Según Microsoft, con los nuevos los drivers el mando de Xbox One podrá ser utilizado en cualquier juego que cuente con soporte para el mando de Xbox 360. Simplemente hay que descargarlos, instalarlos y conectar el mando a través de la conexión USB.
Parece que este será el primer paso serio de Microsoft hacia la reconquista del mercado de juegos para PC, un segmento en el que Phil Spencer prometió una “renovada atención”.