Domoe escribió:John Locke escribió:kulsheder escribió:Y este asesino,represor.¿No morirá en la cárcel?
Spain is different.
P.D:Y antes que alguien diga:¿Porqué asesino?
Pues que se cuenten también los civiles que se mataban a"fuego negro"en represiones silenciadas,MUCHO DESPUÉS de la guerra,al grito de :La calle es mia!
Quien quiera saber,que busque,que el tema es extenso y serio.
Saludos.
No esta en la cárcel igual que no lo esta Carrillo. Ademas, Fraga en esos tiempos fue embajador y ministro de información y turismo, así que aun teniendo su parte de responsabilidad en el régimen dudo mucho que fuese el que firmaba las penas de muerte.
esa es la actitud, sí señor!!!!
siempre usando el y tú más para justificar las cosas y echando balones fuera.
Se trata de "y tú más" si tu interlocutor pretende que se trate de eso. Simplemente, la cuestión es que se acordó pasar página de los hechos que ocurrieron en un determinado momento de la historia, para trabajar en común por el futuro de un país. Igual que unos debían renunciar al revanchismo, otros debían renunciar voluntariamente a intentar perpetuarse en el poder absoluto. Y ninguna de esas dos cosas es fácil.
No digo que Fraga fuese perfecto ni un santo, es un hombre como todos y habrá cometido sus pecados. Pero hay que reconocerle que tuvo la necesaria voluntad aperturista para hacer mucho desde su lado de la barrera. Si el puesto de Fraga hubiese estado ocupado por una persona más inmovilista, las cosas hubieran podido ser más difíciles y probablemente más sangrientas para todos.
Lo mismo que digo con Fraga se puede aplicar a Carrillo, por quien yo no siento la menor estima. Pero si en su momento como lider del PCE se hubiera enrocado en exigencias irrenunciables para las aspiraciones comunistas, la cosa hubiese fracasado estrepitosamente también. Porque al menos desde mi punto de vista, fue el PCE y no el PSOE quien hizo más de oposición a Franco, tanto en la dictadura como en el periodo transitorio. Otra cosa es que luego el PSOE de González le supiese comer la tostada ante los votantes de izquierdas, una vez llegadas las elecciones democráticas.
Ambos (con otra mucha gente del momento) supieron ceder su cuota de ego y de convicciones morales internas para llegar a un acuerdo que evitase otra sangría entre españoles como la de la Guerra Civil. Eso es altura de miras política, lo que tanto nos quejamos de que falta ahora mismo. Más mentalidades como estas es lo que necesitan los políticos actuales...