En cuanto a dormir que lo decís muchos, soy bastante sensible a la luz y el ruido. Independizarme fue un suplicio los primeros meses porque había vivido siempre en pueblo y me fui a una ciudad. Pequeña, pero que es zona de paso para Valencia, por lo que pese a ser un sexto y estar muy bien insonorizado, es ruido toda la noche en comparación. Luego el cerebro se acostumbra a todo y lo pudo convertir en ruido blanco que no moleste.
Aunque si de rarezas va la cosa, algunos hobbys se llevan la palma. Me relaja afilar cuchillos, desde que aprendí llevo siempre navaja encima.
Además, me gusta el café de especialidad, algunos son muy caros y para que no se estropeen los meto al vacío al congelador, que creo que suena más raro que tener un cadáver en el congelador. Mi congelador de hecho es mitad café, mitad tuppers, porque lo más precocinado por otros que como son latas de conserva. Entre semana no me apetece cocinar al mediodía, así que hago tuppers el domingo para toda la semana.
Voy descalzo por casa y fuera siempre con calzado minimalista, que por España todavía sigue siendo algo relativamente raro.
Estuve 5 años pesando y anotando todo lo que comía, básicamente hasta enero de este año (y no descarto volver porque he subido tres kilos después de 5 años sin subir ni un gramo).
Y bueno, una cosa que mi pareja no entendía era lo fácil que me resultaba estar sin pensar en nada. Como meditación pero sin pretenderlo.