Yo puedo cobrar lo que me de la gana en mi sitio web. Millones de sitios web, especialmente pornográficos, cobran por la entrada, y evidentemente, como propietario puedo decidir a quién cobrarle qué. Nadie está obligado a pagar.
Así que que rabie quien quiera rabiar, pero estos señores, como propietarios del sitio web, pueden poner el precio que quieran por sus servicios. Y si deciden poner un cargo adicional a determinados usuarios que no cumplan con los requisitos.
Porque en el título pone impuesto, pero no es un impuesto, es un cargo adicional. De la misma manera que una cafetería pone un cargo adicional por tomar tu bebida en la terraza.