Investigadores de la Universidad de Toronto, el MIT y Adobe han descubierto la forma de aprovechar los denominados Lens Blur Fields (LBF) como si fueran una huella digital única, gracias al hecho de que la difuminación óptica es una larga lista de efectos que degradan la imagen en base a parámetros que varían de forma casi imperceptible de móvil a móvil.
Esta característica, que no era exactamente desconocida per se, puede registrarse ahora de forma relativamente sencilla usando un sistema que solo requiere un monitor para mostrar el modelo de calibración, cinco minutos de captura e identificación usando perceptrones multicapa. De esta forma, durante sus experimentos han podido diferenciar claramente las fotografías tomadas con dos teléfonos iPhone del mismo modelo en base a su particular difuminación.
Lógicamente, aunque el estudio hace énfasis en su uso con teléfonos móviles, el método debería ser igual de válido para cámaras de fotos digitales de tipo tradicional.
Según señala en X Esther Lin, una de las investigadoras, el método desarrollado es sorprendentemente resistente a factores como la suciedad en la cámara e "hipotéticamente" podría servir para identificar fotos tomadas por un mismo dispositivo, si bien la aplicación de filtros podría reducir la efectividad del modelo de identificación desarrollado.
Las posibilidades que abre esta tecnología son amplias; desde utilizar las peculiaridades de cada dispositivo como si fueran una marca de agua invisible (aunque potencialmente fácil de degradar mediante procesamiento) al desarrollo de técnicas forenses para determinar la autoría de fotos concretas, aunque para comprobar su precisión en mayor detalle habrá que esperar a la publicación del código.