Mi historia de terror con OpenCore en un MacBook Pro 2010
Hoy quiero contaros mi experiencia —una verdadera historia de terror— con OpenCore en mi MacBook Pro del 2010.
Decidí actualizar el sistema a macOS Sonoma usando OpenCore. Todo parecía ir bien, hasta que empezaron a sonar tres pitidos al encender el ordenador. A veces ni siquiera arrancaba.
Buscando en internet, encontré que esos pitidos podían deberse a problemas con la memoria RAM. Así que compré nuevos módulos, asegurándome de que fueran de 1066 MHz y 1.5V, como se recomienda. Los pitidos desaparecieron… pero el Mac seguía sin arrancar.
Pasé bastante tiempo intentando solucionarlo. Incluso intenté reinstalar todo desde cero, pero volvieron los pitidos. Ya no sabía si era problema de la RAM (quizás por no ser original) o del propio OpenCore.
Cansado de tanto lío, decidí comprar otro Mac, esta vez un MacBook Air de 2017 con macOS Monterey. Me funciona bien para lo que necesito (estudiar), pero ahora tengo dudas sobre si debería actualizarlo también con OpenCore.
He leído que, aunque es posible, puede hacer que la batería dure menos o que el rendimiento empeore con el tiempo. Por eso, de momento lo dejo como está.
Comparto esta historia como advertencia: si notáis que vuestro Mac empieza a colgarse o fallar tras instalar OpenCore, considerad desinstalarlo. A veces, intentar mantener un equipo viejo actualizado puede acabar matándolo.