Una pequeña historia
Abres los ojos, un nuevo dia se abalanza a traves del despertador, otro dia mas en el que sabes que vas sufrir. Estas echado en la cama y no te quieres levantar, no quieres otro dia de calvario y te cuesta unos minutos encontrar un maldito motivo para levantarte. Mientras vas camino del baño te mentalizas para pasar los primeros momentos de dolor del largo dia, sabes que no es el primer dia y que tampoco sera el ultimo, seguramente los dias venideros seran peores. Volvera el temor a dormite porque no te quieres despertar ya que sera uno de los momento mas dolorosos de tu vida y eso te apaga mas de lo que estas.
Te miras en el espejo y solo ves unos ojos llenos de angustia y temor y una cara cubierta por una cortina de sufrimiento, no sabes de donde sacas fuerzas y decides asearte aunque eso suponga un dolor punzante. Hace pocos minutos que ha empezado tu dia y ya empiezas a lamentar el haberte levantado pero sabes que no puedes permitir que nada ni nadie intervenga en tu vida y haces todo lo posible por seguir hacia delante aunque el precio que tengas que pagar sea demasiado elevado.
Parte de la mañana pasa entre dolores, a las pocas horas descubres que ya no eres capaz casi de vocalizar, no te sorprende, siempre te ha pasado y te pasara y la sensacion de desanimo y rabia te embarga durante unos buenos minutos hasta que asimilas que ya es irreversible, que ya no hay marcha atras y sabes que vas a estar bastantes dias sin poder decir mas de una palabra seguida sin que te duela.
Llega la hora de desayunar y sabes que va a ser uno de los momentos mas dolorosos pero aun asi te atreves a comer algo, todavia no estas tan mal como para no comer nada solido y lo tienes que aprovechar, el desayuno transcurre entre dolorosos mordicos. Desistes en tu intento de morder y te das cuenta de que ha llegado el momento de dejar de masticar la comida y de empezar a engullirla, si todo sigue asi dentro de pocos dias ya no seras capaz ni de engullirla y tendras que alimentarte a base de alimento liquido.
Despues de estar sufriendo un dolor constante toda la mañana llega otro momento mas doloroso de lo normal. Es la hora de combatir y vas a tomarte la medicacion, sabes que esta batalla la vas a perder pero te reconforta saber que vas a ganar la guerra aunque sea despues de perder infinidad de batallas. El liquido "salvador" te destroza, es un dolor que se expande por todo tu ser y te va consumiendo hasta que ya no puedes mas, despues de esos minutos de agonia el dolor te da una tregua ya que el tambien se ha quedado debilitado pero es solo la calma que precede a la tormenta, a los pocos minutos vuelve con mas fuerza que nunca. Gritas pero de tu boca no sale ningun sonido, no lo haces para no demostrar debilidad sino para no preocupar mas de lo que estan a los que te rodean.
Pasas todo lo que queda de dia como puedes, todos los dias son asi o incluso peores e inevitablemente pensamientos tristes te invaden y no te abandonan en mucho dias. No encuentras ningun motivo para vivir, solo quieres que el tiempo pase lo mas rapido posible pero no es asi, el tiempo es tu enemigo y a la vez tu aliado, sabes que con el paso del tiempo el dolor desaparecera para volver meses mas tarde pero tambien sabes que cada segundo que pasa es como una eternidad llena de sufrimiento.
Deseas con todas tus fuerzas que esto se pase cuanto antes pero no sirve de nada, anhelas poder pasar los dias en un estado inconsciente para evitar el dolor, pero sabes que no es posible y no te queda otra opcion que resignarte y avanzar mientras poco a poco te vas hundiendo en la mas absoluta oscuridad.
