No son sólo las recetas, los mismos volantes que nos pasan a por ejemplo los fisios tienen la misma letra; incluso las historias clínicas o informes quirúrgicos, que son un peligro. Y la única opción es joderte, y preguntar a algún compañero que esté más habituado, hasta que te acostumbras a traducirlo.
Menos mal que en Francia están las cosas informatizadas...