Yoshi's escribió:Riot escribió:Si no me equivoco, para poner un RAID en el MacBook Pro, tendría que despenderme del SuperDrive (unidad DVD-RW) y poner en su lugar una bahía de 3'5" que aloje el segundo disco SSD.
Pero no es un RAID de discos duros, sino un RAID de SSD, que ocupan muy poco espacio (2,5 pulgadas, no 3,5).
El Macbook Pro es un portátil, y como tal, como no tengas sitio de fábrica para dos discos duros (que sólo los PCs tipo Alienware de chorropocientosmil € lo tienen), o le pones uno sólo o tiras de dremel. Y teniendo un portátil de apple no creo que le mole mucho la idea de hacer bujeros en el cacharro.
Y bueno, los ssd son, en la práctica, discos duros, y los portátiles usan discos duros de 2'5", sea de la marca que sea y el modelo que sea.
Al tema del hilo, lo del soporte para mac, como no sea que venga con herramientas (software) para hacer trim en el HD (y así evitar la pérdida de rendimiento a lo largo del tiempo) o algún firmware específico que mejore su rendimiento (cosa que dudo, ya que el problema de estar estaría en el SO), es puro márketin.
En los discos SSD lo que te tienes que fijar es, sobre todo, la velocidad de lectura. Ten en cuenta que la de escritura sólo la vas a notar a la hora de grabar archivos muy tochos (de muchos cientos de megas para arriba), ya que con un uso normal, lo que más hace el sistema son microescrituras (escibir unos pocos cientos de kB) y lecturas. Y lo que más influye es el tiempo de acceso (llegar al dato lo antes posible) y después la velocidad de lectura (para cargar programas "pesados" lo antes posible, como pueda ser el SO).
La escritura sería una razón de peso para sistemas muy especializados, que se dedicasen a grabar grandísimas cantidades de datos en tiempo real y de forma secuencial (es decir, todo seguido), y a día de hoy, dudo que se llegue a usar todo el potencial del ancho de banda de los SSD en grabar rápido y mucho. Y luego está el tema de que para estos casos sea rentable dejarse el pastón que puede llegar a costar uno o varios SSD cuando los discos duros normales son decenas de veces más baratos y en la mayoría de los casos no se llega a utilizar todo el ancho de banda que ofrecen.