Mi opinión es sencilla: si pasas las pruebas, entras, y si no las pasas no entras.
Lo que verdaderamente sería discriminatorio es que no permitieran a las mujeres realizar esas pruebas.
Hace tiempo vi a la única mujer estibadora de España. Le había costado muchísimo conseguir el empleo, pero la tía era para verla, daba miedo que pudiera enfadarse y darte una guantada.
Si ella puede, ¿por qué no? Lo que hay que hacer es liberarse de prejuicios.
Hay trabajos que son muy duros, pero también hay mujeres que son muy duras. Cierto es que la mayoría de las mujeres no podremos ni pensar en intentarlo, pero también es cierto que hay muchos hombres a los que les pasa lo mismo, ¿o es que todos los aquí presentes pasarían esas pruebas? Pues igual que se le permitiría a un hombre que no va a pasarlas intentarlo, se debería permitir a las mujeres. Y esto no ocurre siempre.
Lo que no se puede perder de vista es que lo importante es elegir a personas capacitadas, y no una cuota de minorías para quedar bien.
Por cierto, os recuerdo que la discriminación positiva se aplica también a los minusválidos, a quienes casi nadie contrataría aunque fueran perfectamente capaces de desarrollar una actividad si no fuera por esta discriminación positiva. Lo importante es la igualdad de oportunidades, y eso es en lo que siempre se falla. No hay que seleccionar el mismo número de blancos y de negros, o de payos y gitanos, o de hombres y mujeres, lo que hay que hacer es dar la misma oportunidad a todos y no poner la zancadilla antes de empezar.