Vanel - Capítulo 2 (recomendado)

Este es el capítulo 2 de las aventuras de Vanel. Espero que lo leais aunque sea un poco largo, pero merece la pena. Jaja. Me gustaria que si os sigue gustando, pidierais mas capítulos, para que los pueda seguir poniendo. El capítulo 1 también está en el foro. Un saludiiiito


CAPITULO 2

Vanel salió de su habitación y se dirigió a la cocina. El desayuno estaba sobre la mesa. Era su desayuno favorito: huevos de yurte con mermelada. El humo que salía del plato, entró por su nariz provocándole un repentino sentimiento de hambre.
- Lávate las manos antes, no seas cochino.- Su madre acaba de entrar en la cocina con Fufú.
- Vale mamá.- respondió Vanel
En una situación normal, Vanel habría protestado, pero hoy se sentía estupendamente y no tenía ganas de protestar con nadie. El sueño que había tenido le había cambiado el ánimo
- Mamá te ha llamado cochino.- Se reía Fufú.- Tu nariz parece de cochino.
- Fufú, si no te callas, te esconderé la muñeca.- Le amenazó Vanel
- Mamá, Vanel me esta asustando.- dijo ésta con una voz de pena.
Su madre se giró y les puso una cara que hizo que los dos se callaran al instante. ¿Estaba triste mamá?. Sólo lo parecía, seguro, habrá dormido mal
Fufú era la hermana pequeña de Vanel. Tenía 7 años y siempre estaba chinchándole para que su madre le castigara. En ese momento llevaba su pijama rosa y en la mano, como siempre, su muñeca. La muñeca estaba tan estropeada que Vanel la tiraría a la basura, pero era la muñeca que le regalaron por su cumpleaños y desde ese día la llevaba a todas partes.
- Vanel, date prisa, vas a llegar tarde otra vez.- Su madre le quitó el plato aunque no se había acabado todo.- No quiero que la profesora te castigue.
Se levantó de la mesa y fue hacia su cuarto para coger la mochila. Cuando se dirigía para la puerta de salida se dio cuenta de que algo importante le faltaba. ¿Qué sería?. Dejó la mochila en el suelo y volvió a su cuarto corriendo. Al entrar la vio. Era alargada y estaba dentro de la funda roja y azul de tela. La agarró por el cinturón y se la enganchó a la espalda. Su espada.
- Ya sí que estoy listo para marcharme.- dijo Vanel en voz alta. Y se marchó.
Vanel salió al rellano de su piso y pulsó el botón gris de la portadora. La portadora era una plataforma móvil que iba de piso en piso. Una especie de ascensor sin cables, impulsado por energía vaporífica. La energía vaporífica era la energía común en Kilys, la ciudad de Vanel. Había sido inventada poco antes de que el petróleo acabara y era una energía limpia y barata.
Un ruidoso “piii” anunció a Vanel que la portadora estaba en su piso. Vanel entró y vio reflejada su imagen al espejo. Era un Manun de 17 años. Tenía el pelo corto y oscuro, como sus ojos. Su ropa era normal y corriente, como la que podría llevar cualquier Manun de su edad. Llevaba la mochila en la mano izquierda, porque tenía su espada colgada a la espalda.
Otro sonoro piii anunció que la portadora había llegado a su destino: los sotanos.
Los trenes sotano eran el mejor invento de la época. Pocas eran las personas que se bajaban en la planta baja de la portadora para ir a pie. Absolutamente todos los bloques de pisos de Kilys conectaban con la extensa línea de trenes sótano que recorría la ciudad de punta a punta. Era un transporte rápido y gratuito. Siempre había sitios libres y como se movían automáticamente llegaban puntualmente a su destino.
Vanel se sentó en uno de los bancos a esperar a su tren. No había nadie en su parada. El tren que se dirigía a su escuela era el B-23. Miró a las pantallas azules que mostraban un mapa de las líneas con un punto rojo indicando por donde iba el tren. Ya iba a llegar. Miró al agujero negro de su izquierda y vio como se iba iluminaba más y más. De repente dos puntos luminosos verdes, aparecieron y el tren fue frenando poco a poco hasta detenerse. Vanel espero a que se abrieran las puertas y entró en el vagón 4.
- Vanel, aquí, hay un hueco libre.- una voz le llamó gritando. Todas las personas del tren se giraron para ver quien gritaba de esa forma, incluido Vanel.
Al girar, vio a Ádala, una chica de su clase. Llevaba un lazo amarillo muy hortera en el pelo y unas argollas multicolores a juego. Miraba a Vanel con una sonrisa de oreja a oreja, bueno, más bien de agujero a agujero, porque Ádala era una Beeger. Los beegers eran como los Manun pero tenían dos grandes agujeros en lugar de orejas y su piel era de un color rojizo. Su pelo solía ser de colores chillones, aunque Ádala era de las pocas que tenía el pelo oscuro. Por eso se ponía lazos de colores.
- Ah, hola.- Respondió Vanel.- Menos mal que me has guardado el sitio, si no, tendría que ir de pie.- dijo Vanel con ironía. El vagón estaba casi vacío exceptuando dos o tres personas que miraban por la ventanilla la oscuridad de los túneles escuchando por los aero-phones.
- Habrás escuchado en las noticias lo que ha pasado, ¿no?.- dijó Ádala de repente.- Es increible, ya es la tercera vez que pasa.
- ¿Otra vez?. Qué cabrones.- dijo con furia.- Voy a ver si dicen algo en los aero-phones.
Vanel se levantó para desenrollar su aparato. Ádala hizo lo mismo.
Los aero-phones eran unos cascos que estaban en cada uno de los asientos de los vagones. Había tan solo cinco emisoras, pero una era de noticias. Sintonizaron esa y escucharon lo que decían de los sucesos:

Sobre las siete de la mañana se produjo el tiroteo en la frontera. Este tercer ataque por parte de los rebeldes ha provocado la muerte de siete personas...

- ¿Siete personas?.- rugió Vanel.- ¿No se dan cuenta de que nunca van a conseguir sus propósitos?.
- ¡Shh! ¡Calla, no lo oigo!

... los rebeldes exigen que se cumplan sus exigencias si quieren que cesen los ataques. El gobierno de Kilys responde que no pretenden ceder en las negociaciones mientras el gerente de interior intenta normalizar el trasvase en las fronteras. El cargamento interceptado ha sido de unas 50 macromáquinas que se dirigían al sector industrial y...

Vanel se quitó los cascos y los colocó de nuevo en su sitio. Ádala hizo lo mismo. Estuvieron un rato en silencio. No se oía ningún ruido, ya que los trenes funcionaban con energía vaporífica, e iban flotando por los raíles
- ¿Qué es exactamente lo que piden los rebeldes?.- preguntó Vanel
- No piden nada. Simplemente no están de acuerdo con la utilización de macromáquinas. Las macromáquinas se fabrican en Vandarel. Y por lo visto se utiliza mucha mano de obra esclava para ello. Vanel, en el fondo los rebeldes tienen razón
- ¿Cómo?. ¿Estás de acuerdo en que maten así?. Recuerda que siempre atacan en la frontera entre Kilys y Vandarel y si mal no recuerdo tu padre tiene que pasar por allí para trabajar. Tu padre podría ser una de las víctimas...
- Sí, lo se, lo se.- interrumpió Ádala.- Pero, ¿cómo te sentirías tu si tuvieras que trabajar construyendo macromáquinas todo el día?
- Sí, pero... – Vanel se calló. En el fondo tenía razón. Aunque las macromáquinas eran las generadoras de la energía vaporífica, no le parecía bien que se utilizaran a esclavos de Vandarel para fabricarlas.
- Además.- continuó Ádala.- No se si sabes que a Vandarel no les proporcionan macromáquinas, siguen quemando plásticos para obtener energía y esta aumentando el número de muertes por intoxicación. Mi padre trabaja de médico allí y dice que es injusto. El otro día murió un Manun de 7 años
- ¿Siete años?.- Vanel pensó en su hermana, arrodillada en el suelo, trabajando sin parar. No creía que Fufú fuera capaz de hacer macromáquinas. Si todavía jugaba con muñecas.
En un momento, la felicidad que había tenido durante la poca mañana que llevaba despierto se desvaneció. No era justo. Sin embargo tampoco le parecía bien que mataran a personas inocentes, que tan sólo transportaban macromáquinas a Kilys.
- Bueno, ya vamos a llegar.- La voz de Ádala interrumpió sus pensamientos.- La siguiente parada es la del colegio.
Se levantaron y esperaron en silencio a que el tren frenara del todo. Las puertas se abrieron y salieron. Muchos niños de los vagones salieron en esa parada. Algunos se despedían de sus padres mientras el tren se ponía en funcionamiento de nuevo. Anduvieron un largo pasillo que dirigía a la portadora del colegio. El final del pasillo se dividía en seis corredores, correspondientes a los diferentes cursos del colegio. El colegio estaba divido en seis cursos. Vanel y Ádala estaban en el quinto, al igual que todos sus amigos. Cuando llegaron al final del pasillo, se dirigieron al que tenía un gran 5, junto a varios alumnos más.
Algunos de ellos estaban en su clase. Vanel los saludó con la cabeza
Una vez todos estaban en la portadora y se cerraron las puertas, ésta comenzó a subir. Nadie hablaba. Era un silencio incómodo. Parecía como si todos estuvieran profundamente afectados por la noticia. Las puertas se abrieron de repente. Todos los alumnos salieron y se dirigieron hacia sus clases.
- Bueno, al menos hay cosas que nunca cambian.- pensó Vanel.- Pase lo que pase, a mi me esperan 5 interminables clases.
Ye tio, me acabo de leer los dos primeros y estan mu bien [oki] Fumando espero, el capitulo tercero XD
grasias tio, pero parece q la gente no les gusta leer cosas tan largas, xq no opina nadie. Pondré el capitulo 3 especialmente para tí
jeje. Un saluuudo
A mi me gusto el 1 y este mola mas, se va poniendo interesante [360º] . Es que no he tenido tiempo hasta hoy con los jodidos examenes, ahora me voy a leer el 3 capitulo!
GRACIAS AXILI, EL CAPITULO 4 YA ESTA EN PROCESO DE SUBIDA
más capitulos para arriba xD
5 respuestas