Según el Departamento de Comercio la compañía ZTE no ha respetado el acuerdo que firmó el año pasado, cuando se declaró culpable de enviar equipos con componentes estadounidenses a Irán y Corea del Norte. Según Reuters, parte del trato incluía el despido los cuatro directivos y un castigo económico en forma de retirada de bonos a 35 trabajadores. ZTE se limitó a despachar al cuarteto responsable y no sancionó al resto de empleados señalados.
“En lugar de reprender a sus empleados y directivos, ZTE los ha premiado. Este comportamiento es ofensivo y no puede ser ignorado”, ha declarado Wilbur Ross, secretario de Comercio de los Estados Unidos. Además, Ross asegura que ZTE ha admitido no haber dicho la verdad, motivo por el cual “no podemos confiar en lo que nos dicen. "Y en comercio internacional, la confianza es muy importante".
Hace justo dos meses funcionarios de la CIA, la NSA y el FBI testificaron ante el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos que los fabricantes de teléfonos inteligentes chinos como ZTE y Huawei representaban una amenaza para la seguridad de los usuarios. Su preocupación radica en la posibilidad que estas compañías se pongan al servicio de su país y utilicen los equipos para espiar.
Se estima que las empresas estadounidenses proporcionan entre un 25 y un 30 % de los componentes utilizados en los dispositivos de ZTE, que además de teléfonos inteligentes incluyen equipos de redes. Eric Hirschhorn, antiguo subsecretario del Departamento de Comercio de Estados Unidos, afirma que si la compañía no puede revertir la situación la prohibición podría ser catastrófica. No solo se trata de la exportación de tecnología, muchos bancos y otras compañías, incluso fuera de Estados Unidos, no querrán trabajar para ZTE.
De forma paralela, el Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido también investiga a ZTE y esta misma tarde ha enviado una carta donde desaconseja el uso de sus equipos citando riesgos para la seguridad nacional.