A finales de noviembre del año pasado, tanto Francia como Alemania comenzaron sus planes para utilizar software libre (Linux) en los equipos informáticos de la administración pública, abandonando los sistemas operativos de Microsoft. El gobierno británico por su parte amenazó a la empresa de Bill Gates con cancelar sus contratos por el incremento en el precio de las licencias de los programas.
Ahora es Finlandia quien estudia hacer algo similar. En España en cambio debemos ser más listos, porque
recientemente se firmó un multimillonario acuerdo con Microsoft...
Por otra parte, según
un estudio realizado por la consultora IDC, el 15% de los usuarios corporativos de Windows están planeando cambiar a Linux o UNIX, principalmente por las constantes actualizaciones que necesita. A todo esto está ayundando Microsoft con su nuevo programa de licencias por volumen, License 6.0, que requiere que las empresas estén actualizadas a las últimas versiones.