Si la pregunta es si era mas feliz, la respuesta es sí, pero no tiene nada que ver con lo que dices, si no con que mis familiares directos estaban todos vivos por ejemplo, o porque al tener otra edad vivías mucho mas despreocupadamente porque eras un crío.
Lo que dices, pues no, no sé si la gente que comenta esas cosas no vivió esa época, el paso del tiempo les ha alterado la realidad o que. Ni la gente era más empatía, ni había más a educación (como mucho de los chavales, mas por miedo a que les dieran una hostia que por respeto y educación), ni porque hubiera menos individualismo, ni desde luego porque se condujera mejor (las cifras están ahí, hay de un 800% a 500% menos de siniestralidad según el año de los 90 que mires).
En los 80 (no son los 90 pero me vale para explicar que no siempre lo pasado fue mejor) la droga era un problema real, era habitual ver jeringuillas por la calle o algún yonki tirado por ahí en medio, y si vivías en un pueblo y no ciudad, todos tenían el drogata del pueblo, que en realidad eran muchísimos pero el término servía para cualquiera de ellos.
Y ya ni hablemos del machismo y la homofobia de la época, cosa que algunos anelan y esperan recuperar nuevamente con ciertos partidos políticos. Hipersexualizacion? Te animo a que mires programas de TV de aquella época y mires cómo iban las azafatas, sobretodo en aquellos que eran de noche, creo que ni una iba vestida con mas de 50-60cm de ropa, ya en verano todas en bikini; es mas, en aquella época estaba Jesús Gil, que es de lo más esperpéntico que te puedes echar a la cara, haciendo entrevistas en su jacuzzi con 3-4 tías sacadas de a saber donde.
Así que depende, yo si era mas feliz, pero España no era un mejor país. Había cosas mejores? Claro que si, muchas, por ejemplo los sueldos eran mejores si miramos lo que costaban las cosas (sobretodo si tiramos a los 70-80), no había tanto gilipollas o mejor dicho, no había tanto gilipollas visible, porque no había redes sociales, y era más difícil que cualquier rol si tuviera voz y la gente pudiera escucharle y comprarle un discurso absurdo y estupido, porque no podía llegar a nadie.