Esto es lo que pasa cuando a chavalitos de 17 o 18 años les pones millones en el bolsillo y no tienen a la gente adecuada detrás. Que no crecen, son como niños toda la vida porque jamás han tenido ninguna responsabilidad más allá de darle patadas a un balón. Y claro, no saben ni como administrar todo el dinero que tienen.
Tarde o temprano le saldrá algún curro en algún equipo, aunque sea de ayudante. Y se volverá a fundir el dinero.