Yo en contra acabo como Mowgli, bastante negro y ni una sola quemadura, pese a ser blanco de piel... la clave está en adaptar la protección a la preparación de la piel.
Consejos:
1. Por dentro antes que por fuera:
Hay verduras que ayudan a broncear y proteger la piel, son las que tienen altos contenidos en beta-caroteno, las reconoceréis por el color cálido brillante (especialmente zanahorias y tomates).
2. Preparación:
Muy importante: Lo primero es preparar la piel para que no se descame. Una semana antes de empezar las exposiciones hay que hidratar a diario la piel con cremas (Jonhson, Nivea, Mercadona o lo que sea) después de las duchas (no antes, o corremos el riesgo de pillar granos o alguna pequeña infección en los poros). A poder ser, el primer día, exfoliar la piel con una manopla especial para dichos fines que venden en las farmacias o centros comerciales.
3. Para empezar, un factor 15 está muy bien, a poder ser el que se compra en la farmacia (Protector ISDIN®), se aplica una hora antes de la exposición y despues de cada baño... al principio no conviene tomar el sol más de 2 horas. Hay que ir adaptando la piel, al final del verano, estará tan acostumbrada, que aun pasando el día bajo el sol no nos quemaremos (sin protección ni nada -que no es aconsejable cuidado-), pero al principio puede quemarse y despellejarse a la mínima de cambio.
4. Cada semana bajar 5 puntos el factor, pasar a un 10 y a la tarcera semana un 5. Esto sin dejar de hidratar nunca o perderemos el moreno rápidamente o nos descamaremos con facilidad.
5. Paso final, a la tercera o cuarta semana ya podemos usar un "bronceador" propiamente dicho. Un aceite con factor de protección bajo (5 o menos) de coco o vainilla 

 (eso al gusto). Los aceites ponen muy moreno y protegen a la vez.
Recordad, una cosa es quemarse... (los rayos UV dañan la estructura de la piel y esta se enrojece -que conste que es un DAÑO a la piel-) y otra cosa es broncearse (la melanina de la piel se excita con la luz y se oscurece) que es un proceso natural de nuestra piel a modo de defensa ante la luz.
No confundáis ponerse moreno con quemarse... ponerse moreno es natural, quemarse es una burrada de dimensiones irreparables y que puede derivar en consecuencias nefastas.