Aqui chaparon de la noche a la mañana.
Bajo mi punto de vista, las cosas, si se empiezan mal, no terminan bien.
Pusieron el urende en un polígono, cosa que esta ciudad, no vas a menos que no te quede más narices, la competencia, incluso con ofertas, no se acercaban, no era malo, pero la variedad no era mucha, los precios no eran mejores, y el servicio tampoco lo era, si sumas que estás en un sitio donde no pasa nadie a menos que vaya a ello, te come la competencia.
Una pena, porque al final el dueño se lo ha llevado en dinero, y los trabajadores el lágrimas.