sexual.


¿Cuándo una mujer ha de ir al urólogo?

  1. Necesidad intensa y no controlable de orinar.
  2. Salida involuntaria de la orina al hacer esfuerzos.
  3. Orinar seguido y poco asociado con la sensación de no haber terminado o hacer esfuerzo para iniciar la salida de orina (micción).
  4. Orinar sangre o expulsar arenilla o cálculos.
  5. Tener dolor de los riñones (espalda baja o parte alta de la cadera).


¿Qué es la próstata?

Es una glándula que poseen todos los varones que al aumentar de tamaño con la edad puede producir diversos síntomas al orinar, que obligan a acudir a un especialista en Urología.


¿Cuáles son los síntomas más comunes de las enfermedades de la próstata?

Los síntomas más frecuentes son: orinar con más frecuencia que antes, con el "chorro" más débil y, a veces, más fino; tener cierta dificultad para iniciar la micción; sensación de ganas de orinar al poco de haber terminado; levantarse de noche; urgencia para orinar que ocasionalmente puede ocasionar incluso ligeras pérdidas por no llegar a tiempo al lavabo ...
Los síntomas son muy variados y se presentan de forma e intensidad distinta en cada paciente. No se puede olvidar que los tumores malignos de la próstata pueden existir sin ninguna de las manifestaciones referidas, de ahí la importancia de los chequeos periódicos.


Cáncer de próstata y tratamiento:

Este tipo de cáncer se desarrolla de forma muy lenta, provocando que, en muchas ocasiones, el tratamiento tenga que efectuarse durante un largo plazo de tiempo. Se debe destacar, sin embargo, que si el cáncer se detecta en su primera fase, cuando todavía se encuentra dentro de la próstata, el paciente puede tener una larga expectativa de vida.
El tratamiento de la próstata depende básicamente del estado evolutivo de la enfermedad. Datos como el grado, la etapa del cáncer o la edad y el estado de salud del paciente son muy importantes para decidir el tratamiento a seguir: cirugía, prostatectomía retropúbica, prostatectomía retropúbica, prostatectomía retropúbica, radioterapia terapia hormonal y quimioterapia.


¿Qué es la fimosis?

Es un problema anatómico del prepucio (piel que normalmente recubre el glande) que consiste en una estrechez del mismo, causada por un anillo fibroso, el cual impide que se deslice en forma fácil. Un prepucio sano debiera poder retraerse completamente, quedando el glande totalmente al descubierto durante una erección, sin molestias ni dolor. La fimosis se manifiesta cuando, estando el pene flácido o erecto, no puede deslizarse para dejar el glande al descubierto.
La Parafimosis es una condición agravada de la fimosis, en la cual la base del glande (surco) es estrangulada por el prepucio retraído e inflamado. Esta situación es muy peligrosa y en general requiere cirugía en forma urgente.
La balanitis (inflamación e infección del glande) y postitis (inflamación e infección del prepucio), siendo la balanopostitis la combinación de ambas.


¿Cuando se recomienda la circuncisión?

Cuando hay fimosis, parafimosis, balanitis, postitis o balanopostitis
Como medida preventiva, es siempre conveniente visitar a un Urólogo cuando:
  • Hay dolor en el pene al masturbarse o al penetrar
  • Imposibilidad de deslizar el prepucio hacia atrás
  • El frenillo queda muy tirante
  • Glande o prepucio inflamados
  • Excesiva secreción debajo del prepucio
  • Infección urinaria


¿En qué consiste la Circuncisión?

Es una sencilla intervención quirúrgica en la cual se corta el prepucio, que es la piel que recubre el glande. Como resultado, el glande (punta o cabeza del pene) se deja al descubierto en forma permanente. La mayoría de las veces, se hace con anestesia local (por inyección). A veces, por diversas razones, se prefiere usar anestesia general. Si se hace con anestesia local, el procedimiento es de carácter ambulatorio, se realiza en un consultorio médico, y no requiere hospitalización.
En algunos casos, la circuncisión sólo considera el corte del prepucio. Sin embargo, en algunos casos es también necesario cortar el frenillo – frenulectomía - (total o parcialmente), que es la banda de tejido que sujeta al prepucio, por debajo del glande. Este corte evita el problema de la curvatura del pene hacia abajo, producida por la presión del frenillo que produce un doblamiento en el pene en erección. Además, se evita la posibilidad de que por causa de una maniobra impulsiva se rompa el frenillo, con la correspondiente hemorragia que esto puede causar.
Respecto a los cuidados post-operatorios, la recuperación no presenta mayores problemas y el periodo de convalecencia puede durar entre 8 a 10 días. Lo único que hay que tener cuidado es con las erecciones, que pueden generar aperturas en las suturas y las consecuentes hemorragias. También hay que evitar los esfuerzos físicos durante 4 semanas después de la cirugía. Se pueden retomar las relaciones sexuales en cuanto el medico indique que la curación es completa, que en general no va mas allá de las 4 semanas. En todos los casos, el restablecimiento es total y sin complicaciones.


¿Existen alternativas a la circuncisión?

Esta pregunta surge inevitablemente cuando alguien sugiere la circuncisión. Las opciones a considerar podrían ser las siguientes:
  • Circuncisión parcial: remover solo la punta constrictiva del prepucio (anillo fibrotico) es una posibilidad. Sin embargo, muchos hombres que lo han experimentado terminan sintiendo que el remanente suelto del prepucio se interpone demasiado durante el sexo. Además, la circuncisión parcial no evita la producción de esmegma.
  • Corte dorsal: algunas veces se sugiere cortar una ranura a lo largo de la parte superior del prepucio. Si la ranura queda corta, entonces pueden surgir problemas similares a la circuncisión parcial. Si la ranura es larga, el glande queda expuesto en forma permanente y el prepucio remanente se retrae parcialmente, dejando la parte superior como si estuviera circuncidada adecuadamente, mientras que la piel en exceso se arruga en la parte inferior, con un resultado bastante poco atractivo.
  • Una técnica desarrollada recientemente, llamada prepucioplastia, puede ser efectiva en algunos casos de fimosis sin balanitis ni frenillo breve. Consiste en hacer un pequeño corte dorsal para luego suturar los bordes en forma perpendicular, en lugar de hacerlo a lo largo del pene. Una pequeña cicatriz en forma de “T” quedara en la punta del prepucio y, como toda cicatriz, será menos elástica que la piel circundante.
  • Estiramiento del prepucio: puede funcionar en casos de fimosis muy leve. Sin embargo, si se estira demasiado, se crearan grietas diminutas las cuales sanaran en forma de pequeñas cicatrices que son incluso menos elásticas que la piel circundante. Así, la fimosis empeora y la circuncisión se hace necesaria eventualmente.
  • Cremas y ungüentos: pueden aliviar temporalmente el escozor de la balanitis, pero no remueven la causa original. Incluso pueden empeorar la condición al atrapar hongos y bacterias que – de otra forma – podrían ser lavados o retirados manualmente. Solo la remoción del prepucio eliminara la balanitis, permitiendo la exposición permanente del glande infectado a los efectos del aire seco.


¿Cuáles son los beneficios físicos de la Circuncisión?

Aunque existen motivos religiosos para circuncidar, en muchas sociedades la razón principal es una mezcla de aspectos culturales y físicos (preventivos). Dentro de los beneficios físicos, avalados por numerosos estudios médicos, están los siguientes:
  1. Se ha demostrado científicamente que el hecho de estar circuncidado disminuye efectiva y drásticamente la probabilidad de desarrollar cáncer al pene. Uno en 600 hombres no-circuncidados adquirirán cáncer al pene. La probabilidad de ese cáncer es aproximadamente 200 veces menor en un circuncidado que en un no-circuncidado.
  2. El riesgo de infecciones al aparato urinario es 12 veces mayor en penes no-circuncidados.
  3. Los casos de cáncer del cuello de útero son más frecuentes en las parejas de hombres no-circuncidados. Lo mismo sucede con las infecciones de hongos vaginales (candidiasis).
  4. Varios estudios recientes sostienen que la circuncisión proveería un consistente efecto protector ante la infección del virus VIH del SIDA. Es un hecho ya comprobado que las células de Langerhans, ubicadas en la piel interior del prepucio, atraen virus, entre ellos el VIH. Los estudios concluyen que los hombres no-circuncidados (con prepucio) tienen más del doble de probabilidad de contraer el SIDA que los hombres circuncidados, bajo las mismas condiciones conductuales.
  5. Claramente, el estar circuncidado evita el sufrir de patologías muy comunes en el pene, que además de molestas, pueden llegar a ser peligrosas, tales como la fimosis (estrechez de la abertura del prepucio), parafimosis y balanitis.
  6. Hay también un tema de higiene personal: un pene no-circuncidado (con prepucio) es más difícil de mantener limpio durante el día, ya que éste produce esmegma, que es la secreción sebácea (blanca y gruesa) que se acumula debajo del prepucio, la cual es caldo de cultivo para bacterias y micro-organismos, lo que produce infecciones recurrentes. Además, el esmegma acumulado libera un olor muy desagradable, parecido a queso podrido, que resulta ser muy poco erótico para la pareja sexual. Al contrario, un pene circuncidado no acumula esmegma, no tiene mal olor, no requiere una limpieza regular, prácticamente no se infecta, y por lo tanto, “está siempre listo para la acción” y es libre de mantenimiento.
Entre otros beneficios para el varón, está el hecho de que las mujeres en general prefieren que su pareja sexual esté circuncidada. Se realizó un estudio en Australia, donde aproximadamente un 50% de los hombres del país están circuncidados. De todas las mujeres del estudio que llegan frecuentemente al orgasmo en forma simultánea, aquellas con parejas circuncidadas duplicaban a las que estaban con parejas no-circuncidadas. De todas las que no lograban alcanzar el orgasmo, el grupo de las mujeres con parejas no-circuncidadas era 3 veces mayor al grupo de aquellas con parejas circuncidadas.
En el mismo estudio, se encontraron los siguientes porcentajes respecto a las preferencias de las mujeres: para dar sexo oral (felatio), un 2% prefiere un pene no-circuncidado, y un 82%, el circuncidado; para tener sexo con penetración, 6% prefiere el pene no-circuncidado, y el 71%, el circuncidado; para la estimulación manual, las preferencias fueron 5% y 75%, respectivamente; y con relación al atractivo visual, un 4% prefiere el pene no-circuncidado, mientras que un 76% piensa que el circuncidado se ve mejor.


¿La Circuncisión afecta el placer sexual del hombre?

Es evidente que la circuncisión afecta la manera en que el hombre siente placer durante el sexo, ya sea, solos (masturbación) o con pareja. Lo que hay que aclarar es que no hay una disminución del placer, sino un CAMBIO en cómo se siente, y un cambio que, la gran mayoría de los que se operan de adultos, percibe como positivo. Es importante diferenciar los conceptos de PLACER y SENSIBILIDAD. Por ejemplo, si nos pinchamos el dedo con una aguja, estamos sintiendo placer? No. En ese caso, hay un alto nivel de sensibilidad, pero nos provoca DOLOR y MOLESTIA, y no placer. En general, la mayoría de los no-circuncidados tienen una hiper-sensibilidad en el glande, debido a que está la mayor parte del tiempo cubierto, húmedo y sin acceso al roce externo. Al tener una erección y descubrir el glande, muchos hombres sienten un exceso de sensibilidad, lo cual es incómodo y físicamente molesto, muy lejos de una actividad controlada y placentera (como el sexo debiera ser).
Tras la circuncisión, el glande va perdiendo de a poco esa humedad, se agranda considerablemente (por carecer del efecto estrangulador del prepucio) y queda expuesto permanentemente al roce externo. Esto hace que la hiper-sensibilidad se vea reducida, dando paso a un nivel de sensibilidad normal que permite gozar plenamente el tacto directo del glande. En resumen, la circuncisión permite que muchos hombres problematizados por el dolor producido por esa excesiva sensibilidad logren experimentar el placer tranquilamente y en perfecta coordinación con la pareja.
Obviamente, como cualquier operación, existen riesgos inherentes a la cirugía, por muy sencillo que sea el procedimiento. Sin embargo, la desproporcionada relación entre los bajos índices de problemas en la intervención, comparados con los enormes beneficios, hacen que los riesgos no se tomen en cuenta en el análisis. Por ejemplo, ¿ustedes dejarían de vacunarse sólo porque existe un insignificante riesgo de problemas reportados en un limitado grupo de la población?