Hace algunos años llevé a mi hijo pequeño al parque para que le diera de comer a las palomas, era un miercoles o un jueves no recuerdo bien, la gente les suele dar de comer viernes, sabado y domingo.
Cuando estabamos dandole el trigo y las palomas que llevarían varios días sin comer vieron la comida, se lanzaron en bandada a por la comida, como pude saqué a mi hijo de allí tapandolo como pude, acabé con toda la cara, las manos y los brazos arañados y la cabeza llena de picotazos, fueron segundos pero como no me lo esperaba, lo que hice fue huir y como pude espantarlas.
Si no hubieran tenido el factor sorpresa os garantizo que me hubiera liado a repartir patadas y puñetazos.
Salu2.