Hola
@onethousand, te comprendo porque he pasado y he tenido una vida parecida, de hecho te expongo lo más simplificado posible dos casos, el mío y el de otra persona que conocí a través de los recuerdos de quien fue mi pareja.
Hablando de mí, en mi casa siempre fui el 'tonto' comparado con mi hermano, porque yo no era tan buen estudiante, y a eso se le sumaba alguna paliza siendo un crío... Cuando tenía 18 años durante un tiempo tenía inapetencia absoluta por sufrir una depresión enorme, y mis padres en lugar de plantearse por qué estaba así, pensaron que era anoréxico. Me llevaron al psicólogo y al psiquiatra, estuve un tiempo empestillado y depresivo con la cabeza en modo zombie, dejé los estudios porque hasta sufría bullying en el instituto. Mi iba solo iba de mal en peor, hasta que con 21 años tomé la decisión de 'desaparecer un tiempo', irme de mi casa sin prácticamente dinero, a otra ciudad, en mi caso a Madrid a buscarme la vida.
Pasé penurias, fue muy duro tanto física como psicológicamente, pero al cabo de los meses, de los años, me sirvió para reflexiona, hacerme más fuerte, demostrarle a mi familia y a mí mismo que no soy un cero a la izquierda. Poco a poco fue haciendo cosas como ir a la universidad, ligar, tener amigos, y todo aquello considerado 'normal' para la sociedad y especialmente la familia. Ahora no estoy especialmente en un buen momento, pero gracias al distanciarme en su momento de todo, ahora tengo la fuerza y el valor para seguir adelante con casi todo.
El otro caso, es de un chico quien una vida muy parecida a la tuya. Familia adinerada con una hermana pequeña pero mimada hasta decir basta mientras a él lo maltrataban psicológicamente y le negaban cualquier ayuda económica. Hizo dos carreras universitarias para demostrarles a tus padres su valía, fue un excelente jugador de ajedrez con numerosos trofeos, le ofrecieron presentarte como diputado a través de un partido político que ganó varias veces seguidas en su ciudad, tenía una pareja maravillosa, y mucho más. Nada de eso era suficiente para compensar su vacío emocional provocado por la falta de empatía de su propia familia, y se suicidó con solo 33 años.
No soy quien para juzgar, pero casualmente, esta persona se mantuvo al lado de sus padres, hasta alquiló una casa a escasos metros de la de ellos para no perder nunca el contacto, pese a la lluvia constante de palos y desprecios cerca de su familia siempre.
En definitiva, mi consejo es muy simple. Desconecta, independízate, da igual el trabajo, el lugar. Simplemente aléjate al menos durante un tiempo de tu familia. No vas a cambiar a tus padres ni a tu hermana de un día para otro. Si hasta ahora no han sabido velar y valorarte como te mereces, no lo van hacer a corto plazo ni medio plazo, si es que alguna vez cambian.
Ten el valor de desaparecer de tu entorno habitual, verás como en algún momento encontrarás la paz contigo mismo.
Te deseo lo mejor, te envío un abrazo enorme