No sé si en el programa habrá más o menos representaciones ficticias. Pero que hay casos reales así lo sabe cualquiera con ojos en la cara. Siempre los ha habido, pero me da la impresión de que ahora hay más, quizá fruto de la debilidad de la familia como forma de organización y de que en épocas de bonanza económica, como la vivida hasta hace pocos años, es más fácil malcriar a un hijo manteniéndolo demasiado tiempo ocioso, sin responsabilidades ni obligaciones.
La culpa, cuando no se trata de una familia desestructurada donde el chaval ha crecido asilvestrado, es cosa de padres sobreprotectores que quieren tener a sus niños en una burbuja y que no les falte de nada, y cuando se dan cuenta lo que tienen es a un zanguango de 20 años incapaz de adaptarse al mundo real donde nadie les va a regalar nada y donde conseguir las cosas cuesta mucho esfuerzo.