Tero Virtala, director ejecutivo de Remedy Entertainment, ha anunciado su dimisión con efecto inmediato después de nueve años en el cargo. Su lugar lo ocupa de forma interina Markus Mäki, cofundador de la compañía, presidente del consejo de administración y jefe de producto. Además, Mäki es el principal accionista del estudio con el 23,44 % de las acciones.
En un comunicado, Remedy Entertainment se limita a comentar que el consejo de administración y Tero Virtala han acordado mutuamente que deje su puesto como director ejecutivo de la compañía. La formalidad del texto solo está interrumpida por unas declaraciones de Markus Mäki, director ejecutivo interno, para agradecer a Virtala su contribución a la gestión de Remedy Entertainment desde el 2016 y la colaboración durante el traspaso. Virtala, que tiene un 2,2 % de las acciones de la empresa, deja su puesto de forma inmediata, pero se ha comprometido a estar al servicio del estudio durante el periodo de transición.
A pesar de que en el comunicado de Remedy Entertainment no se ofrecen razones para explicar la marcha de Tero Virtala, de fondo resuena el golpe que la compañía se ha dado con el lanzamiento de FBC: Firebreak, su primer juego multijugador que ha decepcionado a diferentes niveles. El
shooter cooperativo no ha logrado el beneplácito de los jugadores ni la crítica, sus ventas
no han cumplido con las expectativas de la compañía y la mayor parte del rendimiento comercial corre a cargo de los acuerdos con Sony y Microsoft para que el título esté disponible en los servicios de suscripción PlayStation Plus y Game Pass, respectivamente.
El fiasco de FBC: Firebreak obligó a Remedy Entertainment a
lanzar un profit warning (advertencia de ganancias), es decir, una declaración para avisar a los accionistas de que los proximos resultados no cumplirán con las expectativas. "Debido a las bajas ventas de FBC: Firebreak, Remedy reduce su pronóstico de ventas a largo plazo para el juego", dice la empresa en su
profit warning del 10 de octubre de 2025. "En consecuencia, la compañía reconoce un deterioro no monetario de 14,9 millones de euros, que representa la mayor parte de los costos de desarrollo capitalizados del juego y derechos de distribución".
A pesar del pobre lanzamiento de FBC: Firebreak, Remedy Entertainment sigue trabajando en el juego. El pasado septiembre lanzó la
actualización Breakpoint para revisar sistemas y añadir contenido, y la hoja de ruta incluye dos actualizaciones más previstas para noviembre de este año y marzo de 2026. En paralelo, la compañía también tiene entre manos el RPG de acción Control 2, el
remake de Max Payne para Rockstar Games y un proyecto que aún debe ser anunciado.
Fuente: Remedy