Si en España nos quejamos de la SGAE, a los pobres canadienses les toca aguantar a la
CPCC (Canadian Private Copying Collective), una asociación que como su nombre indica se dedica a recolectar todo el dinero que puede de los medios grabables con la excusa de defender los derechos de los autores. Este grupo ya cobra actualmente un canon de cintas magnéticas, minidiscs y cd-r, pero no satisfechos con esto piden para el próximo año unos aumentos sustanciales que podrían hasta triplicar los actuales "impuestos revolucionarios", extendiéndolos además sobre memorias flash, dvd-r y reproductores Mp3. Por lo menos a diferencia de lo que ocurre en nuestro país están siendo criticados por multitud de empresas y medios importantes. Tenéis más información sobre esto que también podría pasar en España en no mucho tiempo en
esta noticia de Wired.